El gobierno anunció la creación de una unidad de seguimiento del comercio exterior.
Martes 18 de noviembre de 2014
El Gobierno creó la Unidad de Seguimiento y Trazabilidad de las Operaciones de Comercio Exterior, con el objetivo de “verificar el precio y la cantidad de los bienes y servicios exportados e importados por el país conjuntamente con el ingreso y el egreso de divisas”.
Así lo estableció el decreto 2103 publicado ayer en el Boletín Oficial con las firmas de la presidenta Cristina Fernández, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y la ministra de Industria, Débora Giorgi.
La Unidad estará presidida por la Jefatura de Gabinete y la integrarán representantes del Ministerio de Economía; la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP); el Banco Central; la Superintendencia de Seguros; la Comisión Nacional de Valores y la Unidad de Información Financiera (UIF).Se invitará también a formar parte del ente a la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC).
De acuerdo al decreto, esta Unidad realizará “el monitoreo de las operaciones de comercio exterior, procurando su seguimiento y trazabilidad” y la coordinación del “acceso, por parte de los organismos competentes, de los reportes de las operaciones de comercio exterior a los efectos de verificar el cumplimiento de los requisitos formales y sustanciales exigidos por la normativa vigente”.
Entre las tareas de esta Unidad también estarán “el seguimiento de los ajustes y denuncias formuladas por los organismos de control relacionadas con las operaciones de comercio exterior”, así como “solicitar y brindar información a otras jurisdicciones” sobre sus temas de competencia, según estableció la norma.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, afirmó ayer que la creación de un ente para aumentar el control sobre el comercio exterior buscará “evitar la evasión fiscal” en operaciones de exportaciones e importaciones y la “manipulación de transferencias de divisas”. Esto ocurre a semanas de haber detectado maniobras millonarias con operaciones de importaciones, entre los casos más sonoros el de la multinacional norteamericana Procter y Gamble. Capitanich sostuvo ayer que la AFIP identificó “la operación de sobrefacturación de importaciones, subfacturación de exportaciones y manipulación de transferencias de divisas entre empresas multinacionales”. Esa situación, advirtió, tiene un “impacto” en la recaudación impositiva.