El lunes por la noche José Cano encabezó la primera manifestación convocada por su espacio, el Acuerdo para el Bicentenario. Aunque no llegó a las 20.000 personas del domingo, fue suficiente para opacar el congreso del PJ tucumano que encabezó Manzur, quién se proclamó nuevamente ganador.
Maximiliano Olivera @maxiolivera77
Miércoles 2 de septiembre de 2015
A la conquista de un liderazgo
Cano busca sumar imágenes que lo proyecten como el jefe de la oposición local. La primera, quizás, fue ser el centro de una conferencia de prensa con los dirigentes de la oposición nacional. Con seguridad, su discurso en la explanada de la Casa de Gobierno fue la segunda.
Habrá que ver si la imagen de su caminata codo a codo con el peronista Germán Alfaro sobrevivirá al paso del tiempo. Alfaro volvió a la esfera pública tras un prudente silencio después del escrutinio provisorio que lo dejó en la puerta de la intendencia capitalina. El turno del raid mediático en la televisión nacional fue para Domingo Amaya.
A las imágenes Cano le sumó palabras. Su discurso fue dirigido no tanto a quienes estaban presentes en la Plaza Independencia sino a los llamados “independientes”, aquellos que cuestionan las elecciones fraudulentas sin que eso implique un aval a Cano. Temprano, el radical decía en Twitter que no marchaba “para que gane uno u otro candidato, luchamos por el derecho de la gente a elegir con libertad“. En su discurso, para forzar una identificación, utilizó los mismos conceptos para referirse a las marchas de la semana pasada. Sin decirlo, Cano también planteó que las movilizaciones cumplieron un ciclo. “Esta va a ser la última en la que participo”, sostuvo.
De conjunto, el discurso del diputado nacional apeló a lugares comunes y a reivindicaciones sentidas, como el 82% móvil, o hablar de la lucha contra la impunidad con la presencia del Alberto Lebbos en el canomovil, saludando inclusive la presencia del Partido Obrero. Esta suerte de “giro a la izquierda” en las palabras del radical choca con los apoyos y elogios de Mauricio Macri.
El cambio más rotundo en Cano fue su pedido de “una ley que se adecue a la Constitución”. El pedido fue dirigido a José Alperovich. ¿Acaso Cano quiere una ley que mantenga los acoples, amparados en el artículo 43 de la Constitución provincial? En el sistema de acoples, incorporados a la Constitución en 2006, se perpetró el fraude.
A pesar de que insista con la apertura de todas las urnas y con los embates a la Junta Electoral, las ideas de Cano se centran en la desmovilización y una salida negociada entre cuatro paredes. Las movilizaciones y la exposición mediática fueron utilizadas para negociar en mejores condiciones. Golpear para negociar. ¿Algunas diferencia con Alperovich y el PJ?
"Buenos pero no tontos"
Con escasa diferencia de tiempo a la marcha de Cano, el PJ tucumano convocó un plenario para emitir un documento sobre la coyuntura. Irónicamente, la UCR ganaba la calle y el peronismo se recluía en su sede. Aun así todos remarcaban que el conclave era un “desahogo ante la necesidad de festejar el triunfo en las urnas”. El documento y las palabras de los dirigentes no difieren mucho de las que utilizaron la semana pasada: exigen se respete el resultado de las urnas, y que la oposición reconozca la derrota así como el PJ reconoció la suya en algunos municipios.
“Los peronistas somos buenos pero no tontos”, decía Juan Manzur en su discurso de cierre. El peronismo tucumano se declaró “en estado de alerta y movilización para defender el voto popular”. Aunque el legislador Sergio Mansilla había deslizado que se movilizarían el viernes, Manzur aclaró que la movilización será después de que termine el escrutinio definitivo. Se estima que el resultado final esté a mediados de septiembre. Por ahora, el Frente para la Victoria suma el 46,13% de los sufragios mientras que el Acuerdo para el Bicentenario el 44,15%. Hasta la fecha se escrutó el 14,97% del total de mesas.
La ausencia más notable fue la de Beatriz Rojkés, quien oficia de presidenta del PJ tucumano. Por su parte, Manzur se refirió a Amaya como “uno de los nuestros”, la frase contextualizada era contra Cano aunque con los insultos de “traidor” fueron para su acompañante de formula. Alfaro salió airoso de los insultos. Detalles que importan.
Una salida independiente
Previo a estos actos, Alperovich y Cano dieron muestras de honestidad. Alperovich reconoció al pasar que se repartieron bolsones. Cano titubeó pero admitió que algún acople de su espacio habrá repartido también bolsones. Ambos sostienen, y se sostienen, en un régimen político fraudulento, donde los acoples son la más expresión más acabada.
La red territorial de los acoples le permitió al régimen contar un control policíaco que regimenta las barriadas populares, y que actúa como barrera de contención antes crisis como la de tomas de tierras o las inundaciones.
Este régimen político fraudulento también se asienta en los problemas estructurales que sumergen al 40% de la población bajó la línea de pobreza, al casi 50% de trabajadores al trabajo precario y en negro. En esto también hay más coincidencias de las que parece entre Alperovich y Cano. Son la cara de una casta política que gobierna para el gran empresariado.
Por eso desde el PTS en el Frente de Izquierda sostenemos que es necesario convocar a una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, donde se elija un diputado cada tres mil electores, que ponga fin al sistema de acoples pero donde centralmente se discuta cómo resolver los grandes problemas estructurales.
