Desde el gobierno de Maduro se ha venido apostando como solución a los “conucos” como una vía frente a la profunda crisis de escasez de alimentos y la carestía de vida.
Sábado 24 de septiembre de 2016
Aclaratoria
De antemano, queremos dejar bien claro, que por medio de la presente nota no tenemos la más mínima intención de menospreciar y mucho menos despreciar la labor de aquellos que en pequeños espacios, como los “conucos”, sean rurales o urbanos, cultiven sus alimentos.
¿Otra jornada laboral?
Pero de allí a considerar que a través de pequeños “conucos” alternativos se podrá superar la grave crisis de acceso a los productos agroalimentarios más básicos que sufre el pueblo como pretende el gobierno nacional, no es más que la total pérdida de proporciones, y no atacar a los verdaderos responsables de la crisis reinante.
Pero observemos algo muy importante. En el caso de las ciudades, pero también en los espacios rurales, esta "propuesta" estaría recayendo como una segunda jornada laboral sobre los hombros de los trabajadores, pues luego de cumplir su habitual horario de trabajo tendría que dedicarse a esta otra actividad cuando debería estar descansado o compartiendo con su familia.
Y de allí nace la preocupación mediante ésta nota, para denunciar y analizar sobre una sobre explotación que ha dejado cernir el gobierno sobre la clase trabajadora, cuando con su salario debería tener la capacidad de acceder a la compra de productos de la cesta básica y de primera necesidad.
En vez de atacar a los verdaderos responsables, los empresarios de siempre y la corrupción reinante, tomando las medidas necesarias para que sean los capitalistas los que paguen la crisis, impulsa a que los trabajadores a llegar a nuestras casas luego de horas extenuantes de trabajo, nos dediquemos al cultivo de alimentos, sobre cargándonos con sobretrabajo.
Es que desde hace algún tiempo, desde los ministerios se viene promocionando, según órdenes del Presidente, la incitación a los trabajadores a desarrollar en sus viviendas los “conucos”, en respuesta a la crisis económica debido a la escasez, inflación y especulación que vivimos los trabajadores, para, de ésta manera, buscar “sortear” los embates (altas colas para comprar productos de la cesta básica y de primera necesidad, bachaqueos, atropellos represivos por parte de organismos policiales entre otros) que cada día sufrimos.
Audiovisual de interés: https://www.youtube.com/watch?v=3sK7TmxkiHE
La iniciativa en sí, no resultaría descabellada si se tratase de una opción personal “alternativa” pero no forzada por una realidad que golpea al país y específicamente en magnitudes sin precedentes, sobre todo entre la clase desposeída y obrera. Hasta se ha llegado a la creación de un ministerio para la siembra urbana pomposamente denominado Ministerio del Poder Popular de Agricultura Urbana.
Tal iniciativa consiste en que, los trabajadores traten de sembrar y cosechar, legumbres, hortalizas, vegetales, verduras y tubérculos con la intención de disminuir y hacer frente a la fuerte escasez de los productos básicos en este caso, de alimentación. La misma deberá ser llevada a cabo tanto por los obreros rurales como para los urbanos si desean hacer frente a tales embates.
No obstante, a trasfondo, primeramente, se pretende que el trabajador una vez que termine su jornada laboral habitual con la cual su sueldo le debería aportar una calidad de vida digna que le sea capaz de obtener los productos mencionados con anterioridad, se dedique a otra actividad laboral pero ahora no remunerada. Se pretende así dejar caer sobre los hombros del trabajador la responsabilidad absoluta y total de los infortunios y flagelos de la situación económica que azota a un país.
Aun cuando, exista una cuantiosa proporción de trabajadores que hayan adoptado la medida implementada por el presidente Maduro, obligados por las condiciones materiales del momento, como una medida para sobrevivir, deja asomar por una rendija, la irresponsabilidad e incapacidad del gobierno ante un país y economía agobiante, de tal dolencia que en mayor medida golpea a la clase obrera.
