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Red Internacional
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Debate. Amsafe Rosario recuperada y la “nueva normalidad” que exige repensarlo todo

En momentos de crisis generalizada, la mayoría de los gremios entregan derechos. Los sindicatos recuperados como Amsafe Rosario son más importantes que nunca. Organizar a los sectores agraviados, desde reemplazantes hasta las familias que luchan por vivienda, desde la defensa de los humedales hasta los derechos de las mujeres y diversidades.

Miércoles 21 de octubre de 2020 13:20

Nunca se me cruzó por la cabeza que íbamos a estar acá con mi señora. De golpe vino la pandemia y nos quedamos los dos sin trabajo. Tuvimos que venir porque la alternativa era vivir en la calle”, relató un trabajador que está ocupando tierras en Guernica. Frente a esta situación límite, miles salen a reclamar el derecho elemental a una vivienda digna. Millones de trabajadores perdieron sus trabajos, ven su salario perder por goleada contra la inflación o ni siquiera están registrados. La misma situación es la de jubilados y jubiladas a quienes el gobierno viene ajustando incluso antes de la pandemia. Y en cada uno de estos sectores, siempre, las mujeres la llevan peor.

El gobierno que venía a “recuperar derechos”, está haciendo exactamente lo contrario y las mayorías populares que votaron con las esperanzas de ponerle un límite a todo lo que significó el macrismo, lo perciben. La presencia del presidente y su ministro de economía en el Coloquio de IDEA reafirmó el rumbo: concesiones a los especuladores como Vicentín, rebajas de retenciones a los sojeros, aumento de la nafta, pago de una deuda ilegal que fue para financiar la campaña de Macri y la fuga de capitales, el acuerdo porcino con China, el trigo transgénico y la continuidad de las quemas a costa de la destrucción del ambiente y la salud de millones. Y para mostrar buenos gestos con el FMI el presupuesto 2021 aplica un ajuste sobre salud, educación y asignaciones.

Los sindicatos y las organizaciones sociales en manos del peronismo ni siquiera mantienen una pose combativa para la TV. Aceptaron las rebajas salariales, firmaron un salario mínimo de 18 mil pesos que está por debajo de la línea de pobreza y para los más precarios solo 3 IFEs cuando llevamos 7 meses de cuarentena. No hicieron nada en todo el año por nuestros derechos, pero sí se movilizaron para apoyar al PJ. Son funcionarios del gobierno de turno.

Se plantea entonces la disyuntiva sobre cómo enfrentar estas políticas, qué papel deben jugar los sindicatos recuperados de la burocracia.

Las peleas como las de Guernica o las de choferes de la UTA son las dos puntas de un ovillo que serán la regla y no la excepción. O se mantiene la estrecha idea de pelear meramente por salario en un país que se desmorona, reemplazantes que no trabajan, mamás y alumnos que no comen, y dejamos que sectores medios influenciados por los grandes medios consideren a estos sectores como “negros vagos choriplaneros”, o nos proponemos unificar lo que el gobierno, empresarios y la burocracia quiere dividir. La segunda opción busca pelear por los intereses del conjunto de pueblo trabajador, en especial, la defensa de los sectores más excluidos como las familias que están peleando por el derecho a la vivienda en Guernica o las reemplazantes que hace meses que no cobran salarios. Y para esto, tal vez, no haya gremio más importante que el docente, ya que somos la “bisagra” que está en los barrios más recónditos y en el centro, con los papás y mamás desocupadas hasta los aceiteros. Si no nos proponemos esto, ¿para qué recuperar los sindicatos de mano de la burocracia?

Una señal de alarma

La aguda crisis que promete profundizarse más y más, plantea la necesidad de fortalecer (y extender a otros gremios) las mejores tradiciones de Amsafe Rosario. Por eso mismo son preocupantes dos recientes errores muy graves.

El primero, ante la amenaza de desalojo a las familias de Guernica, el mismo día y a la misma hora que se organizaban los actos de solidaridad y contra la represión que se avecinaba, todas las agrupaciones de la Comisión Directiva de Rosario impulsaron una Asamblea Departamental. Por suerte, se logró que el juez postergara la represión, pero hubiera sido una catástrofe que la seccional opositora más importante del país hubiera estado haciendo otra cosa en un momento tan difícil. Esta crítica se la planteamos especialmente a los y las compañeras de Tribuna Docente-PO, Docentes en Marcha-IS y Alternativa Docente-MST con quienes compartimos el Plenario Sindical Clasista, pero les cabe a todas.

El segundo fue que en la última Asamblea Departamental se haya votado no realizar ningún tipo de actividad pública, por lo menos, durante una semana, cuando la docencia reemplazante estaba pidiendo a gritos el apoyo en el medio del abandono de la burocracia de Alesso. En dicha votación los reemplazantes junto a las agrupaciones que somos parte del Frente de Izquierda Unidad propusimos ganar las calles. Las compañeras y compañeros de la agrupación Sur, MAIZ, La Naranja y Mariano Moreno-PCR votaron en contra, imponiendo que el gremio abandone las calles. Pero esa misma semana, sin consulta, realizaron una actividad en la plaza San Martín, y el 17 de octubre, el PCR se movilizó en apoyo a los gobiernos del PJ de Alberto… y Perotti. La integración del PCR (Mariano Moreno) al Frente de Todos va en contra del programa del Frente 4 de abril de independencia de todos los gobiernos.

