El 12 de febrero se cumplieron 33 años de la aparición del cadáver de Ana Maria Martínez. Ella fue secuestrada el 4 de febrero de 1982 por un grupo de tareas. Era militante del PST. La Comisión de familiares, amigos y ex compañeros de Ana María realizamos una actividad en su homenaje y para reclamar justicia.
Viernes 13 de febrero de 2015
En la Plaza central de San Martín nos concentramos y marchamos primero a la esquina donde estaba el viejo Banco de Londres donde hicimos un acto y luego fuimos hasta el juzgado que está investigando el asesinato. Se hizo presente el canal de TV local.
Encabezados por su cuñada Carmen Metrovic, marchamos con la bandera de Ana María presente, muchos de sus ex compañeros y acompañados de organizaciones como el Suteba Tigre, de Izquierda Socialista con la legisladora electa del FIT Laura Marrone, del MST, del PSTU, de Opinión Socialista y una destacada delegación del PTS, donde estaban miembros de la dirección nacional, de la Comisión Interna de Kraft-Terrabusi, y de la Bordó de Stani, docentes de Tigre y San Martín y estudiantes que venian de un corte en el obelisco por los obreros de Lear.
En el acto que abrió Carmen, hablaron los dirigentes del SUTEBA Tigre, Alfredo Cáceres secretario general y de Opinión Socialista y Gabriela Macauda secretaria adjunta y del PTS, quien recordó la continuidad de la lucha contra la represión y la impunidad hoy en día. La histórica telefónica Nelsa Bou Abdo, en nombre de Izquierda Socialista, reclamó que debemos luchar por la disolución de todos los servicios de inteligencia y apurar la causa de Ana Maria.
Carlos “Titín” Moreira, del PTS y compañero de militancia de Ana María, y que es testigo en la causa resaltó que el PST fue infiltrado en aquellos días por servicios de la Bonaerense. Y que hoy muchos de la Side y de los otros espias como los que maneja el jefe de ejército Milani vienen, como Stiuso de la época de la dictadura, y que el Estado capitalista, con dictadura o con régimen constitucional, necesita de servicios de inteligencia que sirven para perseguir a los luchadores y a la izquierda. Y que debíamos luchar por imponer una Comisión Investigadora Independiente en el caso AMIA, compuesta por los familiares de las víctimas y organizaciones de DDHH.
Luego habló Lorena Gentile, del PTS y de la CI de Terrabusi denunciando el espionaje e infiltración actual en las luchas y cortes como en la Panamericana y dando como ejemplo la larga y persistente lucha de Lear.
El megáfono pasaba de mano en mano. Hablaron los que militaron con Ana Maria, y las nuevas generaciones que aunque no la conocieron toman la causa por la justicia para Ana Maria como propia y con ella como símbolo, de los 100 camaradas del PST asesinados por el terrorismo de Estado. No es mera coincidencia que el primero fuera el Indio Fernández, obrero metalúrgico de la zona de Pacheco asesinado a principios de mayo de 1974 por la Triple A y la última Ana Maria también obrera de la zona Norte en febrero de 1982.
En medio de la conmoción que vive el país por la enigmática muerte del fiscal, tanto el oficialismo como la oposición continuan como una extensión política la guerra de servicios que estalló con el caso Nisman. Todos ellos están al servicio de la burguesía nacional y extranjera y precisan preservar el espionaje para usarlos a su antojo. Para hacer “carpetazos” a sus opositores, para infiltrar a la izquierda y a los sectores combativos del movimiento obrero y armarle causas como las que hacen los jueces con datos provistos por el espionaje de Gendarmería, como el Proyecto X entre tantos otras medidas ilegales que burlan la legislación vigente.
Nada de esto va a terminar ni se va a dilucidar en el Congreso con la “opo” que hoy, jueves 12, con la ex de Nisman armó otro show, ni tampoco con el oficialismo que defiende a tipos como el genocida Milani.
Mientras esto sucedía, fue algo mas que simbólico que un nutrido grupo de socialistas de distintos grupos y partidos nos movilizáramos al Tribunal actuante a solicitarle una audiencia a la jueza Alicia Vence para que avance la causa por nuestra compañera Ana Maria Martínez.