El sindicato la Alimentación se reunirá el martes con el Gobierno y empresarios del sector para acordar un aumento salarial. Daer dijo que de no haber entendimiento podrán haber “paros sorpresivos”.
Sábado 27 de mayo de 2017
“De no alcanzar un acuerdo el 2 de junio próximo, el gremio iniciará el plan de lucha con paros sorpresivos”, advirtió Rodolfo Daer, titular de la filial Buenos Aires del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) y exsecretario general de la CGT durante dos períodos.
Ese día culmina el período de conciliación obligatoria y la organización sindical quedará habilitada para realizar medidas gremiales, en el marco de un conflicto con las cámaras empresarias del sector que apenas ofrecieron un incremento del 18 %, por debajo del 30 % pretendido por el gremio y muy lejos del 40 % que reclaman los trabajadores.
En declaraciones a FutuRock FM, el dirigente gremial aseguró que respeta “la responsabilidad con la que actúan las conducciones de otros sindicatos” y afirmó que hay organizaciones “golpeadas” como consecuencia de “las políticas económicas de apertura indiscriminada del Gobierno”. Pero sin embargo no reconoció siquiera la situación en la que se encuentra hoy el sector producto del ajuste que aplican las empresas y el Gobierno gracias a la tregua que mantiene la conducción del sindicato con ambos.
“El Gobierno procura generar mecanismos flexibilizadores de los convenios colectivos. El sector de la alimentación es sin embargo el menos golpeado porque no sufrió suspensiones ni despidos”. Increíble afirmación viniendo del principal dirigente del sector. ¿Y Bimbo Pilar?, ¿Y La Campagnola?, ¿Y Felfort?, ¿Mondelez Pacheco?, ¿ Y Cresta Roja?. Por no mencionar los cierres de Alco-Canale o Georgalos. Supongamos por un instante que fue “un olvido” (o algunos cuantos).
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Con respecto al convenio colectivo, puntualmente el de Alimentación fue cerrado en 1994 firmado por el expresidente Carlos Menem, Rodolfo Daer y la Copal en el que se incluye la cláusula de Polifuncionalidad de Tareas, que obliga al trabajador a desarrollar cualquier tarea, incluso si está por debajo de su categoría, siendo el pionero en facilitar y garantizar la flexibilización laboral y el ataque a los derechos laborales históricos de los trabajadores.
Es por esto que es un convenio “ejemplo” para otras patronales, pero en el sector que dirige Daer las empresas sólo necesitan implementar el convenio vigente en cada fábrica, para lograr de esa manera aumentar la productividad a expensas incluso de la salud de los trabajadores, como el convenio Mantecol en Mondelez Planta Victoria (exStani) donde aumentaron los días y horas laborales, extendiendo la jornada laboral a los fines de semana.
Por su parte la Agrupación Bordó, opositora a la conducción de la Verde, convocó a formar un bloque independiente a todas las agrupaciones y CI opositoras en la marcha del lunes exigiendo el 40 % de aumento, la anulación del impuesto al salario, trabajar de lunes a viernes para tener los fines de semana para descansar y exigiendo asambleas en todos los STIA del país para resolver un plan de lucha que permita imponer los reclamos a la patronal del sector.
Ese bloque se conformó con las Comisiones Internas de Mondelez Victoria, Pepsico y Knorr Unilever, junto a los trabajadores de las listas Naranja y la Bordó -de Pepsico, Mondelez-Victoria, Mondelez Pacheco y Felfort- junto a la agrupamiento Franja Morada, de Mondelez-San Luis, es el que denunció que los aumentos son posibles porque las empresas de la rama alimenticia son parte de los sectores que más ganaron en 2016 y en ese marco, exigió el 40 % y planteó la necesidad de un plan de lucha que permita conquistarlo.
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