Compartimos a continuación una declaración de firmas emitida luego de la designación de Felipe Alessandri como presidente del directorio del GAM y ante la evidente crisis de la cultura, las artes y sus trabajadores/as. Invitamos a todas y todos a apoyar con su firma esta declaración y propuesta de programa de emergencia. Agrega tu firma al final de la nota
Jueves 12 de agosto de 2021
La pandemia ha empobrecido a la población mundial. Las y los artistas en Chile no somos la excepción. Sin teatros, cines o espacios culturales abiertos nuestra fuente laboral, que por sí misma ya es inestable y precaria, en muchos casos desapareció. Nos vimos en la necesidad de reinventarnos, adaptarnos a la vida a distancia. Trasladamos las artes y nuestras disciplinas a un mundo virtual antes ajeno. No recibimos ayuda, sólo por esfuerzos derivados de la organización hemos podido sobrevivir. Sin embargo el gobierno ha insistido en precarizar aún más la cultura y las artes, reducir el presupuesto dejándonos en el último lugar. Pero, ¿cómo es posible? La pobreza y el desempleo trajeron consigo problemas de salud mental generalizados,donde el arte, la cultura y el deporte podrían haber jugado un rol central.
Pero a este régimen político, gobernado por "los partidos de los 30 años", nunca le han interesado nuestras vidas, solo sus ganancias. Así como se han apropiado de recursos naturales, como el agua o el cobre, acelerando a través del extractivismo el calentamiento global a ritmos inusitados; tambiénse han apropiado de la cultura, transformándola en un bien de consumo para la , o en herramienta para la evasión de impuestos de las grandes empresas, a través de la Ley Valdés.
Para implementar este plan, se han hecho de cada puesto de administración de las instituciones culturales del Estado, buscando constantemente su privatización. Hoy ponen a dedo al odiado ex alcalde Felipe Alessandri en el directorio del GAM, el mismo de Aula Segura que en vez de potenciar la educación y resguardar los derechos de la niñez y la adolescencia, persiguió a estudiantes que se manifestaban.
La asignación del ex edil de Santiago está pensada para controlar y retener el potencial del sector cultural que en rebelión se mostró fuerte y cuestionador, especialmente a quienes desde el GAM han cumplido un rol de articular manifestaciones, cuyo escenario ha sido justamente la Alameda.
Por eso gritamos ¡Fuera Alessandri del directorio del GAM! No más pitutos en cultura ni puestos heredados por los gobiernos de turno. Que las y los trabajadores de la cultura y el pueblo administremos los centros culturales para que el acceso y el ejercicio de la cultura y las artes sea de las grandes mayorías.
¡Fuera Alessandri! Exijamos un plan de emergencia para enfrentar la crisis de la cultura y las artes
Hay que luchar por destinar de manera urgente un sueldo de emergencia de $600.000 para los cientos de miles de trabajadores y trabajadorass que han sido golpeados durante la pandemia.
Es necesario terminar con los despidos y que todos/as las y los trabajadores subcontratados y a honorarios pasen a planta, redistribuyendo los millonarios sueldos de altos directivos en entregar trabajo estable, sin precariedad.
Exigimos financiamiento permanente a las iniciativas culturales que no tengan fines de lucro administrado por un Consejo de Trabajadores del arte y la cultura.
Para financiar nuestro derecho al arte y la cultura: Nacionalización del cobre y los recursos naturales bajo gestión de los trabajadores.
Vamos por la apertura de todos los espacios públicos para la libre realización de actividades artísticas garantizando que existan escenarios, salas de ensayo y todo lo que requiere la producción artística.
Luchemos por un gran consejo nacional de trabajadores, artistas y comunidades (en reemplazo del actual ministerio), para formar una Red de centros culturales públicos y espacios para el desarrollo del arte y la cultura, que reciba recursos estatales, que sean administrados por sus trabajadores, donde la programación y distribución del financiamiento sea definido por los trabajadores del arte y la cultura. Con revistas de difusión cultural donde la editorial y el contenido sea discutida por estos mismo, el carácter de nuestra cultural la tenemos que decidir nosotros no un grupo de empresarios.
Pongamosle fin a las corporaciones de derecho privado y al mercado de la cultura. Hoy existen grandes centros Culturales como el GAM, que reciben grandes fondos del estado. El sistema de administración de los recursos del estado paga millones de pesos en sueldo a los directores, y se hacen llamar “Corporaciones sin fines de lucro”, mientras tienen a sus trabajadores en condiciones de precariedad de teletrabajo y presencialidad en la pandemia, así como de subcontratación y malas condiciones para trabajadores de aseo y seguridad. Necesitamos que los directores y administradores de los centros culturales sean electos por un mecanismo de voto universal de todos los trabajadores de la institución y sus comunidades; que sean revocables si estos lo pidieran.
El GAM tiene que ser estatizado, bajo gestión de sus trabajadores y trabajadoras, así como todos los grandes centros culturales.
¡Queremos Centros Culturales administrados por y para l@s trabajadores y el Pueblo!
Hay que terminar con la Ley Valdés, o Ley de Donaciones Culturales. La Ley Valdés se elaboró en el primer gobierno de la Concertación, su objetivo: incorporar tanto el apoyo estatal como el aporte privado al desarrollo cultural vía exención tributaria. De esta forma el estado renuncia a un 50% del cobro de impuestos a las empresas que impulsen y apoyen algún proyecto artístico, como por ejemplo lo hace Minera La Escondida (BHP Billiton) con el Festival Santiago a Mil y la ampliación del Museo Precolombino en Santiago, o CorpGroup y Fundación CorpArtes con el Festival Internacional de Cine, Sanfic, entro otras cientos de empresas.
Acabemos con el mercado y la elitización del arte y la cultura para el libre desarrollo de nuestra imaginación
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