Integrantes del PRI y PAN maniobran para que exista una nueva redacción del dictamen de la comisión de transparencia sobre el caso de corrupción con el empresario Odebrecht.
Joss Espinosa @Joss_font
Jueves 23 de marzo de 2017
Tras destaparse el caso de corrupción del empresario brasileño Marcelo Odebrecht y los vínculos con los gobiernos de Felipe Calderón y Peña Nieto, ahora representantes de dichos partidos ponen frenos para que la investigación no continúe y los contratos que se tienen no se cancelen.
En la conferencia de medios “Corrupción e impunidad. El caso de la empresa Odebrecht”, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, señaló que el Departamento de Justica de EU reveló que mandatarios y altos funcionarios de 12 países, entre ellos Alan García, Lula da Silva, Alejandro Toledo y Felipe Calderón Hinojosa, recibieron 778 millones dólares en sobornos por parte de esa empresa brasileña a cambio de contratos millonarios en el ramo energético, entre 2000 y 2016.
El escándalo incluye numerosos contratos, y vínculos con los gobiernos de Veracruz, Hidalgo y Guanajuato, además de que Odebrecht declaró que entre los años de 2010 y 2014 había entregado 10.5 millones de dólares a funcionarios mexicanos para que aceptaran contratos. El ex presidente Felipe Calderón y el actual presidente Peña Nieto también están implicados, según la confesión del director de la empresa, hoy detenido.
Por un lado el PRI, hizo lo posible para que la Comisión de Transparencia no pudiera sesionar por falta de quórum, en esa sesión se votaría la cancelación de los contratos entre México y las empresas involucradas. A pesar de esto la comisión de transparencia sesionó, y el PRI nuevamente hizo una maniobra para que se cambiara la orden del día y no se votará lo correspondiente al caso Odebrecht.
Por su parte el PAN, propuso aplazar el día, para que se pudiera hacer una nueva redacción del dictamen y los contratos pudieran ser revisados sin necesidad de cancelarlos.
A pesar de que la investigación no se ha cancelado, el PRI y el PAN han puesto trabas para que la investigación no se desarrolle a fondo. Quieren evitar a toda costa un nuevo pico de crisis que podría detonar otro escándalo de corrupción para el gobierno de Peña Nieto y sus partidos asociados. Uno más, luego de las mansiones varias dadas a conocer de la primera dama y de otros funcionarios como Luis Videgaray.
Con esto se deja en claro nuevamente, al servicio de quién es que están los gobiernos, son los empresarios los que engrandecen sus bolsillos. Y también queda claro, que los partidos patronales pondrán las barreras necesarias para que no se sepan estos casos o no procedan las investigaciones que traen más crisis de legitimidad de los gobiernos de Peña Nieto y Calderón.
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