Dialogué con compañeras y compañeros de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Córdoba, con quienes venimos haciendo una experiencia común de lucha en defensa de la educación pública. De ahí surge esta nota, y me atreví a dejar conclusiones desde la visión de Tesis XI / La Juventud del PTS.
Miércoles 23 de octubre 16:57
La primera alarma sonó a eso de las cinco y treinta de la mañana en la Facultad. Una chica acomodó en un costado del aula su bolsa de dormir en total oscuridad. Se cambió y salió hacia el trabajo.
Pensé que seguro estaba en la misma situación que yo, y que en las próximas seis u ocho horas no iba a poder pensar en nada más que en lo que estaba viviendo: en asamblea decidió tomar su facultad contra el veto de Milei a la Ley de Financiamiento Universitario. Y lo decidió, ni más ni menos, que en el mismo momento que otras 80 facultades del país.
Es que un nuevo movimiento estudiantil irrumpió. Más precarizado, más cansado -de la complejidad del día a día-, y con menos ataduras.
Circula un dato que ayuda a entender mejor a este nuevo estudiantado: según las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Capital Humano, el 47,8% de los ingresantes de las universidades nacionales y provinciales son primera generación de universitarios. Es decir, no provenimos de padres con formación académica universitaria. Hijos e hijas de la clase trabajadora.
Confianza en las propias fuerzas
“En las asambleas aprendí que todo es colectivo, me sentí sostenida por mis compañeros” me dijo Julieta, compañera de la facu. Cuenta una experiencia a contramano del clima de época individualista y competitivo.
Además de decidir todo de forma colectiva, en asamblea podemos definir cómo luchar. Sin esperas. Sin peros, y a pesar de las burocracias de cada color.
Antonella, también de la facultad, repasó: “Así como salió la toma de nuestra facultad (...) también las complementamos con otras como por ejemplo clases públicas, talleres, charlas y cine debate. Las tomas en todo el país son la medida más radical, por el momento, para poner en agenda el tema (...) demostraron que se contagió a nivel país ese impulso por movilizarse, mientras que se puso de pie un movimiento estudiantil muy poderoso”.
Las tomas no fueron bien recibidas por el radicalismo ni el peronismo, en sus distintas formas. La Franja Morada buscó desde el principio desconocer nuestra forma de organización, tildando las decisiones asamblearias como antidemocráticas y oponiéndose a las tomas.
La Bisagra por su parte, buscó evitar este escenario lo máximo posible. El día previo a la votación de la Ley de Financiamiento Universitario se opusieron a la toma y llegaron a utilizar como argumento que “no iban a ser ellos quienes dejaran fuera de las aulas a los estudiantes”. Con el correr de las horas y con cada vez más facultades tomadas en el país, tuvieron que acompañar la medida.
Maximiliano, también de la FCC, le dió una vuelta de rosca a la cuestión: “Es un proceso largo, y de a poco hay que incomodar más y más a la burocracia estudiantil, para que esa incomodidad se eleve a los sectores que manejan el poder”.
Quiero sentar acá una primera conclusión: a pesar de las conducciones burocráticas del movimiento estudiantil, que ven siempre en los espacios colectivos de debate y decisión un riesgo de ser sobrepasadas por el ingenio y la potencia de la autoorganización, tomamos la facultad. Y no sólo eso, elaboramos un plan contra el ataque a las universidades públicas de Milei y sus cómplices amigos.
Por ejemplo, el martes 22 de octubre convocamos desde la Interfacultades una movilización desde Colón y Cañada por la tarde. El horario fue toda una conquista: pudimos participar con tranquilidad quienes trabajamos. Y fuimos más de 8000 estudiantes, docentes, no docentes, investigadores, artistas, amigos y familias. Un triunfo de la organización desde abajo.
Y agrego algo más: ¿cómo no vamos a confiar en nuestras propias fuerzas si las protagonistas de esta lucha conquistamos la IVE cuando íbamos a la escuela?
Y al que no le gusta, se jode
Guadalupe está en el último año de la carrera de Comunicación Social. “Nunca tomé la facultad antes” me dijo, como si fuera casi una experiencia por la que todo estudiante universitario argentino pasara. Hay algo ahí: todos los gobiernos que han intentado llevar adelante políticas de ajuste, comienzan por la educación.
Y siguen por la salud, por las y los jubilados, el trabajo, las ayudas sociales, y van. El conflicto estudiantil lleva dentro muchas otras motivaciones más que el veto a la Ley de Financiamiento Universitario. Los estudiantes alquilamos, vamos al súper, nos atendemos en el hospital, trabajamos y cuidamos de otros y otras. Eso no siempre se ve. “Me di cuenta que el conflicto no sólo es el ajuste en lo estudiantil, sino en muchas otras cuestiones como la salud pública”, siguió Guadalupe.
“En la comunidad universitaria no podemos ser simples espectadores de los acontecimientos y tenemos que ser protagonistas, en conjunto a docentes, no docentes, trabajadores y jubilados” explicó Maximiliano.
Hay algo que me llama la atención: en las asambleas y tomas se habla cada vez más sobre el Cordobazo. Días atrás, una piba estudiante de medicina tomó la palabra en la Interfacultades y recuperó la experiencia del Hospital Clínicas.
Asamblea Interfacultades.
Quiero dejar acá la segunda conclusión: el hilo que une estudiantes y trabajadores intentó ser cortado múltiples veces. Cuando los ataques se vuelven insoportables, las ideas de coordinación resurgen. También se militan a conciencia. Esa es nuestra perspectiva desde el PTS, y por eso llevamos la lucha de jubilados, laburantes petroquímicos y de los SRT a cada asamblea. Hay en la unidad de las luchas, y en especial con los trabajadores, una llave para triunfar.
Nuestra primavera
“Nosotros tenemos algo a favor, que es la colectividad. Este gobierno sólo conoce la individualidad, la sostiene y la defiende. Si nos organizamos todos los sectores de la sociedad, porque la universidad no es sólo de los estudiantes, la podemos ganar. Esta lucha es de todes” me resumió Milagros, compañera de tercer año de comunicación.
A contramano del discurso oficial que muestra en la política y en la organización curro, casta y rosca, los estudiantes demostramos que podemos debatir democráticamente y ponernos de acuerdo para luchar. Y no sólo para luchar. Milagros me relató que en asambleas aprendió que se puede debatir qué modelo de universidad queremos, y también, qué modelo de país y sociedad.
De esto no tengo una conclusión cerrada, tengo un interrogante: ¿Lograremos conquistar esa universidad, esa sociedad? Desde ya que no dependerá de la resolución positiva o negativa de este conflicto, pero sí de las conclusiones que nos llevemos de este proceso para construir desde abajo una salida favorable a los trabajadores y las grandes mayorías populares.
Asamblea Interclaustro en la explanada de la FCC.
Una invitación para parar la pelota y pensar
El próximo sábado 26 de octubre a las 17 hs vamos a realizar un plenario abierto desde la Juventud del PTS en Pabellón México de Ciudad Universitaria. Van a estar presentes estudiantes de distintas carreras, escuelas, docentes, investigadores de CONICET y trabajadores en lucha. Se conectará de forma virtual Myriam Bregman, referente del PTS / Frente de Izquierda.
Si querés discutir cómo continúa la lucha en defensa de la educación pública, cómo se desarrolla el conflicto a nivel nacional, o conocer mejor las ideas de la izquierda, estás más que invitado/a. Tus dudas y posiciones son más que bienvenidas.
Escribinos al Instagram de @tesisxifcc para saber más.