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Red Internacional
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CÓRDOBA/ALBERDI. Alberdi: Un barrio que discute la problemática de la mujer

El sábado 31 de julio la Secretaría de Mujeres del Centro Vecinal de Barrio Alberdi, proyectó una novela titulada “Lo que callamos las mujeres” para compartir un debate con las vecinas en torno a problemática de la mujer.

Miércoles 3 de agosto de 2016

Con torta, mate y criollitos de por medio, se desató un debate que recorrió desde la doble explotación a la mujer trabajadora, hasta la dificultad de generar solidaridad entre las mujeres en un sistema capitalista basado en el individualismo. La novela proyectada relataba el caso de una empleada doméstica abusada por su patrón, y la solidaridad de otra trabajadora que la ayuda a denunciarlo. Entre idas y vueltas, se genera un grupo de mujeres que le permite a Camila, la protagonista adolescente de 15 años, salir de su situación de abuso y ganar el juicio contra su empleador.

Las mujeres reunidas en el Centro Vecinal hicieron uso de su voz para discutir y poner sobre el tapete la problemática de la mujer, su rol en el hogar, en las escuelas, en el trabajo y en la sociedad utilizando a la novela como idea disparadora.

Relatando experiencias personales, pero también opinando y criticando al machismo en todas sus formas, se generó un debate que cuestionaba al patriarcado y al Estado que lo avala y reproduce. Desde La Izquierda Diario hicimos una entrevista a Belén Arbelo y a Silvia Attwood, dos mujeres que impulsaron este espacio dentro del Centro Vecinal de Alberdi.

¿Por qué surge la iniciativa de crear un espacio de mujeres dentro del Centro Vecinal del Barrio Alberdi?

Belén Arbelo: La iniciativa surge hace dos meses partiendo de una necesidad planteada cuando se ganó la gestión del Centro. Existen distintas secretarías como por ejemplo planeamiento urbano, cultura, acción social etc. pero no está institucionalizado en el reglamento un espació con la temática de la mujer, no era una obligación. Así que nos empezamos a juntar los sábados con la idea de invitar a las vecinas, las mujeres a acercarse para conversar sobre las problemáticas de la mujer. Nos juntamos a tejer también porque pensamos que muchas mujeres no se animan a venir si les decimos “vamos a conversar sobre nosotras, sobre la sociedad” porque en el fondo es vernos a nosotras en una sociedad. Entonces pensamos que una buena excusa para encontrarnos es tejer, pero rompiendo con esa idea de que las mujeres solo nos juntamos para eso y no podemos juntarnos para pensar, para crear, para participar en un espacio político como es un Centro Vecinal.

¿Cuál es el objetivo de estas reuniones?

Belén Arbelo: Principalmente llegar a las vecinas, porque estamos en el medio de un barrio muy grande y que el Centro Vecinal sirva para que podamos decir que acá podemos participar todas, no tenemos que necesariamente participar de “grandes reuniones” ni pensar que la política está separado de lo cotidiano. Un Centro vecinal es una instancia más cercana al vecino y a la vecina, que muchas veces vienen por otras inquietudes y se encuentran con este espacio que las hace sentir cómodas y las va animando a de a poquito irse comprometiendo un poco más.

Silvia Attwood: Tiene que ver con eso. Como dice Rodolfo Kusch, es el “estar siendo”. Más que buscar un objetivo formal, tiene que ver con cómo nos miramos nosotras en la construcción propia, la construcción en grupo, la construcción de la sociedad, que modelos podemos interpelar y como esos modelos están permeándonos y de que maneras nos están inmovilizando y de que otras maneras si podemos desprendernos de algunas sujeciones que no nos hacen bien. Que en definitiva por ahí no estamos comprendiendo, o que creemos que la culpa pasa por otro lugar y se trata de poder abordar la inmersión de nuestros cuerpos en un sistema y que está pasando ahí, como podemos dar una lucha desde la desnaturalización, cuestionarse todo aquello que esta naturalizado porque siempre fue así. En los encuentros donde nos juntamos a tejer, no solo tejemos lana, sino que estamos tejiendo la palabra y cada palabra conlleva, connota y trasunta un montón de reproducciones sociales. Como veníamos hoy en la película no es lo mismo llamarse “sirvienta” o “trabajadora del hogar”. La palabra ahí está haciendo un juego interesante para ayudar a desnaturalizar, para ayudar a re-categorizar y empoderar. Eso tiene que ver con el “estar siendo” cada día, atrevernos a mirarnos en un espejo, que no nos construyeron otros, sino que cada una va buscando que esta reflejando ese espejo, que tiene que ver con lo que somos.

¿Qué llegada ven hasta ahora en las mujeres del Barrio Alberdi?

Belén Arbelo: Falta mucho porque somos un grupo todavía pequeño para lo que uno aspira, que es que el centro vecinal sea reflejo y esté al servicio de las vecinas y los vecinos. Entonces falta, pero en el grupo que somos vamos conversando un montón de cosas desde la vía cotidiana, vamos pensando un poco más allá, saliendo desde la individualidad para pensar que pasa con la sociedad, con las mujeres y plantearse cosas que no necesariamente solo tienen que ver con la violencia del hombre hacia la mujer, sino que el problema de la mujer tiene que ver con muchas más cosas que va sufriendo y que va haciendo que la sociedad la vaya postergando, la vaya reprimiendo en el trabajo, en su hogar y en un montón de otras circunstancias. Sin embargo, por encima de eso está el protagonismo de las mujeres, entonces invitar a las vecinas para que vengan es invitarlas a que nos sumemos a reflexionar y a ser protagonistas del cambio en cuanto a la problemática de la mujer, y eso lo vamos a ir haciendo entre todas.

Silvia Attwood: Me parece que el cine-debate de hoy es un metro más a la bufanda que estamos tejiendo en este invierno todos los sábados. Fue un buen metro, porque vinieron muchísimas mujeres, de todas las edades, de todos los modos de comprender el mundo, y todas pudieron expresarse y conocer. Me parece que es un crecimiento lindo el que se dio en el encuentro de hoy, yendo siempre para adelante.

Belén Arbelo: Si, totalmente. Y otra cosa que notamos es que la cuestión de la mujer es una cuestión muy sensible en la sociedad en general y cuando salimos a volantear, a invitar, o conversamos con alguna vecina, hay una sensibilidad muy a flor de piel apenas decimos “nos juntamos las mujeres”, ni siquiera decimos para qué, o que es en profundidad. Pero se nota una sensibilidad, entonces te hace reconocer que algo no está bien en cuanto a nosotras, lo que estamos viviendo como sociedad. Y eso no hace falta intelectualizarlo mucho, es como si fuera tierra fértil. Vamos con un volante, conversamos con una vecina, y aunque no se animen a venir de entrada siempre están preguntando y rondando. Entonces, me parece que lo máximo a lo que podemos aspirar el espacio de mujeres dentro del Centro Vecinal es que la gente se sume.

Silvia Attwood: “Donde falta se produce”. Yo creo que lo que dice Belén es eso. Como es la tierra tan fértil que enseguida se prende la semillita de juntarse, de comunicarse, de contarse cosas. En la medida que sigamos sintiendo la falta de equidad vamos a seguir planteando una necesidad, y estos espacios se van a producir.

Las mujeres tejedoras de Alberdi se reúnen todos los sábados a la 10:30 am, en el Centro Vecinal (Cristobal Aguilar 1890). Tejen lana, tejen ideas y tejen una lucha colectiva de mujeres dispuestas a formar espacios de discusión para visibilizar sus voces y romper con las cadenas opresivas del patriarcado.