Así lo anunció la empresa japonesa: se trata del cierre de producción automotriz, el cual implicaría la pérdida de 500 puestos de trabajo.
Jueves 15 de agosto de 2019 10:47
La multinacional de orígen japonés dejará de producir autos y camionetas en Argentina en los próximos meses según un comunicado que difundieron desde la firma. Esto no viene de ahora, en 2016 ya se había decidido cerrar la planta de Florencio Varela, donde más de 200 personas perdieron su fuente de trabajo.
La empresa, a lo largo de estos años, se ha encargado de llevarse miles de millones a costa del trabajo de miles de trabajadores mientras estos dejan su salud en la fábrica.
De los 700 operarios que trabajan en la planta la patronal ofreció abrir una lista de retiros voluntarios para poder despedir a 500 trabajadores, y solo queden 200 en la línea de motos y depósito. Esta modalidad de despidos encubiertos busca que los trabajadores acepten este chantaje que no significa mas que "pan para hoy y hambre para mañana" en una situación económica ajustada con altos niveles de inflación, el dinero que se recibe es una miseria y nos empujan a la desocupación.
Para la juventud esto se agrava aún más. En una situación donde hay desempleo, los trabajos precarios, temporales e inestables son moneda corriente.
Ante esto, desde el PTS en el Frente de Izquierda Unidad planteamos que no se puede perder ningún puesto de trabajo, fábrica que cierra, fábrica que debe ser ocupada por sus trabajadores, esta crisis no puede caer sobre nuestras espaldas.
A nivel nacional los ajustes, tarifazos, suspensiones y otras medidas empeoran cada vez más su calidad de vida y las de sus familias. A esto se le suma la pulverización de los salarios, con la subida del dólar y el gran golpe que ejercieron los mercados, a tres días de las elecciones.
No es casual. Los resultados del domingo pasado, dieron lugar a que se profundice la crisis económica.
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Mientras tanto, las principales centrales sindicales de la CTA y la CGT miran para otro lado, hay que exigirle a estas conducciones medidas urgentes ya que en los próximos meses se profundizaran los ataques a las grandes mayorías.
Si los sindicatos convocaran a un paro nacional activo de 36 horas en continuidad con un plan de lucha para enfrentar las medidas que amenazan los puestos de trabajo, esta situación se revertiria. Es fundamental que Smata convoque a una movilización para preparar la resistencia frente al cierre y por la defensa de cada uno de los 500 puestos de trabajo.
Es hora de invertir las prioridades.