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Red Internacional
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Coronavirus. Ante el covid-19 qué política tener en la Universidad de Costa Rica

Desalojo de estudiantes en Residencias, falta de claridad ante el ciclo lectivo, trabajadores y trabajadoras tercerizados sin #quedarseencasa, dificultades para impartir lecciones virtuales, son algunas de las situaciones que pasan en la UCR en medio del Covid-19.

Miércoles 18 de marzo de 2020

En las últimas semanas la Universidad de Costa Rica ha tenido una serie de medidas poco claras e insuficientes frente a la pandemia mundial de Covid-19. El rector de la Universidad Henning Jensen Pennington y diversas decanaturas, han desatado una auténtica batalla de caudillos dentro de la Universidad, pues la Rectoría intenta ajustar la pandemia al presupuesto a rajatablas y diversas decanaturas y jefaturas cierran edificios, pasando por encima de la propia Rectoría. El ciclo lectivo debe suspenderse indefinidamente respetando las residencias y los salarios. Además la Universidad debe poner a disposición todos sus recursos para frenar el virus.

La situación en trabajadores universitarios

Que no exista un cierre total de la universidad, pone en riesgo a parte de trabajadores y trabajadoras de la Universidad, como es el caso del sector tercerizado de Selime, quienes deben seguir trabajando, sin que se les garanticen medidas sanitarias suficientes.

Por otro lado trabajadores administrativos de la Universidad son obligados a trabajar sin las condiciones mínimas de salud en muchas Facultades de la Universidad.

Lo mismo sucede en todas las facultades que aún no están cerradas, como es el caso de Sociales y Letras.

Cómo lo viven los estudiantes

La resolución de no suspender el ciclo lectivo y pasar a modalidad virtual está afectando al sector estudiantil. Esta resolución no contempla el problema que enfrentan muchos y muchas estudiantes, como el hecho de no poder tener acceso a una computadora y/o a internet, para llevar las clases de manera virtual.

Tal es el caso de un estudiante de Sociología, quien afirmó “no tener computadora desde hace varios años. Yo dependo, no solamente del internet de la U, sino de las propias compus. Lo que me complica aún más todo ahora que no tengo beca, porque en todo caso con la U abierta, trabajar allá implicaba siempre ver cómo hacía para comer; con la U cerrada, no tengo chance de trabajar de ninguna manera”.

Otro problema que enfrentan las y los estudiantes con respecto a recibir clases virtuales, es que “hay distintas formas de aprendizaje, que la modalidad virtual no logra cubrir, y ante lo que las y los docentes no nos proponen una solución”, como menciona Jeffrey Cartín, estudiante de Ingeniería.

Con respecto a las y los estudiantes de Residencias, la Universidad, apegándose a Estatutos, y a través de la Circular ViVE-5-2020, suspendió el “beneficio de residencia”, mandando a “atender el comunicado, a más tardar el día de martes 17 de marzo”. En otras palabras, desalojan en menos de un día a las y los estudiantes, sin “pensar en el recurso económico que implica para muchos de nosotros trasladarnos”, según Allan Rojas, estudiantes de Ingeniería.

Qué distinto sería si la rectoría, los decanos y en general la administración universitaria, en vez de exponer a los terciarizados, expulsar a los estudiantes de residencias y recargar a los docentes precarizados en los meses por venir, se dedicará a convertir la universidad en un campo de batalla contra el virus, lo cual incluiría estabilidad laboral para docentes y operarios, mejores becas, etc. Pero al fin y al cabo esta es la universidad del FMI, de los adoquines y de los préstamos al Banco Mundial. Y en esta crisis también demuestra de qué lado está.

Desde el movimiento estudiantil exigimos la suspensión del ciclo lectivo, sin que esto afecte a quienes tienen beca o residencia. También exigimos el cierre total de la universidad, garantizando la estabilidad laboral y el salario a todas las personas trabajadoras. Nuestras vidas valen más que sus ganancias.

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