En plena ola de frío, la falta de planificación del gobierno, la motosierra sobre la obra pública y problemas técnicos con dos plantas compresoras, explican el desabastecimiento de gas. Milei dice que no hay plata pero mientras se pasea por Estados Unidos con fondos públicos, su gestión dejó sin GNC a todas las estaciones de servicio del país y se cortó el suministro en industrias. El único gas que garantizan es el lacrimógeno para reprimir las protestas del pueblo trabajador.
Jueves 30 de mayo 22:25
Foto: Econojournal
Sin gas. Por la falta del suministro, el Enargas tuvo que conformar un comité de crisis junto a transportistas y distribuidoras de todo el país, a quienes ordenó abastecer sólo los consumos prioritarios: hogares, escuelas y hospitales. La drástica decisión tuvo lugar desde el martes hasta este jueves por la mañana, e implicó cortar el suministro de GNC a todas las estaciones de servicio y a más de 200 industrias, que debieron parar su producción.
Se trata de una situación que probablemente podría haberse evitado, en marzo Vaca Muerta incrementó un 3,9 % su producción interanual de gas. A pesar de los factores excepcionales que pudieron acelerar el desabastecimiento interno, desde distintos sectores de empresarios, analistas y especialistas coinciden en señalar que existe una gran improvisación y falta de planificación en materia de energía, por parte del gobierno.
Teniendo en cuenta que en el país avanza un modelo extractivista y de saqueo de los bienes comunes naturales hace años, y que los partidos patronales estan lejos de proponer una alternativa distinta, como una verdadera transición energética justa como propone la izquirda. Repasemos algunos ejes relevantes para entender esta crisis:
-Motosierra en la obra pública: desde su asunción este gobierno hace alarde de un gran recorte del gasto público para reducir el déficit. En consecuencia, la suspensión de la obra pública ocasionó demoras en la terminación de las plantas compresoras en Neuquén y Salliqueló. El ajuste de este gobierno afectó directamente la capacidad de transporte del gasoducto que podría transportar hasta 11 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/d) en ese primer tramo. Se trata de obras importantes que podrían permitir reducir la cantidad de buques importados para pasar el invierno.
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-Frío adelantado: las temperaturas otoñales se encuentran en niveles más bajos de los normales. Todo parece indicar que el invierno no sólo se “adelantó” y sino que por el frío polar la demanda de gas será mayor de la esperada.Sin embargo, no es excuso, se pueden utilizar los pronósticos climáticos para anticiparse a estas situaciones, previsibles. Sobre todo cuando la implicancia es el aumento en la demanda del gas -para calefaccionar hogares y ambientes- que harán crujir la capacidad de provisión y transporte de este suministro, con impacto nacional.
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-Falta de previsión: la Secretaría de Energía que conduce Eduardo Rodríguez Chirillo, mostró que no hay plan para garantizar el suministro energético necesario para el funcionamiento de demandas básicas. Desde el entramado productivo y el consumo de los hogares, hasta la provisión de servicios.
El ahorro de dólares generado por la paralización de las obras en las plantas compresoras en Neuquén y Salliqueló, terminó redundando en una menor capacidad de transporte cuando la demanda de gas crece. En consecuencia, terminaron gastando más dólares para la importación de buques de GNL. El especialista Nicolás Gandini señaló en el programa Pasaron Cosas (Radio Con Vos) que los 12 cargamentos de gas oil importados tienen un costo aproximado de 500 millones de dólares, mientras terminar las obras del gasoducto como mucho tendrían un costo de 100 millones de dólares.
Además, por el adelantamiento del frío se tuvo que contratar un cargamento de GNL a Brasil, con un costo extra de 44 millones de dólares. La inoperancia queda a la vista.
-Problemas con el barco de Petrobras: de apuro Enarsa contrató el fin de semana un buque de GNL a la brasileña Petrobras, para evitar el desabastecimiento. Sin embargo, Enarsa y Banco Nación no cumplieron con los trámites administrativos pautados con Brasil para realizar el pago del cargamento. En consecuencia, el buque quedó atado al puerto de Escobar (donde se encuentra la estación regasificadora), y no descargó gas a tiempo para aminorar el impacto de esta crisis.
La consecuencia fue que por la baja presión de gas en el sistema nacional interconectado de gas -que pone en peligro la seguridad de esa red- Enargas tuvo que cortar el suministro. La presión baja provocada por la suba en la demanda y una oferta que no crece. Primero se cortó a las estaciones de GNC ya que tienen un sustituto que es la nafta, luego le tocó el turno a Cammesa, la generadora de electricidad. La crisis escaló tan rápido que se mandó la orden de interrumpir el uso del suministro a todas las fábricas, sean de contratos interrumpibles o no. Gandini remarcó que se estuvo a punto de llegar al desabastecimiento de barrios residenciales, algo que no pasó nunca.
Pasar el invierno
El gobierno festeja en redes por la recomposición del suministro, algo que no debería haber sucedido. Pasar el invierno bajo la conducción actual será toda una aventura. Milei dice que no hay plata y con ese mantra decidió suspender las obras públicas, incluso las de carácter estructural y estratégico para un país, como las que tienen el objetivo de garantizar el abastecimiento energético. En plena crisis del gas, Milei se paseaba por Estados Unidos, con fondos públicos.
Su propuesta es profundizar el modelo extractivista que rige en el país hace años, Vaca Muerta es su emblema. La Ley Bases incluye capítulos que aumentan el saqueo imperialista de los bienes comunes naturales y casi que prohíben la más mínima regulación ambiental, y mantienen enormes beneficios fiscales.
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Nada bueno puede venir de ese rumbo para los sectores populares y los trabajadores. No existe “efecto derrame” como quieren vender desde algunos sectores del peronismo. Las multinacionales saquean los recursos y se fugan todas las riquezas al mismo tiempo que aumentan la destrucción del ambiente. Son muchas las familias que viven encima de la roca de Vaca Muerta, y no tienen conexión de gas. Hace pocos días falleció un niño de la Colonia Rural Nueva Esperanza por un incendio ocasionado por un desperfecto eléctricoen la estufa que usaba su familia para calentar la casa. Un crimen social brutal.
Luis Caputo anunció que en junio se viene una nueva ola de tarifazos a la luz y el gas que afectará a los sectores vulnerables y medios. El acceso a estos servicios es un derecho del pueblo trabajador. Es necesario terminar con el lucro de las privatizadas, el peso de las facturas de luz es el mayor en 30 años.
La izquierda propone una salida de otra clase opuesta al consenso extractivista. Avanzar en una transición energética justa, urgente y realista, que ponga por delante los intereses sociales, en armonía con el ambiente. Nacionalizar sin pago las empresas bajo control, administración y gestión de los trabajadores, junto con técnicos y especialistas de la universidades públicas, realizando un plan que incluya un control de los usuarios populares.
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Guadalupe Bravo
Nacida en Trenque Lauquen, Provincia de Buenos Aires en 1985. Es economista, recibida en la UBA. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2004. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.