Juan Espinoza ha venido participando en diversos programas de televisión desde el inicio de la pandemia, mostrando constantemente su postura crítica frente a las irracionales y a veces, nefastas decisiones tomadas desde el Minsal, y desde el gobierno de Piñera.
Miércoles 16 de junio de 2021
El pasado lunes 14 de junio, se presentó una nueva polémica entre el Ministro de Salud, Enrique París, y el médico Juan Espinoza, funcionario en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
Este médico ha venido participando en diversos programas de televisión desde el inicio de la pandemia, mostrando constantemente su postura crítica frente a las irracionales y a veces, nefastas decisiones tomadas desde el Minsal, y desde el gobierno de Piñera.
En su última intervención desarrollada en el programa Pauta Libre de La Red, aparece el médico acusando al ministro París de realizar amenazas telefónicas desde la moneda, debido a sus reiteradas declaraciones televisivas, por lo cual se habría llamado al Hospital Clínico quejándose en contra del médico cirujano.
Entonces ¿Qué es lo que pretende este Ministro?, ¿no le basta con la explotación y el agotamiento que hoy viven las y los trabajadores de la salud, que ahora también los está amenazando y atacando por decir lo que piensan y por criticar lo que todos criticamos?, pues las malas decisiones que desde el inicio de la pandemia ha demostrado este gobierno son de conocimiento público y por lo mismo prácticamente ya no cuenta con aprobación.
Esta es la prepotencia e hipocresía de un gobierno que ofrece “para la tele" aplausos a los trabajadores, pero que de fondo no sube sus sueldos, no entrega condiciones óptimas y que frente a la menor diferencia o crítica de su gestión, realiza descalificaciones y ataques para medir su fuerza en contra de los trabajadores.
Y es frente a esto que se vuelve necesaria la organización e una gran movilización que reponga la necesidad de la articulación y organiazación de la clase trabajadora, junto a los distintos sectores en lucha para la conquista de nuestras demandas, salariales y laborales mermadas por la crisis económica y sanitaria. Y que la crisis no la paguen las y los trabajadores y sus familias.