El director Junfeng Boo presenta un tema poco explorado de su país, la pena de muerte que es aplicada entre otros delitos por el tráfico de drogas, la historia nos acerca a un joven oficial que busca un acercamiento con el jefe de ejecuciones de la prisión
Martes 10 de octubre de 2017
Llega a las pantallas mexicanas la película Aprendiz del director singapurense Junfeng Boo la cual se presentó en el Festival de Cine de Cannes. En la trama se aborda el tema de las ejecuciones en el país asiático.
Aiman (Firdaus Rahman) es un joven oficial de una correccional que es transferido a una prisión de máxima seguridad. Aiman es soltero vive con su hermana mayor Suhaila (Mastura Ahmad) en un pequeño departamento.
El joven oficial por su pasado en el ejército se gana la simpatía de Rahim (Wan Hanafi Su) quien es jefe de ejecuciones en la prisión, esto molesta a Suhaila pues su padre fue ejecutado en la misma cárcel. Aiman siente una extraña fascinación por el trabajo de verdugo.
Aprendiz es una película que nos hace reflexionar sobre la pena de muerte aplicada por el Estado, ¿de verdad soluciona problemáticas como la venda de drogas ilegales o el homicidio? Por un lado, veremos la vida del verdugo y un acercamiento al sentir de los sentenciados y sus familias.
Singapur es uno de los países de medio oriente que aplica la pena de muerte en casos como el tráfico de drogas como una medida para detener la problemática social, dejando de lado, como muchos otros gobiernos, el tema de la legalización de las drogas.
