El Consejo Directivo de la facultad de Ciencias Económicas se reunirá hoy a las 9 de la mañana para votar nuevo decano, luego de la renuncia escandaloso de José Luis Giusti. el decano PRO, envuelto en denuncias de corrupción.
Domingo 3 de mayo de 2015
A menos de dos semanas menos de dos semanas del escándalo desatado que forzó la renuncia de Giusti, sin dar ninguna respuesta a las acusaciones por corrupción, la gestión elegirá su reemplazo. Todo apunta a que sería elegido César Humberto Albornoz, Coordinador General de la Secretaria de Hacienda y Administración, en la órbita de Emiliano Yacobitti, secretario de Hacienda de la UBA.
Giusti había llegado a su puesto como fruto de un pacto entre kirchneristas, radicales y PRO para repartirse los espacios de poder, y abundantes cajas de dinero de la UBA. Como evidenció la retirada del ex SIDE Darío Richarte, ex vicerector de la UBA, las alianzas están en crisis. La disputa abierta tras las paredes de las oficinas de los funcionarios, están provocando importantes modificaciones y reordenamientos políticos.
Con el cambio de mando, Económicas quedaría bajo la dirección casi total del partido Radical y del presidente de su comité porteño, Emiliano Yacobitti. Este último es conocido por haber estado involucrado, en más de una oportunidad, en la agresión física a estudiantes, y está acusado de complicidad con Giusti en la malversación de fondos del hospital de Clínicas. En la actualidad es uno de los principales impulsores de la candidatura de Martín Lousteau.
Es la forma de funcionamiento anti democrática de los órganos de gobierno de la UBA la que permite la situación actual. No hay control posible por parte de las decenas de miles de estudiantes y la enorme mayoría de profesores cuando sólo una minoría de profesores concursados son quienes eligen a la mayoría de los integrantes de los Consejos Directivos (donde se elige a los decanos). En Económicas son sólo 660 los profesores concursados, menos del 20% del total; mientras el 60% trabaja “ad honorem”, es decir, sin remuneración alguna.
La duración de las carreras, el plan de estudios, la designación de docentes, las condiciones de cursada, entre otras cuestiones claves para los alumnos, dependen del decano. Los estudiantes al no ser un factor determinante con su voto a la hora de elegir a la autoridad máxima de la facultad, ven suplantados sus intereses por los de un grupo reducido que tiene los suyos propios.
A consecuencia de mantenerse vigente la Ley de educación superior, sancionada en 1995, las universidades aumentaron de forma exponencial su financiamiento con fondos privados. Albornoz, de ser electo, podrá disponer de 66 % del presupuesto proveniente, en su mayoría, de acuerdos con grandes empresas. No sólo cobrará un salario de más de $100 mil pesos mensuales, muy por encima de la media: gestionar la facultad de Económicas podría equipararse a ser el CEO de una sociedad anónima vinculada a multinacionales como la Ford y Techint.
En diálogo con La Izquierda Diario, Diego Talice, estudiante de la carrera de Economía, secretario de DDHH contra la impunidad y la represión de la FUBA y militante de la Juventud del PTS afirmó: “Somos muchos los estudiantes que nos oponemos a que unos pocos traten de enriquecerse a costa de la educación pública. Si eligen a Albornoz continuarán los escándalos por corrupción y avanzará la privatización en nuestras carreras. Para terminar con esta situación, exigimos la reforma de los estatutos para que en los Consejos Directivos haya mayoría estudiantil, claustro único docente, voz y voto para los trabajadores no docentes; y que todo funcionario de la UBA cobre lo mismo que un docente”.. Y agregó: “Exigimos que se ponga en pie una comisión investigadora independiente, compuesta por referentes notables de la universidad, docentes, estudiantes y no docentes, para esclarecer los casos de corrupción, ya que no pueden ser los acusados los responsables de investigarse a sí mismos”.
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