La Audiencia Pública por construcciones en área protegida evidenció el amplio rechazo de la comunidad de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, junto a ambientalistas y vecinos. Alertan del fuerte impacto ambiental.
Sábado 9 de diciembre de 2023 19:11
El miércoles pasado finalizó la audiencia pública no vinculante sobre la RECUCN (la Reserva Ecológica Ciudad Universitaria - Costanera Norte) para ser integrada al Distrito Joven, el Master Plan del Gobierno de la Ciudad que tiene como objetivo central privatizar alrededor de 14 hectáreas de un área protegida de la Costanera Norte, lo que tendrá un fuerte impacto ambiental en un área protegida.
La Audiencia Pública no vinculante tuvo lugar luego de que en octubre un fallo judicial ratificó la detención de las obras ya casi terminadas. Se trata de las obras planificadas por el Gobierno de la Ciudad sobre la Reserva ubicada en la Ciudad Universitaria, que entre otros aspectos contempla la construcción de un bar gastronómico en un área protegida.
Con más de cien intervenciones, en su mayoría de la comunidad educativa de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, la Audiencia Pública contó con la participación de estudiantes, docentes e investigadores junto a vecinos y a colectivos ambientalistas. Todos ellos vienen siendo parte con acciones y declaraciones del amplio rechazo al proyecto privatizador y de daño ambiental que impulsa el Gobierno de la Ciudad de Buenos.
¿Qué es la Reserva Ecológica Ciudad Universitaria - Costanera Norte (RECUCN)?
A orillas del Río de la Plata, gran parte de su extensión está compuesta por terreno de relleno ganados al río, con una historia de inicio muy similar a la de su hermana, la RECS (la Reserva Ecológica Costanera Sur) la más grande de la Ciudad de Buenos Aires. La RECUCN es un humedal habitado por mas de 800 especies de fauna y flora nativa. La Reserva despertó el interés conservacionista de la comunidad educativa en la década de 1980. Con un movimiento ambientalista que crecía en todo el mundo, no faltaron las voces que se alzaron para lograr proteger este lugar, que con los años se convertiría en uno de los corredores biológicos más importantes de la ciudad.
La Reserva tiene gran valor identitario para toda la comunidad educativa, por lo que no extraña que la audiencia haya mostrado una alta convocatoria entre sus miembros y un alto rechazo al proyecto privatizador. Nació de la lucha y el compromiso de distintas generaciones de estudiantes, docentes y académicos que han transitado por la Ciudad Universitaria todos estos años.
Tras varias décadas de lucha, acompañada de amplios procesos de educación y conciencia ambiental, habiendo sorteado varias instancias e intentos de obras sobre los terrenos, se logró en diciembre de 2012 la sanción de la Ley 4467 de creación de la Reserva y su posterior promulgación de hecho, en enero de 2013. Esta es una de las tantas normativas que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha avasallado para el avance de estas obras.
¿Qué es el plan de manejo de la RECUCN?
El plan de manejo es el resultado del trabajo e investigación de decenas de profesionales y organizaciones ambientalistas, que han detallado en un extenso documento los impactos, cuidados y necesidades de cada sector de la Reserva. Este contundente trabajo evidencia la necesidad de que el marco normativo que protege a la Reserva, se prohíba alterarla por impermeabilización de su superficie o con excavaciones, rellenos, desmontes o por cualquier otra obra o acción humana que degrade la biodiversidad de la zona. Algo que claramente no cuadra con las obras desplegadas en los últimos meses.
Resulta ilógico tener que aclarar que la incorporación de bares de estilo palermitano en medio de un área protegida como es la Reserva no es una forma de conservación, pero parece que a los funcionarios de esta ciudad esa idea no se les pasó por la mente. En realidad, lo saben. Acorde al consenso extractivista de todos los gobiernos de turno en el país, el Gobierno de la CABA defiende, desarrolla y promueve un modelo privatista y la valoración mercantilista de los espacios y bienes comunes naturales.
En la Audiencia, bajo la premisa del “disfrute”, los voceros del GCBA defendieron la necesidad de estos “servicios” dentro del predio de la Reserva. ¿Será acaso la instalación de bares de lujo una nueva medida de mitigación del cambio climático? Cabe aclarar que este fue un punto de contradicción para ellos, ya que destacaron la necesidad de acercar a la comunidad al uso de la Reserva, como si existiera algún tipo de problema de falta de popularidad en la misma. Para luego resaltar la necesidad de las obras debido a la cantidad de visitantes.