El inconveniente del urbanismo y los conucos
Al implementar la presente iniciativa en zonas urbanas, choca con ella un pequeño inconveniente “los espacios reducidos para la producción de la siembra y la cosecha”.
Y es que, cuando un trabajador que resida en complejos urbanos, se le dificultará el desarrollo de su “conuco” que le permita evadir un poco la situación, mas no faltará el hecho de ponerse creativo a la hora de personalizar el mismo y adaptarlo a su espacio reducido.
Sin embargo, la cosecha y producción obtenida no se puede comparar cuando se produce a gran escala y con las técnicas más modernas. Incluso si lo vemos a nivel de los lugares rurales, tal propuesta del conuco no representa la más mínima alternativa frente a la escasez de alimentos.
Los “conucos” en los altos dirigentes del gobierno
Si la creación, desarrollo e instauración de los conucos por los trabajadores nace de la necesidad y es impulsada como herramienta para lograr sortear los embates de la crisis, cabe preguntarse, ¿de dónde nace la necesidad de los altos dirigentes chavistas para implementar como una medida de solución frente a la apremiante crisis el desarrollo de los conucos?
Pues, viendo que en ellos no radica y mucho menos nace la necesidad y el propósito que impulsa a los trabajadores a sembrar en los pequeños espacios, no queda otra respuesta qué; en ellos consiste únicamente los altos niveles de irresponsabilidad política y desfachatez, sumada a la intención de otorgarle a su campaña mediática y manipuladora de la siembra urbana un peso populista.
Debido a que como es conocido, quienes tienen acceso a los bienes del Estado, y quienes se hacen inmensamente ricos acosta de la miseria y sobre explotación de los trabajadores han de ser otros, resultaría desconcertante el alegato que la necesidad que invade a los trabajadores a hacerlo, por el sufrimiento de la escasez, es la misma que impulsa el gobierno como quieren hacer ver, cuando a la vista popular salta que una cosa es la necesidad y otra una política de Estado cuando se debería estar atacando a los capitalistas.
Los “conucos” en países desarrollados
No faltará quien reproche (lo cual es válido) al crítico de la presente nota, el uso de los conucos en países como E.E.U.U, Canadá, Japón, entre otros.
Debemos comprender que el uso y adaptación de los conucos en los países antes mencionados, es meramente opcional, así como una medida para cultivar y cosechar frutos libres de los llamados “transgénicos” utilizados por las industrias y empresas en sus productos. Incluso, entre sus habitantes hay quienes afirman que les resulta original y ecológico para la gastronomía “moderna”, no obstante, también están los que afirman que se trata de una medida para reducir un poco los niveles de consumismo del capitalismo.
Cual fuere el caso, lo cierto es que, no se puede comparar con la razón que impulsa a los trabajadores venezolanos, la cual no es más que “bandearse” día a día para hacer frente a la situación y poder sobrevivir a la crisis de la cual somos testigos y sufrientes.
En resumen
En éste apartado me tomaré la libertad de citar un fragmento de Silvio Rodríguez: “Y estoy temiendo ahora ser mal interpretado, casi siempre sucede que se piensa algo malo”. En definitiva, la crítica realizada en la presente nota, no tiene como propósito desacreditar la labor de los trabajadores, los conucos y mucho menos sus medios para subsistir.
Si no, como una crítica reflexiva para que entre nosotros, los trabajadores, podamos discernir sobre nuestra situación, la cual, siendo la clase trabajadora la generadora de riquezas es injustificable los niveles deplorables a los que hemos sido reducidos, gracias a estafadores, charlatanes políticos y la clase dominante que nos explota.
Es importante que los trabajadores afilemos nuestra óptica de crítica de clase
Como trabajadores del país, es clave que seamos capaces de despertar esa capacidad vivaz de criticar y dudar de toda majadería que pueda ser capaz de atentar con sus intereses de clase. Así mismo a la organización en los lugares de trabajo, recurriendo a la discusión permanente y debates a los que se les pueda sacar un provecho para analizar con un ojo crítico y con conciencia de clase obrera para prepararnos para luchar y no seamos nosotros los que paguemos la crisis.