Estudio de la U. Adolfo Ibáñez y el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social indicaba que los más de 126 mil ocupados que perdieron su trabajo en el último trimestre, solo 19.587 están haciendo esfuerzos por encontrar uno nuevo (un 15,5%), lo que hace incrementar significativamente los inactivos. Es decir, más de 100 mil personas (84,5%) hoy están desmotivadas o pesimistas con respecto a la búsqueda de un nuevo empleo. Los motivos serían desesperanza por no encontrar, o personas que optan por no salir debido a la pandemia.
Lunes 17 de agosto de 2020
Según informe que preparó la casa de estudios señalaba que quienes perdieron su ocupación, no están buscando empleo. Y señala como efecto más notable de la pandemia al desaliento que provoca en los trabajadores que pierden su trabajo.
El informe expresa que de los más de 126 mil ocupados que perdieron su trabajo en el último trimestre, solo 19.587 están haciendo esfuerzos por encontrar uno nuevo (un 15,5%), lo que hace incrementar significativamente los inactivos. Es decir, más de 100 mil personas (84,5%) hoy están desmotivadas o pesimistas con respecto a la búsqueda de un nuevo empleo.
La crisis económica y la ola de despidos, ha generado que bajo este escenario de pandemia, se tome en consideración la austeridad de las empresas, y genera desesperanza y pesimismo para salir a buscar empleo, “ya sea por los efectos de la cuarentena obligatoria o por la desesperanza de que no hay puestos de trabajo disponible”, expone el informe.
A esto Esteban López, investigador adjunto COES, director ejecutivo del Centro de Economía y Política Regional (CEPR) y profesor asistente de la Escuela de Negocios UAI, indica respecto a la sensación de buscar empleo, “Tienen bajas expectativas de encontrar. Tienen miedo a salir, porque ven que la pandemia no está controlada. Y eso es muy peligroso, porque si las expectativas no están alineadas para una recuperación, la recuperación no pasará y las personas van a seguir desalentándose”, advierte.
El experto también comentó sobre el impacto de esto en la economía, y considera que este problema puede profundizar aún más la crisis económica actual. Y ejemplificó que en los años 2006 y 2008 existía un pesimismo alto en el consumo de las personas, lo que hace difícil que se active la economía, “Las personas sienten que no quieren adelantarse en comprar, no saben si esa plata se tendrá que destinar para comer, cualquier inversión fuerte va a estar parada, y si el consumo no se activa es difícil que la economía se active”.