Con una sarta de sentidos comunes machistas y misóginos, el funcionario todo terreno salió al cruce de las críticas por el cumpleaños VIP en Olivos durante la cuarentena estricta. Barrabasadas anibalescas para moralizar a un Frente de Todos que hace el mismo uso de los privilegios de casta de aquellos a quienes critican.
Daniel Satur @saturnetroc
Viernes 13 de agosto de 2021 12:07
Cada vez que algún dirigente peronista (y sobre todo si es gobernante) protagoniza un escándalo, Aníbal Fernández se anota entre los primeros en salir a defenderlo, aún cuando resulte indefendible. Y siendo contador y abogado, no escatima recursos rayanos con la delincuencia verbal cuando de salir a “moralizar a la tropa” se trata.
Una vez más, Aníbal salió a defender públicamente a su amigo Alberto en el escándalo de las reuniones sociales organizadas en la Quinta Presidencial de Olivos durante los meses más duros y represivos de 2020, en el marco de la cuarentena estricta decretada con el Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO).
Después de que el jefe de Gabinete Santiago Cafiero reconociera (tras negarlo sistemáticamente y sólo a consecuencia de que se filtraron fotos del evento) que en Olivos se hizo, por ejemplo, el cumpleaños de Fabiola Yáñez con más de una decenas de personas (violando lo estipulado por el ASPO), Aníbal Fernández salió a bancar a su amigo Alberto. Lo hizo en Radio Con Vos en la mañana de este viernes, entrevistado por los periodistas Ernesto Tenembaum, Gustavo Grabia y Jairo Straccia.
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Vale recordar que durante más de un año esas fotos no circularon y estuvieron muy bien guardadas por todos los comensales del cumpleaños de Yáñez, por el Presidente y por su entorno. Las excusas recién salieron cuando un medio opositor como LN+ la viralizó tras conseguirla de algún “topo” que se les escapó de las manos a las y los involucrados.
Además, cuando saltó el listado de personas que habían concurrido a Olivos en plena cuarentena estricta, el mismo Alberto Fernández se excusó diciendo que eran todos ingresos para reuniones “de trabajo”. Sobre el cumpleaños de Yáñez, incluso, la misma versión oficial decía (hasta la aparición de la foto) que la compañera del Presidente había pasado su día “aislada”, sin ver a nadie más que por Zoom.
Las explicaciones de Aníbal Fernández, además de impotentes, resultan sumamente provocadoras y están cargadas de un machismo y misoginia que están más cerca de las declaraciones de Fernando Iglesias que de sus críticas. Pero sin dudas explican mucho de sus concepciones así como de qué tipo de argumentos se vale para intentar “salir del paso”.
El exintendente de Quilmes (Menem), exsecretario general de la Presidencia (Duhalde), exministro del Interior (Néstor Kirchner), exministro de Justicia y Derechos Humanos y ex jefe de Gabinete (Cristina Fernández), exdiputado, exsenador y actual interventor de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) usó, casi como un disco rayado, la misma idea.
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“Fue el cumpleaños de Fabiola Yáñez, con lo cual si ella organizó un cumpleaños en contravención de las normas sanitarias es un problema que no atañe a la función pública, listo, se terminó, no hay otra cosa”, arrancó diciendo. Y enseguida buscó tirar la pelota afuera: “¿Por qué no hablan de Juliana Awada cuando tenía a la gente con las espaldas mojadas trabajando en sus talleres? Nadie decía nada de eso y ahora resulta que el problema severo que tenemos es Fabiola Yáñez haciendo un cumpleaños. ¿Se equivocó? Y bueno, se habrá equivocado, ¿qué va a ser?”.
El diálogo con Tenembaum, Grabia y Straccia fue calentándose con el correr de los minutos. “¿No estuvo bien? Y claro, ¿qué va a ser?”, dijo Fernández y a renglón seguido lanzó provocador: “ahora, ¿cómo se resuelve? Llega el marido a la casa, la mujer organizó un cumpleaños de estas características, ¿el marido la lleva a la habitación y le pega dos piñas porque cometió el error? ¡Eso no existe más, por Dios!”.
Con tono burlón, Fernández dijo que “la complicación la quieren poner porque la señora hizo una comida, una cosa por el estilo, que a lo mejor pueda ser criticable, sí, pero ¿qué va a hacer el marido? ¿Como en la edad media, 1.200 años atrás, llegar y cagarla a palos porque cometió un error de esas características? Eso no existe más, señores”.
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Sobre la mentira oficial respecto a que Yáñez no había realizado ninguna reunión social durante la cuarentena, Fernández (que se jacta de saber de todo, incluso de lo que no sabe), dijo simplemente “eso no lo vi, no puedo opinar”. Y agregó que a esas mentiras él no le asigna “ningún valor”.
Pero él quería insistir con lo mismo, buscando quizás armarle el discurso a la tropa del Frente de Todos. “Si ella hizo eso, él cuando llega a su casa y ve eso, lo único que puede hacer es participar tibiamente en lo que se está haciendo. Y es lo que sucedió, no tenía mucho más para hacer. ¿Qué hace el Presidente cuando llega a su casa y se encuentra con esto que organizó su mujer?”, sintetizó poniendo en el foco las responsabilidad de la compañera del primer mandatario, como si hubiera sido algo organizado por ella a espaldas de Alberto.
La respuesta de Aníbal Fernández a Grabia es plantear que la alternativa del presidente era: participar del festejo o pegarle a su pareja, una "sanción hogareña" la llama... Horror.@radioconvos899
— Myriam Bregman (@myriambregman) August 13, 2021
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Gustavo Grabia le sugirió a Fernández otra posibilidad, planteando que “el Presidente podía desactivar la fiesta sin participar, en principio uno supone que debería hacer eso”. Y Aníbal, que nunca deja de responder nada, dijo “sí, está bieeeen, pero no es tan fácil eso, no es tan así...”.
Consultado sobre si este escándalo debilita al Presidente, el titular de YCRT dijo que “Alberto no es un deshonesto, no le robó nada a nadie, no le quitó derechos a nadie que no debía ni se robó el patrimonio nacional, como sucedió con el corrupto de Macri”. Y otra vez con lo mismo: “llega a su casa, está el cumpleaños, ¿qué hace? ¿Se encierra en la pieza? ¿O les dice ‘se van todos de mi casa’? Te quiero ver haciendo eso, eh… Los guapos que esperaban a las minas debajo del farol murieron con el 1900. ¿No los veo a ustedes diciéndoles ‘se van todos de mi casa’”.
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Grabia, sintiendo la provocación de Fernández, levantó la voz y dijo que para él el Presidente debería haber dicho, por ejemplo, “se van todos de mi casa, pero no por que es el cumpleaños de mi mujer, sino ¡porque están incumpliendo un decreto que firmé yo y están cumpliendo todos los argentinos!”. Al borde de la impotencia argumentativa, Aníbal respondió “está bien, según vos hay que agarrarse a trompadas, sacarlos a patadas en el culo y cagarte en tu mujer también… Ya está, Grabia, es lo que vos creés y lo que yo creo ya te lo dije”, cerró el funcionario.
Si la intención del Frente de Todos es polarizar con Juntos por el Cambio en plena campaña, sus asesores en comunicación deberían sugerirle a sus dirigentes que busquen excusas más originales y menos reaccionarias y no tanto que busquen competir de igual a igual a ver quién es más impresentable. A no ser que, en algunas cosas, no piensen tan distinto.
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) | IG @saturdaniel X @saturnetroc