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Red Internacional
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Estados Unidos. Al menos 14 muertos en Amazon y otras fábricas que se negaron a cerrar durante devastadores tornados

La oleada de más de 30 tornados que azotó a seis estados del país desde el viernes, dejaron decenas de muertos, cientos de desaparecidos y ciudades y pueblos devastados. Entre ellos se encuentran seis trabajadoras de Amazon, que murieron porque el almacén de Jeff Bezos no paró la producción. Tampoco lo hizo una fábrica de velas en Mayfield donde hay ocho muertos y más de 100 desaparecidos.

Lunes 13 de diciembre de 2021 10:28

Al menos seis trabajadores de Amazon murieron luego de que un almacén colapsara cuando una devastadora serie de tornados arrasó seis estados de Estados Unidos desde el último viernes. Los jefes de Amazon en el almacén sabían de la amenaza y no hicieron ajustes al procedimiento estándar para mantener seguros a los trabajadores.

Tampoco lo hicieron en una fábrica de velas de Mayfield, en Kentucky, donde ocho trabajadores murieron y aún buscan a los otros 110 empleados que estaban en ese turno y que se encuentran desaparecidos, en medio de los escombros.

Crisis climática y codicia empresaria

En la última manifestación del empeoramiento de la crisis climática, los tornados de finales de la temporada en Estados Unidos arrasaron seis estados el viernes por la noche, matando al menos a 90 personas. Entre los muertos había seis trabajadores de Amazon que murieron cuando se derrumbó un almacén en Edwardsville, Illinois.

Los medios informan que se desconoce el número total de personas que trabajan en ese almacén, por lo que los rescatistas no saben el número exacto de personas que están buscando. Sin embargo, dado lo forma meticulosa en que Amazon rastrea y controla permanentemente a sus empleados, es difícil pensar que la gerencia no supiera cuántos trabajadores estaban presentes en el almacén en el momento en que golpeó el tornado.

A pesar de que se emitió una alerta de tornado para el condado de Madison horas antes de que el almacén fuera golpeado, todo siguió como de costumbre en las instalaciones de Amazon, que estaba en medio de un cambio de turno cuando llegó el tornado. Esta no es una situación inusual para Amazon. La socióloga Nantina Vgontzas dice que Amazon tiene un historial de negarse a cerrar almacenes en respuesta a eventos climáticos extremos. En los últimos meses, los conductores de Amazon han sido filmados por usuarios de redes sociales entregando paquetes mientras las nubes tornado se ciernen sobre sus cabezas.

Tras el colapso del almacén, Amazon emitió una declaración: "La seguridad y el bienestar de nuestros empleados y socios es nuestra principal prioridad en este momento". Nada mas cínico y lejano a la verdad.

Los trabajadores de Amazon no pueden llevar teléfonos celulares en los pisos del almacén, lo que les impide recibir alertas meteorológicas de emergencia y evita que sus seres queridos se comuniquen con ellos en caso de una emergencia.

Según señalaron varios trabajadores, la empresa esperaba que los trabajadores de Amazon en las instalaciones al otro lado de la calle del almacén derrumbado regresaran a trabajar al día siguiente. Otro trabajador de Amazon publicó en Facebook que le advirtieron que sería penalizado por faltar a un turno, incluso después de que la policía le dijera que se fuera a casa.

Mientras tanto, Jeff Bezos no dijo absolutamente nada ya que estaba ocupado celebrando su última aventura espacial mientras sus empleados murieron o desaparecieron en el tornado.

Las inhumanas condiciones laborales de Amazon son una ventana a cómo la clase dominante capitalista explota sin cesar a los trabajadores. Amazon ha sido criticado repetidamente, con pocas o ninguna consecuencia, por el aumento de las lesiones e incluso las muertes de los trabajadores, incluso cuando presiona a sus empleados y "contratistas" para que saquen los paquetes a una velocidad récord. Los trabajadores y conductores de los almacenes de Amazon ni siquiera tienen tiempo suficiente para ir al baño, lo que a menudo los lleva a orinar en botellas para maximizar la productividad, ya que se realiza un seguimiento de cada segundo de su trabajo . Este seguimiento no es solo para aumentar la productividad, sino que también actúa como una poderosa herramienta de disciplina para mantener a los trabajadores en línea. Al participar en tácticas intimidatorias para acabar con los sindicatos, como textos y reuniones antisindicales y vigilancia, Amazon ha demostrado ser abiertamente hostil hacia sus trabajadores.

