Las declaraciones del Presidente en los medios y el intento de mostrar las consecuencias del Coronavirus como inevitables. Cuarentena y la pregunta ¿a quienes les pega de lleno la tormenta?
Diego Iung @IungDiego
Miércoles 25 de marzo de 2020 21:25
Desde hace días rige el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. Prácticamente todos los días, y a veces más de una vez por día, el presidente Alberto Fernández viene apareciendo en distintos medios de comunicación para hablar sobre la situación general del país, alrededor de la crisis sanitaria y económica que se está desarrollando.
Ya van 6 días de cuarentena y la expectativa va creciendo, especialmente en los barrios populares, entre aquellos que trabajan en negro o a duras penas viven de hacer changas. Todos los medios de comunicación y varios funcionarios vienen anunciando que la prohibición de salir de las casas se extendería hasta el 13 de abril, de mínima. Anuncian que reforzarán los controles y la presencia de las distintas policías en los barrios para controlar que esto se cumpla, mientras la policía se zarpa con los pibes.
“Cuidémonos quedándonos en casa”, insistía este miércoles el Presidente en el programa de Verónica Lozano. Pero, ¿Qué pasa cuando quedarse en casa significa hacinarse entre 4, 5 o 6 personas en una habitación?, ¿Cómo es pasar la cuarentena cuando no se puede vender ese par de medias, hacer las 10 horas en negro de siempre en la fábrica?, ¿Cómo se sigue estando suspendido y cobrando la mitad del sueldo y si, encima, cuando vas a la verdulería te encontrás con que el precio de productos esenciales como la papa o la cebolla, entre otras, ya están 40 % más caros en los pocos días que pasaron? ¿Cómo se pasa el encierro?
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Alberto planteaba en vivo para los miles que lo miraban por la tele un supuesto dilema: “cuidar la economía o cuidar la vida, yo elegí cuidar la vida”. La pregunta venía con respuesta. Pero también agregaba justo después, en letra no tan chica: “Es una tormenta, algunos van salir mas mojados que otros”. Mientras, hoy en la Argentina contamos con los datos que dan cuenta de como los grandes laboratorios argentinos como Roemmers o Bagó facturan miles de millones. Otro de ellos, Gador facturó en 2018 nada menos que 13.893 millones de pesos. Estos días sus ventas se multiplican y los precios de sus productos vuelan en las farmacias. Están en sus manos muchos de los recursos para abastecer una salud deteriorada.
Sin embargo, mientras en los barrios no hay ni alcohol en gel, no paran de llenar sus cuentas bancarias. Parece que son de “los otros”, aquellos a los que la tormenta no los toca. Otro que pasaba la crisis sin salpicarse es el gerente de la cerealera Vicentín, que fue noticia por encontrarse paseando con su yate denominado “Champagne” en pleno Paraná.
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La diferencia con las tormentas y la resolución de las crisis, es que las primeras son fenómenos naturales...que unos ganen mientras otros padecen la pandemia y la crisis es una decisión política, la de seguir favoreciendo a los mismos de siempre.
Para atravesar la pandemia, no sólo enfrentando en lo posible las consecuencias médicas, sino también las peores consecuencias del hacinamiento, con toda su exposición a las enfermedades y ante un crecimiento de la pobreza que amenaza cada vez con volverse hambre, es necesario tomar medidas que incluyan la prohibición de despidos, así como un la creación de un salario social igual al valor de la canasta familiar, considerando que ya la línea de pobreza se encuentra en $ 41.000. También es necesario que los servicios públicos no se facturen durante lo que dure la crisis. Todo esto puede hacerse sobre la base de afectar las ganancias de los grandes laboratorios, de las empresas privatizadas o de las empresas de salud privada, entre otras. No es necesario recibir la tormenta con el pecho.