Parece ser que al FMI y al Gobierno no le alcanzan con endeudar al país en 50 mil millones de dólares, lo que significará ajuste para varias generaciones, sino que ahora el staff del Fondo vuelve abrir una oficina en Argentina. Te endeudo y controlo de cerca que me paguen, parece decir Christine Lagarde.
Mirta Pacheco @mirtapacheco1
Sábado 21 de julio de 2018
El acuerdo con el FMI además de recortes en el presupuesto de salud, educación, en la Administración Pública, que traerá más despidos, de una reforma previsional que traerá más miseria para las jubiladas y jubilados, ahora la economía del país será monitoreada de cerca, mediante una oficina controlada por tecnócratas de ese organismo usurero.
Fue en el 2012 la última vez que el FMI tuvo abierta su oficina en Argentina, 6 años antes Néstor kirchner pagó peso sobre peso, legitimando una deuda fraudulenta, casi 10.000 millones de dólares. La plata salió directamente de las reservas del Banco Central. Recordemos que en ese año, 2006, todavía existía en el país el llamado “viento de cola” de la economía mundial, con precios internacionales muy altos de los commodities.
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Aunque durante los gobiernos kirchneristas nunca se rompió con el organismo que dirige la francesa – norteamericana Lagarde, y fue la misma Cristina Kirchner la que habilitó la firma de un convenio de cooperación técnica entre nuestro país y el FMI para “mejorar la calidad de las estadísticas argentinas” en 2010, dos años después el organismo multilateral usurero por excelencia cierra su oficina instalada en Buenos Aires.
Ahora nuevamente el prestador dueño de la economía argentina, abre sus puertas, para controlarnos mejor.
El staff del Fondo desde esa oficina podrá tener reuniones asiduas incluso con la oposición y con economistas del ámbito privado que también reportarán para el FMI el estado de la economía del país.
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La presidenta del Fondo, ahora en Argentina, está particularmente preocupada por cómo moverá sus fichas el peronismo, aspira a que los dadores de gobernabilidad continúen siéndolo, cuando el Gobierno de Macri avance con la letra chica del acuerdo.
Los “opositores”, proponen esperar al 2019, incluso el kirchnerismo tan “aguerrido” discursivamente, está pensando el cuál será el armado electoral.
Nadie plantea claramente, salvo el Frente de Izquierda, en particular el PTS, que hay que desconocer esa deuda usuraria, y un conjunto de medidas, como la nacionalización de la banca y el comercio exterior, para frenar la fuga de divisas y que esa plata se invierta en función de las necesidades del pueblo trabajador.
El usurero se muda a tu casa para mejor controlar tus gastos. En definitiva de eso se trata. Macri y su gobierno, en consonancia con el Fondo, para atacar el nivel de vida de las grandes mayorías, en un acto de coloniaje, ahora alojarán en casa al imperialismo prestamista.