La Izquierda Diario habló con la integrante del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos e hija de desaparecidos.
Jueves 31 de marzo de 2016
Seguramente leíste la columna de opinión de Alfredo Leuco en Clarín pidiendo nuevos organismos de DDHH. ¿Qué opinión tenés?
Sí, la leí y lo primero que me sale es decir que merece todo mi repudio. Leuco está actuando como uno de los tantos voceros que quieren hacer retroceder décadas la lucha contra la impunidad.
Este llamado a la formación de nuevos organismos de DD.HH. se intenta fundar en la supuesta existencia de “nuevos” valores que estarían, según él, representados por la nueva era de diálogo que trae el gobierno de Macri. Sino fuera porque hay hechos dramáticos, resultaría cómico leer semejantes cosas.
¿Cuál sería el dialogo y la fraternidad con las decenas de miles de trabajadores que han sido despedidos en esos meses? Hoy (por el miércoles NdR) se conocieron cientos de despidos en diversas dependencias nacionales. ¿Eso se consensuó con los trabajadores? No.
Pero los “nuevos valores” de Leuco tampoco dicen nada de rechazar las brutales actitudes represivas de la policía o de otras fuerzas. Hace pocas semanas tuvimos el ejemplo de los jóvenes y niños de la murga del Bajo Flores, reprimidos por la gendarmería de Patricia Bullrich con balas de plomo. ¿Eso es convivencia?
Todos estos voceros del gobierno hablan de “terminar con los 70”, de “mirar al futuro con esperanza” y “parir lo nuevo”. Pero son todas frases hechas para cubrir o justificar el ajuste que se está llevando adelante en el país.
Leuco incluso llegó incluso a escribir sobre la libertad absoluta como bandera. La verdad no sé cómo le da la cara. Este periodista defiende a un gobierno que propuso un protocolo anti manifestaciones, es decir un serie de medidas para coartar el derecho a la protesta. ¿Esa es la libertad que proponen?
¿Cómo se explican este discurso de Leuco?
El ataque a los organismos de Derechos Humanos se da como respuesta a la multitudinaria movilización a 40 años del golpe genocida. Esa jornada mostró que la pelea por el juicio y castigo a los militares y a los empresarios que llevaron adelante el golpe más sangriento en la historia de nuestro país, sigue teniendo absoluta vigencia.
Las declaraciones de Leuco no son una cosa aislada. Son muchas las voces que, desde la derecha, atacan la pelea contra la impunidad. El domingo, un día después de la nota de Leuco, aparecía otra en La Nación, postulando las mismas ideas. La escribía el periodista Pablo Sirven y se titulaba “No más golpes a la Memoria”. Provocativamente volvía a insistir en que no fueron 30.000 nuestros familiares y compañeros detenidos desaparecidos. Además vuelve a plantear dividir a las “víctimas inocentes” de los “combatientes”. Con esto intentan que se instale con fuerza nuevamente la teoría de los dos demonios.
Hay que recordarles a estos pseudo-periodistas que existen muchos límites a sus pretensiones. Se expresaron justo la semana pasada, con las masivas movilizaciones en todo el país. Además el rechazo y la lucha contra la teoría de los demonios es una cuestión que hace décadas venimos llevando adelante miles de familiares, hijos de desaparecidos y compañeros sobrevivientes.
Yo misma me inicié a la lucha desde muy chica, en un marco donde primaba la absoluta impunidad, peleando contra muchos que defendían el accionar de los genocidas. Esa lucha la continuamos en los primeros juicios que se abrieron luego de la anulación de las Leyes de Obediencia Debida y Punto final. Ahí logramos, desde el CePRoDH y otros organismos independientes, con nuestra compañera abogada Myriam Bregman –hoy diputada nacional-, la primera condena por genocidio en nuestro país.
Esa pelea la dimos en todos y cada uno de los juicios en los que fuimos querellantes. Demostramos que en nuestro país no hubo un golpe dado por unos militares desquiciados sino que fue un plan ideado, financiado y llevado adelante por los grandes empresarios junto al imperialismo yanqui que este gobierno tanto reivindica, un verdadero genocidio de clase, que no tuvo otro objetivo que derrotar el proceso de lucha y organización de una generación como la de mis viejos, de trabajadores, estudiantes jóvenes que luchaban contra la explotación y la opresión.
Precisamente estos periodistas hablan de “dejar atrás los 70”. ¿Qué reflexión te merece?
No se puede dejar de discutir sobre los años 70. El mismo empresariado que organizó el golpe militar hoy está impune, junto a miles de genocidas que todavía revistan en las fuerzas represivas. No hay que perder de vista que lo quieren es garantizar la continuidad de esa impunidad.
Leuco y otros periodistas de la derecha hacen una crítica a los organismos de DDHH que estuvieron ligados al kirchnerismo.
