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Red Internacional
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Reflexiones en 280 caracteres. Anarcocapitalismo, liberalismo y justicia social

En esta sección de Tribuna Abierta de La Izquierda Diario, @Chayweke reflexiona sobre el anarcocapitalismo, el rol del Estado, el principio de la autopropiedad como piedra angular del liberalismo y el contrapunto con el progresismo y el liberalismo de la justicia social.

Miércoles 14 de febrero de 2024 10:33

1. El problema del anarcocapitalismo no es el objetivo de la abolición del Estado, de hecho, el comunismo y el anarquismo social plantearon eso. El problema es la justicia social, la desigualdad. Por eso, al menos teóricamente, es posible pensar una sociedad justa sin Estado.

1.1 En realidad debería ser una pregunta: ¿es posible una sociedad justa sin Estado? Por ejemplo, la idea de un Salario Básico Universal es una respuesta posible: es perfectamente imaginable un "Estado mínimo" en donde se garantice un ingreso básico a todos los ciudadanos.

1.2. Un ingreso que le permita acceder a los bienes y servicios mínimos para una vida digna, la cual habría que definir, pero en un universo en que esos bienes y servicios sean mayoritariamente privados. Un liberalismo social radical que está en las antípodas del anarco capitalismo.

1.3. La manera "justa" de hacer esto sería por medio de un sistema impositivo en el que los más ricos pusieran más. Una medida sería limitar radicalmente el derecho a la herencia, hasta los 200 millones de usd por ejemplo, como proponen algunos economistas. Esto parece una utopía.

1.4. Sobre todo si vemos la práctica de los progresistas, los liberales que plantean alguna idea de justicia social. El punto problemático es que los liberales de la justicia social son ambivalentes en algo que los anarco capitalistas no lo son: la cuestión de la autopropiedad.

2. El principio de autopropiedad es la piedra angular del liberalismo. Básicamente significa que uno tiene el derecho absoluto sobre su persona y sobre los productos de su trabajo. Y supone una naturaleza disponible para el beneficio privado, individual. De ahí la meritocracia.

2.1. La meritocracia no puede renunciar a la autopropiedad ya que de esta depende, por ejemplo, la herencia. ¿Qué de todo lo que "conseguimos" en la vida sería posible sin los privilegios que heredamos? Un liberal de la justicia social diría muy poco, casi nada.

3.1. Por eso, este liberal de la justicia social aceptaría que una buena parte de sus privilegios deberían destinarse a que la sociedad sea más justa. Hasta donde y como está dispuesto a defender esto es otro problema. ¿Qué diría un liberal que defiende la autopropiedad absoluta?

3.2. Rechazaría toda intromisión en este principio como injusta y violenta, tal como lo hace los anarco capitalistas. En este sentido, son más consecuentes que la mayoría de liberales de la justicia social. Cómo se posicionan estos frente a la autopropiedad es el punto clave.

3.3. ¿Por qué? Porque de ello depende su posicionamiento frente a la propiedad (herencia, impuestos, etc.) y sobre todo frente a la naturaleza: en última instancia el extractivismo y el saqueo de la naturaleza dependen de esta cuestión. ¿El aire y el agua se pueden privatizar?

4. Frente a estas preguntas colapsa el principio de autopropiedad y emerge el principio de lo común, de lo comunitario, empezando por la naturaleza. En ese sentido, el progresismo, el liberalismo de la justicia social, tiene un problema que los anarco capitalistas no tienen:

4.1. ¿Qué hacer para que la justicia social se concrete y no quede en buenas intenciones? ¿Se puede sostener el derecho a la propiedad privada y la autopropiedad y defender la naturaleza como un bien común? ¿Se puede ser justo y sostener la propiedad privada? Y así, al infinito.

5. Volviendo al principio. El anarcocapitalismo suena bien porque reproduce esa ideología de sentido común que el capitalismo produce y reproduce en su propio metabolismo. Sus resultados sociales son catastróficos porque implican no sólo una desigualdad creciente, infinita, sino..

5.1.La destrucción creciente de la naturaleza. La destrucción y el saqueo de la naturaleza es una consecuencia lógica del principio de autopropiedad. Es más, es consecuente con el principio de autopropiedad sostener que sólo se cuidará la naturaleza cuando esto sea redituable. Es decir, cuando sea un negocio, es decir cuando sea escasa. Una lógica suicida, pero consecuentemente liberal. Los liberales de la justicia social tienen que resolver si son consecuentemente justos (¿justicialistas?) o consecuentemente liberales, injustos socialmente.

5.2. Y ambientalmente criminales. Ese es su problema. El nuestro, lxs que reivindicamos la tradición de lo común, consiste en ampliar ese principio desde lo natural a lo social y desde lo público a lo privado. A la autopropiedad y la meritocracia debemos oponer otros principios.

5.3 Tenemos que ampliar nuestra capacidad para explicar e imaginar una sociedad que se organice alrededor de la igualdad y la reciprocidad. Una sociedad que solicite de cada cual según su capacidad y retribuya a cada cual se necesidad, basada en un principio comunista de justicia.

5.4. ¿Y el Estado? Objetara el anarco capitalista. Primero, hay que aclarar que en está sociedad basada en un principio comunista de justicia requiere de la convicción y voluntad de los individuos para su ejecución en la misma forma que su sociedad anarco capitalista.

5.5. Es perfectamente posible imaginar una sociedad que se organice como un grupx de amigxs, basada en el principio de que la amistad es la felicidad del otrx. Si un ciudadano-amigo no es feliz, es un problema para mí. Como explica un reel sobre el fútbol amateur:

5.6. El objetivo es que todos los miembros del equipo sean felices jugando y participando, a este principio de felicidad común hay que subordinar el principio del resultado. El objetivo es la amistad y la felicidad común, esa es la medida del éxito social. Hacia allá vamos.