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Red Internacional
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TERMINÓ LA MISIÓN DEL FONDO. Amor de primavera: qué dijo el FMI luego de la auditoría al país

En un verdadero manual del eufemismo, el Fondo Monetario Internacional publicó ayer una declaración donde elogia el ajuste en curso en el país y, como "sugerencia", apela a la vieja receta del derrame.

Julián Tylbor

Julián Tylbor @juliantylb

Viernes 30 de septiembre de 2016 12:08

El "personal técnico" del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó ayer su "misión del Artículo IV" con Argentina correspondiente a 2016. Dicho artículo forma parte del Convenio Constitutivo del FMI y en él se indica que "el Fondo ejercerá una firme supervisión de las políticas de tipos de cambio de los países miembros y adoptará principios específicos que sirvan de orientación a todos ellos con respecto a esas políticas".

Esto habilita que haya visitas de supervisión a los países miembros, donde "el equipo encargado de la consulta dialoga con los funcionarios del Gobierno sobre las políticas fiscales, monetarias, cambiarias y financieras, así como sobre reformas estructurales críticas para la macroeconomía".

Este año y a pedido de Cambiemos, Argentina tuvo una nueva inspección del Fondo. La supervisión anual establecida por el citado artículo no se realizaba desde el año 2006, después de que el kirchnerismo -autodenominado "pagador serial"- cancelara la deuda de u$s10.000 millones con el organismo. De esta forma, desde 19 de septiembre la comitiva se instaló en Buenos Aires para examinar la economía del país.

Una carta de amor

Ayer, publicaron las primeras impresiones. En un comunicado, el FMI comienza congratulando al Gobierno actual por el buen timoneo frente a una situación de "desequilibrios macroeconómicos generalizados, distorsiones microeconómicas y un marco institucional debilitado". "Hay que felicitar al Gobierno por su claro compromiso para bajar la inflación a niveles de un dígito y reducir el déficit fiscal", afirman.

Luego, transcriben la declaración de quien comandara la misión, Roberto Cardarelli. Sin vacilar en celebrar el ajuste en curso, el jefe de la comitiva expresa: "El avance logrado es importante. El tipo de cambio del peso ahora es determinado por el mercado y los controles cambiarios han sido eliminados. El aumento de las tarifas de los servicios públicos los ha acercado a los precios internacionales. El acuerdo con los acreedores ha hecho posible el regreso a los mercados internacionales de capital, tanto para el sector público como para el privado".

Pero no todo es mariposas en la panza para el FMI: "La corrección de los graves desequilibrios y distorsiones, si bien es necesaria para sentar las bases de un sólido crecimiento, inevitablemente produjo un impacto adverso en el corto plazo sobre la economía argentina", admite Cardarelli. Ese "impacto adverso" se refiere eufemísticamente a que las medidas mencionadas tienen una grave contracara: el aumento de la pobreza, la reducción del salario real en un 10% por la inflación y el tarifazo, el estrepitoso aumento del desempleo y la recesión en curso. Sutilizas como dónde el FMI pone la palabra "grave" hablan por sí mismas.

Recomendaciones y viejas recetas

Después, vinieron los "consejos", o como los llaman desde el Fondo, "el asesoramiento no vinculante en materia de políticas". En primer lugar, desde el organismo a cargo de Christine Lagarde, piden más ajuste del gasto público: "Un plan fiscal a mediano plazo que guíe las expectativas sería valioso en el marco de esta corrección. Afianzando la gestión del gasto público, mejorando más la gobernabilidad e incrementando la eficiencia del gasto público se crearía espacio para una reducción muy necesaria de la carga tributaria, al tiempo que seguirían corrigiéndose los desequilibrios fiscales".

En segundo lugar, retoman con agudezas técnicas el clásico argumento del derrame de riqueza. Así, exhortan "reformas del lado de la oferta", las cuales "crearán un entorno más conducente a la inversión privada y generarán significativos dividendos a mediano plazo en forma de más y mejores puestos de trabajo, así como una mejora constante de los niveles de vida de la población argentina".

González Fraga tenía razón

Por último, el elemento que probablemente más le sirve discursivamente al Gobierno actual, es que el informe del FMI carga contra el kirchnerismo. "Entre las distorsiones microeconómicas se encontraban (en el Gobierno anterior) una extensa red de controles administrativos (por ejemplo, barreras comerciales, restricciones cambiarias y controles de precios) y un clima empresarial que erosionaba la competitividad y socavaba el crecimiento a mediano plazo", señalan desde el Fondo.

Luego, en una versión sofisticada de los dichos de Javier González Fraga de mayo pasado, indican que "los niveles de consumo eran insosteniblemente elevados, la inversión se encontraba en niveles históricamente bajos y los profundos déficits fiscales se financiaban mediante la creación de dinero lo cual generó alto niveles de inflación".

El FMI aceita, de esta manera, el discurso de la "herencia" que utiliza casi diariamente Cambiemos. En esta línea, esta semana cuando el INDEC publicó los datos de pobreza en el país -9 millones de personas pobres-, el presidente Mauricio Macri esquivó toda responsabilidad. “Este es el punto de partida a partir del cual quiero ser evaluado como presidente”, afirmó. Ayer, la Revista Barcelona publicaba una nota titulada "Algarabía popular: Macri asume la presidencia de la Nación", en tono burlón hacia un Gobierno que, aunque ya lleva diez meses en el poder, no se hace cargo de sus propias políticas.


Julián Tylbor

Nació en 1991. Es licenciado en Ciencia Política (UBA). Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y es miembro del Comité de Redacción de la revista Ideas de Izquierda.

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