Pero Amazon es solo un ejemplo de una explotación laboral tan atroz. Decenas de personas murieron durante los tornados del viernes cuando colapsó una fábrica de velas en Mayfield, Kentucky. La fábrica había estado operando las 24 horas del día, los 7 días de la semana durante la temporada navideña, pagando a sus trabajadores $ 8 por hora. Entre su plantilla también se encontraban personas privadas de su libertad que son utilizadas como mano de obra barata por acuerdos entre las contratistas de las prisiones y empresas privadas, y que terminaron ayudando con la operación de rescate.

Ahora, después de la brutalidad empresaria que mantuvo a los trabajadores dentro de la fábrica sin parar la producción cuando arrasaba el tornado, el Gobernador de Kentucky pide un "milagro". Es que al menos ocho trabajadores fueron confirmados muertos, pero hay aún 110 que se encuentran desaparecidos en medio de los escombros.

El verdadero milagro hubiera sido esperar que los empresarios cerraran la fábrica y dejaran a los trabajadores que se pongan a resguardo, ahora el pedido del gobernador solo raya el cinismo. Y al igual que en Amazon los dueños de la empresa de velas no dan los datos completos del personal que estaba trabajando y sus números no coinciden con los del Gobierno local.

Una vez más, se ve cómo los sectores más precarios y explotados enfrentan los peores efectos de la crisis climática.

No se trata solo de las fábricas, sino de urbanizaciones enteras devastadas donde las viviendas más precarias son las más golpeadas. Miles de personas perdieron sus casas, cerca de 50.000 continúan sin electricidad y las telecomunicaciones siguen sufriendo severos problemas, lo que dificulta la tarea de localización de personas cuyos familiares han dado por desaparecidos.

Al igual que en situaciones anteriores, como durante el huracán Katrina o el Ida, el presidente, en este caso Joe Biden, mandó a la Guardia Nacional para garantizar ante todo la propiedad privada. Con la excusa de tareas humanitarias en realidad e objetivo de las fuerzas represivas es mantener vigiladas, con orden explicita de disparar en caso de protestas, saqueos o muestras de descontento generalizadas de las miles de personas que quedaron en la calle y sin nada más que lo que llevaban puesto.

Ante situaciones como la de Amazon, Adnan Ahmed columnista de Left Voice, señalaba que "Es vital que los trabajadores tengan el control sobre todos los elementos de protección dentro de una fábrica ante desastres ambientales como los tornados. Por ejemplo, en el caso de una alerta de tornado, se debe permitir que los trabajadores se reúnan rápidamente y decidan colectivamente si el lugar de trabajo debe permanecer abierto y, de ser así, qué precauciones tomar. Amazon no solo no les dio a sus trabajadores ese poder sino que, aparentemente, no hicieron ajustes a su procedimiento operativo estándar para abordar la amenaza (por ejemplo, podrían haber permitido que los trabajadores monitorearan la situación en sus teléfonos). Ni siquiera hicieron eso y ahora al menos seis trabajadores están muertos".

"Jeff Bezos y los capitalistas como él no se despertarán un día con una brújula moral y de repente se preocuparán por sus trabajadores. A medida que se avecina la crisis climática y la pandemia continúa arrasando en todo el mundo, la clase dominante ya ha puesto sus ojos en colonizar el espacio, en lugar de tomar medidas significativas aquí. Continuarán extrayendo lo que puedan de los trabajadores y de este planeta, sin importar el costo en vidas o sufrimiento humano".

La unidad de las luchas contra las brutales condiciones laborales y contra la destrucción ambiental de los capitalistas se vuelven cada vez más urgentes y necesarias.