Hace meses, ya habíamos polemizado sobre la participación acrítica de Amsafe Rosario en la marcha contra el FMI que terminó siendo un apoyo al gobierno nacional. Siete meses después, desde Tribuna Docente-PO critican lo mismo. Muy bien, pero lo ideal era hacerlo cuando correspondía y en la asamblea, como hicimos desde La Marrón, porque el problema no solo es la independencia de clase, sino que Amsafe Rosario funcione en base a la decisión de las asambleas y no a los acuerdos de agrupaciones.

Es urgente un cambio de orientación

La pandemia lo cambió todo, y las seccionales que no responden a Alesso y Perotti tuvieron que aprender sobre la marcha. Por eso, en estos meses, realizamos varias propuestas desde La Marrón que, en su conjunto, conforman una orientación distinta para nuestro gremio y en la medida de nuestras posibilidades, la llevamos adelante junto a compañeres independientes mostrando que no solo es necesaria, sino posible.

Una de estas iniciativas fue impulsar una campaña en defensa de las familias más humildes, cuestionando que Perotti haya cerrado los comedores escolares y entregando bolsones miserables, pero también proponiendo abrir el Sindicato para recibir solidaridad con las escuelas de las zonas más golpeadas. La respuesta fue negativa. Pese a que muchas de las agrupaciones que son parte de la Comisión Directiva tienen trabajo barrial, nos contestaron que la docencia “no tiene que hablar de esos temas, solo hablamos de salario”.

Tuvimos que hacerlo por nuestra cuenta, presentando un recurso de amparo contra Perottie hicimos públicas las denuncias de las familias, incluso las reemplazantes que no cobraban un peso mostraron su solidaridad con un barbijazo a cambio de alimentos para las escuelas del barrio Toba que había sufrido inundaciones. Recientemente organizamos la solidaridad con las familias de Tío Rolo y peleamos contra los grandes medios que demonizan a estas familias. Creemos necesario que nuestro gremio revierta urgentemente esta decisión que nos separa de la comunidad más golpeada.

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En segundo lugar, propusimos organizar la pelea de reemplazantes. Pero nos costó bastante que reconozcan el espacio de autoorganización. Se quería imponer un modo de funcionamiento donde no importaba la autoorganización de quienes sufren las necesidades concretas sino las divisiones entre las agrupaciones de la Comisión Directiva. Así, Tribuna Docente-PO lejos de desarrollar la autoorganización de la docencia reemplazante, puso límites a la hora de dirigir las asambleas, no querían que se vote y las resoluciones eran pactadas de antemano sin escuchar las iniciativas de quienes encabezaban la lucha. Logramos avanzar y el gremio empezó a acompañar, aunque no con la fuerza que se podría. Tampoco conseguimos que se impulse la pelea para que a nivel provincial aporten miles de pesos para una ayuda alimentaria a reemplazantes, y si la burocracia de Alesso se negaba, organizar colectas en las seccionales opositoras. Esta idea la tomamos prestada de nuestros compañeros y compañeras docente del PTS en el SUTE de Mendoza que puso un millón de pesos para armar bolsones solidarios.

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En tercer lugar, propusimos impulsar Encuentros Regionales de todos los sectores para coordinar la lucha. Pero se priorizó la práctica habitual de acordar entre dirigentes algunas acciones. La propuesta era y es muy concreta. Si nuestro gremio establece lazos con miles de familias y junto al personal de salud y los aceiteros que pueden paralizar todas las agroexportadoras de la región, ni hablar si sumamos a los y las choferes, unificando nuestras fuerzas democráticamente, ¿cuánto tiempo podría mantenerse Perotti en su prepotencia anti popular?

En cuarto lugar, planteamos la necesidad de reagrupar a toda la docencia opositora a Perotti y Alesso en instancias democráticas para organizar la bronca que recorría la provincia. Es todos estos meses se hizo una sola reunión que encima no tuvo continuidad en los departamentos y en un nuevo encuentro provincial como se había votado.

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Así llegamos a la situación actual. ¿Hubiera sido posible que Alesso imponga este acuerdo pésimo si hubiéramos aprovechado la bronca que incluso significó rebeliones en departamentos conducidos por la Celeste? No lo sabremos nunca. Lo que sí se puede ver es que la voluntad de supervivencia de la burocracia es muchísimo más feroz que la voluntad de resignificación que (por ahora) hemos logrado conquistar desde los espacios opositores, y eso golpea al activismo.

La organización democrática de los sectores antiburocráticos e independientes de todos los sectores patronales; poner en movimiento al activismo más amplio; coordinar desde las bases con todos los sectores en lucha; establecer lazos sólidos con la comunidad educativa y los sectores más postergados, esa es la alianza social que puede imponerle a las burocracias sindicales la unidad de acción sin caer en el seguidismo al peronismo que hoy apunta sus armas contra los niños y madre de Guernica. Por eso reafirmamos que es urgente un cambio de orientación.