Lo primero es que es hay que repudiar todo ataque de la derecha a los organismos de DDHH, porque su único objetivo es desprestigiar la pelea contra la impunidad.
Esto no quita que nosotros hemos sido muy críticos del alineamiento de esos organismos con los gobiernos kirchneristas. Ese alineamiento los llevó, por ejemplo, a no denunciar durante años muchos graves ataques a las libertades democráticas.
¿A cuales te referís?
Por ejemplo, nunca reclamaron activamente por la aparición de nuestro compañero Julio López. Tampoco fueron críticos de muchas de las represiones que llevó adelante este gobierno contra protestas de los trabajadores o de otros sectores, como quienes peleaban contra la megaminería.
Nosotros desde el CeProDH denunciamos todas estas cuestiones que te nombro. También lo hicimos con el espionaje y la infiltración que significó el Proyecto X o medidas como la Ley Antiterrorista. Pero también con problemas de represión como el gatillo fácil y el asesinato de miles de jóvenes de las barriadas populares, que llevaron adelante las policías provinciales y la Federal.
Los Organismos de Derechos Humanos hoy, lejos de lo que pueden decir Leuco o algunos otros, se muestran más necesarios que nunca. Al contrario de lo que dice el periodista de Clarín, hay que fortalecerlos para impedir la represión a los trabajadores y los sectores populares. Hay que rodear de solidaridad a quienes enfrentan el ajuste.
¿Cómo se manifiesta la impunidad de genocidas y cómplices civiles hoy?
Como decía anteriormente, gracias a la enorme lucha por décadas, logramos que fueran condenados un poco más de 600 genocidas. Eso es algo que tenemos que defender contra toda política de la casta judicial que, aprovechando los “aires de cambio” del macrismo, quiere otorgar absoluciones o paralizar el desarrollo de las causas.
Sin embargo, en un país donde está comprobado que hubo 600 centros clandestinos de detención, el número de condenados está todavía muy lejos de significar un avance sustancial en terminar con la impunidad.
En ese marco, tenemos que tener bien claro que el objetivo principal de esta campaña derechista montada desde los medios es consagrar la impunidad para los civiles que fueron cómplices, esencialmente para el gran empresariado.
En estos días festejamos la condena al empresario Levin en Salta. Levin era el dueño de La Veloz del Norte, donde funcionó un centro clandestino de detención. Pero hay que decir que es el primer empresario condenado en 40 años, lo que habla de la lentitud de las causas contra un sector que, desde hace mucho tiempo, fue reconocido como el principal beneficiando del genocidio.
Los dueños de la Ford, Mercedes Benz, los Blaquier o Editorial Atlántida, por dar sólo unos pocos ejemplos, tienen una impunidad absoluta pese a las contundentes pruebas sobre su participación directa en el genocidio.
Obviamente pretender que un gobierno como el de Macri avance en ese camino es completamente utópico.
¿Qué visión tenés del homenaje que Obama y Macri hicieron en el Parque de la Memoria?
Previo a su llegada a la Argentina, junto con otros familiares de desaparecidos y compañeros ex detenidos como Elia Espen, Victoria Moyano, Enrique “Cachito” Fuckman, sacamos una carta expresando nuestro más enérgico repudio a la visita de Obama a nuestro país y particularmente al Parque de la Memoria.
Después, cuando ves las imágenes en televisión, te da mucha bronca. El homenaje de Macri no puede ser más cínico. Su familia y él hicieron su fortuna en la época de la dictadura. Yo, sinceramente, lo considero un agravio a nuestra memoria, un insulto a la memoria de nuestros 30.000 compañeros desaparecidos.
¿Qué opinás sobre la desclasificación de los archivos anunciada?
Nosotros siempre lo hemos exigido y lo seguimos haciendo. Nuestra compañera Myriam Bregman lo volvió a plantear nuevamente a través de un proyecto de ley. Muchas veces los gobiernos negaron que esos archivos existieran. Pero en el caso de la causa que se sigue por la desaparición de mis padres, la ex SIDE admitió tener información reservada que no es pública. Por eso lo seguimos haciendo. Seguimos pidiendo que se abra y desclasifique todo.
Pero tenemos todo el derecho a dudar de Obama. Por ejemplo, nos preguntamos ¿vamos a poder acceder a la información que permita juzgar a los responsables de empresas norteamericanas como Ford, que tuvieron centros clandestinos dentro de sus plantas? ¿Los funcionarios norteamericanos que apoyaron el golpe podrán ser juzgados?
Obviamente todos los archivos que puedan servir vamos a utilizarlos para profundizar la pelea contra la impunidad. Pero sabemos que eso implica seguir organizándonos y luchando. Todo lo que se logró en estos años fue gracias a la lucha.
Alejandrina Barry es referente del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos y del PTS. Querellante en el juicio de plan Cóndor, por el asesinato de sus padres y el secuestro de ella en Uruguay. También es querellante contra los dueños de Editorial Atlántida.