El PP andaluz, asediado por escándalos de corrupción y en conflicto con las universidades, mantendría la mayoría absoluta frente a un PSOE que se desploma nuevamente y ante la posible entrada de Alvise a la política institucional andaluza.
Miércoles 18 de diciembre de 2024
El último barómetro de intención de voto de la Fundación Centro de Estudios Andaluces, el llamado “CIS andaluz” recoge que el PP andaluz volvería a ganar por mayoría absoluta las elecciones en Andalucía. El partido de Moreno Bonilla sería el único partido del Parlamento Andaluz que crecería en intención de voto frente al desplome de sus rivales en especial del PSOE que continuaría su crisis en el contexto de una posible renovación de su cúpula andaluza. El barómetro también registra la posible entrada del partido Se Acabó la Fiesta, la formación liderada por Alvise, que podría obtener hasta dos diputados en las elecciones previstas para 2026.
Ni la crisis de la Sanidad acompañada de un posible escándalo de corrupción que involucra a altos cargos de la Junta de Andalucía, ni el conflicto con las Universidades Públicas , ni las protestas contra el modelo de turistificación o el problema de la vivienda, habrían hecho mella en las expectativas electorales del PP en Andalucía. Al menos así lo afirma el llamado “CIS andaluz” que recoge una subida de intención de voto del partido de Moreno Bonilla que podría obtener entre 57 y 59 diputados asegurándose la mayoría absoluta.
Una previsión que debe tomarse con pinzas por diversos motivos, como la lejanía relativa de las próximas elecciones previstas para 2026, el posible desenlace de la supuesta trama de corrupción en la Sanidad andaluza o la evolución de la crisis de la vivienda por citar solo factores de “ámbito local”. No obstante, esta previsión profundiza en una dinámica en la que el PP habría sustituido de forma efectiva al PSOE como el partido de gobierno en Andalucía tras haber logrado la hegemonía en las últimas elecciones autonómicas y locales obteniendo la alcaldía de todas las capitales de provincia. Un hecho tan solo roto esta semana con la moción de censura en Jaén que otorgará el ayuntamiento al PSOE pero que está lejos de suponer la remontada de este partido a nivel regional.
Como señalábamos tras las pasadas elecciones autonómicas el éxito discursivo de Moreno Bonilla se basa en demostrar a su manera un lema fundamental del 15M: “PP y PSOE la misma mierda es”. Si esto era así, el PP andaluz tan solo ha tratado de plantearse a un sector del electorado andaluz de que son mejores gestores que el PSOE porque al menos ellos no cargaban con un caso de corrupción como los ERE ni andaban con aliados “extremos” como Podemos.
Por otro lado, el citado barómetro registra lo que ya era evidente las pasadas elecciones y es la decadencia progresiva del PSOE andaluz que no ha conseguido remontar y plantear un proyecto alternativo bajo el liderazgo de Juan Espadas. El candidato que se presentó como “Moreno Bonilla, pero en el PSOE” cosecharía de repetir su candidatura el peor resultado electoral del PSOE, ya lo hizo en las pasadas elecciones, y obtendría entre 26 y 27 escaños perdiendo por tanto cuatro escaños respecto a la actual legislatura. En este contexto se profundizan las grietas dentro del PSOE-A cuyo congreso a inicios de año podría plantear una renovación de la dirección. Sin candidato alternativo aún la oposición a una renovación de la candidatura de Espadas es patente.
Por otra parte, el barómetro registra una consolidación de Vox que mantiene números similares con una proyección entre 13 y 15 diputados por lo que no sufriría a priori por la llegada de la candidatura del partido de Alvise. Se acabó la Fiesta podría obtener hasta dos diputados a pesar de los casos judiciales en los que se encuentra inmerso su máximo dirigente. Algunos analistas han resaltado este hecho junto con el dato de que una mayoría de la población andaluza desconfía de la capacidad de la clase política para resolver sus problemas lo que quizás podría alimentar los discursos populistas y demagogos que caracterizan al propio Alvise.
Por último, la precaria coalición “Por Andalucía”, primer experimento de Sumar hace años, obtendría uno o dos escaños más que las pasadas elecciones. Si embargo, Sumar es un proyecto virtualmente muerto y los partidos al interior de la coalición se encuentran en el enésimo proceso de reconfiguración para salvar los muebles y los cargos públicos, lo que pone en duda que la coalición vaya a llegar intacta a las elecciones. Asimismo, Adelante Andalucía obtendría entre 1 y 2 escaños según el CIS andaluz, un resultado menor al de otras encuestas que sitúan su proyección en los 3 escaños.
Las encuestas dibujan un escenario electoral en el que el PP andaluz lograría retener la mayoría absoluta, ya sea porque estas proyecciones no recogen aún el posible impacto de los diferentes escándalos de los últimos meses o porque Moreno Bonilla ha sido hábil en desviar toda confrontación hacia el panorama estatal. El PP andaluz, al igual que Ayuso en Madrid, ha sabido movilizar el sentimiento “antisanchista” para construir una identidad electoral, si bien frente al estilo más “trumpista” de Ayuso, Moreno Bonilla habría optado por cooptar el discurso andalucista para plantear diversos escenarios en los que estaría defendiendo a Andalucía de las políticas del gobierno PSOE-SUMAR, como por ejemplo hizo durante la crisis ecológica en Doñana.