El día de ayer se realizó la marcha para “entregar el petitorio estudiantil” convocada por la Fech. Una movilización que vino acompañada de una votación a paro de 11.547 estudiantes y que terminó con un amargo portazo de parte de la Rectora Rosa Devés.
Sábado 21 de octubre de 2023
Eran las 11 de la mañana del día viernes 21/10 y las columnas estudiantiles convocadas por la Fech se disponían a marchar. Unas 150 personas, de facultades como Ciencias Sociales, Facultad de Gobierno, Derecho, etc respondieron a la convocatoria de la mesa directiva para entregar un “petitorio estudiantil” a la rectora Rosa Devés.
Según el documento, el objetivo del movimiento estudiantil debe ser : “que Rectoría asuma el compromiso de impulsar un gran acuerdo por la defensa de la educación pública”, es decir, no solo confiar a dicha autoridad, que es responsable de la última alza de aranceles un petitorio unificado sino que también asuma la defensa de la educación pública.
Un desenlace trágico
Después de marchar por la Alameda con los cánticos “La educación es un derecho para el gobierno un privilegio” o “El que no salta es Paco”, llegamos finalmente a la casa central de la Universidad de Chile, donde Catalina Lufín (Juventudes Comunistas) y David Águila (Convergencia Social) Presidenta y Vicepresidente respectivamente de la mesa directiva, entregaron el petitorio a la Rectora esperando una reunión para discutirlo, cosa que no fue posible ya que la autoridad universitaria no se encontraba en su oficina y también porque decidió aplazar dicha reunión una semana más.
Este desenlace nos deja dos enseñanzas muy importantes como estudiantes movilizados. En primer lugar, no podemos confiar nuestras demandas -como aseguran las juventudes del gobierno- a administradores de la educación de mercado como Rosa Devés, quien pretendía subir los aranceles en un 12% el año pasado, cosa que resultó siendo un 10% en negociación con el Senado Universitario (Una migaja que Catalina Lufín en calidad de senadora universitaria celebró como un triunfo). También la actual Rectora no se conformó con subir el cobro a les estudiantes, sino que buscó recortar el ajuste de sueldo de los funcionarios de la universidad, medida miserable que no le funcionó por la organización de los trabajadores.
En segundo lugar, en vez de confiar nuestros derechos a ganadores del sistema neoliberal, como una Rectora que gana más de 8 millones de pesos al mes y no le importan las demandas estudiantiles, debemos confiar en la fuerza de la movilización nuestra junto a lxs trabajadores de la educación.
Es por lo anterior, que la marcha de ayer, puede ser un punto de partida para una rearticulación del movimiento estudiantil en la Uchile, en torno a demandas que no siembren ilusiones como la confianza en un “nuevo sistema de financiamiento” en general, negociado entre Rosa Devés y el gobierno, sino articulándonos en asambleas de base en todos los campus e instalando en las calles la demanda por una educación superior gratuita con acceso irrestricto, financiada por el Estado mediante aportes basales con la nacionalización de los recursos naturales como el Litio o el cobre.