Se trata de “Greylock”, un fondo buitre considerado “amigo” durante el anterior gobierno que había llegado a un acuerdo en la negociación del 2010.
Miércoles 13 de abril de 2016
Anteayer se presentó en el tribunal de Thomas Griesa, en representación de Hans Humes, magnate de Greylock, el abogado Antony Constantini, del estudio Duane Morris. El mismo en una presentación de 100 páginas le reclama al país por sus tenencias en Wall Street en dólares, así como de bonos impagos en euros y francos suizos.
Según Ámbito Financiero, miembros del gobierno estiman que sería muy difícil que se avance en la demanda, ya que el juez del segundo circuito de Nueva York aplicará los seguros correspondientes para que no prosperen demandas en contra de la propuesta que en enero llevó a esa ciudad el secretario de Finanzas, Luis Caputo. El problema sería si Greylock decida continuar (junto con otros que quedaron fuera) y se presente ante la Cámara de Apelaciones de Nueva York para proseguir la demanda en esa segunda instancia.
La técnica usada por Greylock es la misma que la fondos buitre Elliott o Aurelius, esto es la presentación de los bonos reclamados y el pedido para que el juez aplique la cláusula "pari passu" contra la Argentina, y que cada vez que liquiden vencimientos de deuda éstos se embarguen y se distribuyan entre los acreedores a los cuales Griesa declaró ganadores. Sin embargo, se supone que el mismo, anulará estas presentaciones en el mismo momento en que la Argentina concrete los pagos a los acreedores que se sumaron a la oferta Argentina; y que los que no adhieran no recibirán las liquidaciones, y que pueden llegar a perder la oportunidad de cobrar lo que percibirá el resto.
El fondo de Hume que es recordado por haberse presentado el 27 de abril de 2015 ante las Naciones Unidas como "amicus curiae" del país, hoy se “arrepiente” y busca sacar tajada de la nueva entrega de Argentina.