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Red Internacional
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Editorial De Editoriales Francia. Aplausos para Tsipras

El jueves a la noche Tsipras presentó a los organismos internacionales una nueva proposición para desbloquear las negociaciones y obtener un nuevo “plan de ayuda” para Grecia. Yendo en contra del resultado del referéndum del domingo pasado y proponiendo un plan incluso peor que los planes rechazados previamente, Tsipras ha conseguido la aprobación de los editorialistas franceses.

Domingo 12 de julio de 2015

FOTO: Reuters

Libération, el sábado, titula su editorial “Compromiso”. Para Laurent Joffrin se evitó lo peor, una salida de Grecia del Euro. Así tanto la derecha, como la izquierda se ven, afortunadamente según el autor” derrotadas políticamente. El acuerdo, de concretarse, aunque no satisfaga a todas las partes “y menos aún al pueblo griego” logra lo más importante: “mantiene a Grecia en Europa [sic] y proporciona los medios para honorar sus deudas”. Grecia sigue en Europa (lo que evita un gasto desmesurado en cambiar los manuales escolares y todos los mapamundis), y sobre todo, sigue pagando. Aplausos para Tsipras : “Se podrá decir cualquier cosa de [él] salvo una : que le falta coraje”. Pero también aplausos para un “gran” actor, el gobierno francés quien “jugó un rol discreto pero decisivo en una negociación entre líderes liberales y militante de la izquierda que logra una salida … social-demócrata”. Joffrin ya nos tiene acostumbrados a la defensa del gobierno del PS en Francia, pero nunca deja de sorprendernos. No solamente François Hollande no es liberal (aunque hace todo para parecerse a uno), sino que el acuerdo de ajuste estructural tampoco, es simplemente social-demócrata. La buena salida, el punto intermedio entre derecha e izquierda.

“Grecia: retorno a la sabiduría” es el título de la editorial de Le Monde. Para Jérôme Fenoglio, “Las últimas propuestas del gobierno griego ofrecen la posibilidad de volver a la razón […]. Y de evitar lo que nadie quiere […] La salida de Grecia de la zona Euro, con consecuencias devastadoras para ese país y para Europa”. Ciertamente una salida del euro, dirigida por los patrones, sería una catástrofe para los trabajadores griegos. Una devaluación implicaría una caída brutal del salario real, como sucedió en Argentina en 2002. Sin embargo continuar con el ajuste y profundizarlo, como hace Tsipras, no es volver a la razón, salvo que lo que se quiera razonar es la forma de continuar expoliando al pueblo griego.

Pero, analizando más profundamente la situación en Grecia, el editorialista de Le Monde plantea que el resultado del referéndum del domingo pasado fortalece al gobierno de Tsipras para avanzar con las reformas estructurales y disciplinar a su grupo parlamentario. Así, su bonapartismo, referéndum seguido de un voto en el parlamento, “le da un margen político grande, mucho más grande que el de otros dirigentes griegos desde hace mucho tiempo”. Aplausos para Tsipras, que sigue el único camino alternativo a una salida del Euro. Aplausos para quien va a poder finalmente aplicar el ajuste. Esto es, para Fenoglio, realismo político y, además la mejor forma de oponerse a la extrema derecha, que pugnan por una ruptura con la Unión Europea.

Gaëtan de Capèle, el editorialista de Le Figaro del sábado, prefiere no aplaudir a Tsipras pero sí al acuerdo casi seguro al que llegó con los organismos internacionales. En la misma línea que Le Monde, lo peor se evitó y Grecia sigue en la zona Euro. Sin embargo “Tsipras es la prueba” (así se titula la editorial) de que el populismo no paga. Y que tampoco tiene la fórmula para salir de la crisis sin pagar (la deuda). Así descarta toda viabilidad a la “izquierda” de Podemos o del Frente de [centro] Izquierda de Mélenchon, y también al Front National : Todos partidos populistas que no pueden en realidad ofrecer una alternativa, porque no la hay. Lo que cuenta es ajustar para pagar la deuda.

Si “la bomba griega parece desactivada”, si parece que se llegó a un acuerdo, hay que tener cuidado. Hay que supervisar bien a Tsipras, quien hoy se habría comportado correctamente pero, al ser populista, puede que nunca concretice los ajustes concedidos. “Es evidente que ningún desvío, aunque sea mínimo, puede ser tolerado y que [Tsipras] tiene que rendir cuentas regularmente frente a sus acreedores”. Para de Capèle el santo poder lo tienen los acreedores, dueños de la deuda, de la soberanía griega, de su gobierno. Es ante ellos, solamente ante ellos que Tsipras debe rendir cuentas. Que Tsipras no respete sus promesas es una verdad a medias. Ciertamente no respetó sus promesas de campaña, ni tampoco respetó el resultado del referéndum que él mismo convocó. Pero esto no importa para este diario de derecha, Tsipras no tiene que rendir cuentas al pueblo griego. Lo que le importa es si respeta o no las promesas dadas a los organismos internacionales. Pero ahí de Capèle no debe temer demasiado. Tsipras ya demostró ampliamente que se subordina sin problemas ante la Troïka. Aunque todavía está por verse si va a lograr imponer el ajuste al pueblo griego, lo que es seguro es que lo va a intentar.

Aplaudamos a Tsipras, el gran camaleón, el gran confabulador, que transforma el “no” al ajuste por un “si” (bajo la excusa de que es un “no” a la salida del euro). Aplaudamos a Tsipras que va a ajustar más que sus predecesores de derecha. Aplaudamos el coraje de Tsipras de enfrentarse a los deseos populares y no al imperialismo. Eso es lo que nos quieren proponer desde los medios de comunicación franceses. Ciertamente Tsipras es un buen actor, pero lamentablemente no estamos en el teatro.