Una audiencia tardía
Llegamos a esta audiencia fuera de término, ya que las obras iniciadas en el mes de abril se encuentran prácticamente concluidas. Pero, además, esta instancia de consulta (consulta “no vinculante”, es decir, que no afecta, en última instancia, la definición) tampoco fue un acto generoso del Gobierno de la Ciudad. Se trató de un paso que necesitaba para intentar levantar el amparo judicial que tiene detenidas las obras (anteriormente, los estudiantes habían recurrido a la justicia para intentar disuadir al Estado de continuar con este accionar perjudicial para esta área protegida): este ha sido un denominador común de las gestiones de los gobiernos de Juntos por el Cambio a lo largo de los años, en convivencia con el ex Frente de Todos. Metodológicamente han avanzado sobre espacios comunes para cumplir con las instancias que la normativa exige, ¡recién cuando se trata de hechos consumados! Un claro ejemplo fueron los árboles de la Avenida 9 de julio.
Estudios flojos de papeles
La audiencia dio inicio con una lectura del informe de impacto ambiental a cargo de la empresa Disab Sudamericana, informe fechado varios meses después del inicio de las obras. Esta es otra de las muy groseras faltas que se han sucedido a lo largo de este despliegue que se tuvo en el manejo de estas obras. ¿Alguien puede explicar quién decide el inicio de construcciones de tal envergadura, en un ambiente protegido, tratándose no solo de una reserva, sino de la zona considerada como intangible sin la elaboración de un estudio previo de impacto ambiental al inicio?
No conformes con esto, dicho informe asegura que no se taló ni desmontó durante el proceso, lo que podría deberse a que a esa altura de las obras ya se había pavimentado, o como explicaría Oscar Medina, director general de Áreas de Conservación a cargo de las tres reservas ecológicas de la Ciudad, los pastizales y árboles que los estudiantes fotografiaron en el suelo.
Asimismo, el informe presentado omite detallar el impacto que una construcción de uso gastronómico podría generar al área protegida. Parece más bien un trabajo hecho a la medida de dar gradualismo al impacto, en una venta de turismo greenwashing al que el gobierno de CABA es tan asiduo.
Otro dato no menor fue la constante omisión del nombre completo de la Reserva Ciudad Universitaria Costanera Norte. Este hecho no es menor, ni inocente. El carácter universitario de dicha reserva, la gran importancia académica que tiene y la gran cantidad de voces calificadas de profesionales que tomaron la palabra en esta audiencia, así como las numerosas acciones de divulgación científica dedicadas al cuidado y la educación ambiental de este espacio, son un peligro para sus intereses y negociados. No nos sorprende que en ningún momento del informe se hiciera mención a la importancia de este espacio frente al cambio climático que atravesamos.
Es necesaria la más amplia unidad entre estudiantes, docentes, investigadores y toda la comunidad para pararle la mano al Gobierno de CABA y detener el avance privatizador sobre la Reserva Costanera Norte - Ciudad Universitaria. Son miles los trabajadores, entre ellos parte de la comunidad educativa que está en CONICET, y también los estatales, que ya se están organizando para enfrentar los ataques de la derecha negacionista del cambio climático del Gobierno de Javier Milei, de lo que tanto conocemos en CABA… hoy integrados. Frente a un mismo enemigo, también necesitamos de la unidad de nuestros reclamos y de nuestras fuerzas. En el caso de la Reserva, no es solo ilegal, sino que representa un verdadero ecocidio, permitido además por el acuerdo con el Gobierno nacional de Unión por la Patria que ha avalado el constante cajoneo de la Ley de humedales en el Congreso, una ley que proveería de otro marco jurídico para la protección de este importantísimo humedal urbano, así como la negativa a tratar el proyecto de ley presentado en la Legislatura Porteña, desde las bancas del Frente de Izquierda, para la detención definitiva de las obras.
No vamos a retroceder ni ante el gobierno de CABA ni ante sus nuevos socios políticos de LLA, confesos negacionistas del cambio climático. En esta ciudad que sistemáticamente ve reducidos sus espacios verdes, no hacen falta mas bares. Redoblemos la lucha en defensa de nuestros bienes comunes naturales. Así como esta reserva universitaria nació al calor de la lucha, así será como la defendamos. La reserva no es un negocio. La reserva no se vende, se defiende.