En una final apretada entre los seleccionados de Chile y Alemania, fue el conjunto europeo quien se quedó con la corona de la Copa Confederaciones de Rusia 2017. Después de una gran presentación, ahora la selección chilena tiene todas sus cartas en miras al mundial de Rusia 2018.
Lunes 3 de julio de 2017
Este domingo, en uno de los lugares que hace 100 años fuera el escenario de la primera revolución obrera y socialista, se vivió la final de la Copa Confederaciones Rusia 2017, entre Chile y Alemania, la cual quedó en manos del seleccionado alemán. Nuevamente una generación de futbolistas chilenos, que no termina de sorprendernos ante sus logros y avances futbolísticos, la llamada “generación dorada” supo pararse en la cancha frente a frente a uno de los seleccionados más imponentes de décadas como lo es Alemania.
La selección chilena, mostró gran jerarquía en el juego, caracterizado como lo viene hace desde la época de Sampaoli de un gran control del juego, posesión del balón por encima de su rival y una mano llena de cartas de opción para abrir el marcador. Pero, fue pasado los primeros 20 minutos que el cuadro rojo se vio sorprendido por un gran error de Marcelo Díaz, que ante una confusa salida perdió el balón ante la delantera alemana, regalando el espacio y oportunidad indiscutible para que fueran los germanos quienes abrieran la cuenta. Sin duda, un golpe que tuvo algunos desarreglos en la moral del equipo, pero que no bastó para dejarlos en el piso.
Durante el segundo tiempo, si bien hubo alguna que otra llegada de la selección de Löw, Chile siguió manteniendo el ritmo de juego bajo su propia posesión, mientras Alemania jugaba a esperar cual pérdida de balón o una mala posición de los chilenos para contragolpear. De ahí en adelante, vimos algo que no es de costumbre, a una selección alemana que era capaz de todo para mantenerse arriba en el marcador, cuando se vio la retención descarada de balón por parte de Can o jugadores germanos buscando provocar para desestabilizar a Chile. Esto no mostraba más que la roja seguía posicionándose como superior en el campo de juego.
Finalmente, peleando hasta las últimas pelotas, incluido un tiro libre de gran opción por parte de Alexis Sánchez no fueron lo suficiente para encontrar el alargue. Con esto Alemania se coronó campeona por primera vez de la Copa Confederaciones. Por otra parte, la misma selección europea dio a conocer y reconoció a través de gestos lo que ha hecho esta selección de Chile, que ya ganando dos Copas Américas y disputando la final de la Copa Confederaciones, se ha ganado todos los lugares en el mundo del fútbol, algo que hace una década era impensado para el balompié de este país.
Foto: deportescn.com
Ahora queda el camino abierto por seguir disputando las eliminatorias, que llevarán a las selecciones del mundo al próximo mundial de fútbol de Rusia 2018, donde la “generación dorada” se ha ganado la confianza y las más altas expectativas de la hinchada en torno a por qué no pensar que el broche de oro de esta generación, puede ser nada más ni menos que la mayor corona del fútbol internacional.
Sin dudas, nuestra generación que creció sólo entre derrotas del fútbol chileno, se siente agradecida de poder presenciar a una selección histórica, ahora también nos toca a nosotros a los trabajadores seguir avanzando, para posicionarnos también como la clase histórica que puede transformar el mundo en tiempos de crisis del capitalismo, más allá de las banderas, más allá de las fronteras.