Presentamos para los lectores de La Izquierda Diario reflexiones y desafíos para la militancia en la etapa que está comenzando.

Fernando Scolnik @FernandoScolnik
Viernes 12 de febrero de 2016
En la Declaración Política del CC del PTS “Organizar la resistencia de los trabajadores para preparar la contraofensiva contra el ajuste”, y en la Carta de Nicolás del Caño y Myriam Bregman, así como en artículos de La Izquierda Diario (ver acá, o acá), hemos dado cuenta de nuestra caracterización del nuevo gobierno de Macri. Nos hemos referido en esos materiales a la situación del peronismo, al ataque en curso (despidos, represión/persecución, tarifazos e inflación), a nuestro programa, y al desafío central de proponernos como el partido que se juega a estar en la primera línea de la resistencia obrera y popular, como parte del Frente de Izquierda.
En momentos en los que empieza a sentirse un malestar más amplio por la combinación de despidos, tarifazos e inflación, se van creando las condiciones para una situación de mayor lucha de clases.
Esto nos pone ante la oportunidad y el desafío inmediato de dar un salto en nuestra ubicación en la primera línea de la resistencia. Para estar a la altura de las circunstancias, es necesaria una gran fuerza militante de miles que dé esta pelea en los lugares de trabajo, de estudio y en los barrios. Una fuerza que apueste a la más amplia unidad obrera y popular para enfrentar los ataques, y a la vez plantee un programa para que la crisis la paguen los capitalistas.
A esto apunta el crecimiento al que apuesta el PTS en el Frente de Izquierda: organizar la resistencia en todo el país no en las palabras, sino en los hechos. Es la discusión que queremos hacer con miles de compañeros y compañeras, para que se sumen a esta apasionante pelea. La Carta de Nicolás del Caño y Myriam Bregman, para ser repartida por miles en todo el país, busca abrir este diálogo necesario.
Como primeros desafíos, a esos miles queremos proponerles enfrentar en común, en lo inmediato, no sólo las discusiones paritarias para enfrentar el ataque al salario, sino también impulsar con fuerza el paro de estatales y la “jornada nacional de lucha” del 24 de febrero, apostando a que confluyan allí todos los conflictos en curso. También, convocar a la marcha independiente del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia para el 24 de marzo, en el 40º aniversario del golpe genocida. Luchar contra la amenaza de proscripción de los obreros de Madygraf/Donnelley por parte de la burocracia del sindicato gráfico de cara a las elecciones en ese gremio (en momentos en los que hay rumores de posibles compras de la fábrica cuando se venza el contrato en abril); y la campaña por la reincorporación de nuestra compañera Natalia Morales en Jujuy, cuyo despido es una clara persecución política contra quien fuera candidata a gobernadora por el Frente de Izquierda. Son algunas de las peleas inmediatas.
Para los importantes desafíos de la nueva etapa, las conquistas de la situación anterior son los puntos de apoyo de los cuales partimos. El Frente de Izquierda, con la candidatura de Nicolás del Caño y Myriam Bregman, hizo en 2015 la mejor elección presidencial de la izquierda desde 1983, y conquistó un nuevo diputado nacional, legisladores provinciales y concejales. Millones de personas recibieron el mensaje de la izquierda por los medios de comunicación, y hoy están abiertas a nuestras ideas, porque saben que somos los únicos que seriamente nos proponemos organizar la resistencia, ya que durante el kirchnerismo también nos vieron hacerlo en Lear, Kraft, Donelley y cientos de lugares más. La izquierda es la única que tiene la autoridad de haber luchado ayer, y seguir luchando hoy, con total independencia y sin ningún compromiso con ningún gobierno capitalista.
Esa ubicación conquistada se continúa y profundiza cada día. Los principales referentes del Frente de Izquierda son ya una voz ineludible en cada discusión política nacional. Lo refleja también La Izquierda Diario, que es otra gran conquista. En su versión digital no para de crecer en número de visitas, habiendo alcanzando picos de hasta 100.000 entradas diarias, mientras que su versión impresa comenzará a salir de forma más ofensiva y con un ritmo semanal en las próximas semanas. En enero de 2016, La Izquierda Diario digital triplicó las visitas alcanzadas en el mismo mes del año anterior. A tono con la nueva etapa, se propone ser un diario de la resistencia, contribuyendo a organizar y difundir cada pelea, planteando una salida a los problemas del período. Te invitamos a difundir La Izquierda Diario con nosotros.
Todo esto no es para nada un dato menor. Cada compañero o compañera que se propone abrir un nuevo trabajo en una zona, un lugar de trabajo o de estudio, debe ser consciente de que tiene hoy como carta de presentación ser parte de esta corriente a nivel nacional, con referentes conocidos, un diario y reconocidos luchadores obreros y juveniles. Es sencillo y natural invitar a nuevos compañeros a organizarse con el PTS en el Frente de Izquierda para estar en la primera fila de la resistencia.
A todo esto se suma la posibilidad de dialogar con una base progresista del kirchnerismo, que hoy está en crisis no sólo por la derrota electoral, sino también por la poca y casi nula resistencia que ofrecen los dirigentes K contra los ataques del macrismo, e incluso porque también hay despidos en provincias y municipios gobernados por el Frente para la Victoria. Estar en la primera línea de la resistencia, haber planteado la necesidad de paro nacional en estatales, y luchar por la libertad de Milagro Sala, ubica bien al PTS en el Frente de Izquierda para poder dialogar con estos sectores y discutir con ellos qué podemos hacer en común para enfrentar los ataques. A todos ellos los llamarmos a la acción, ya que no basta con declaraciones o expresiones de descontento, sino que es necesario participar de las luchas de los trabajadores.
Las paritarias y la lucha contra los despidos
La apertura de decenas de locales que el PTS está llevando adelante en todo el país, partiendo de la ubicación nacional conquistada, así como la incorporación de nuevos compañeros y compañeras a nuestras filas, debe tener entonces ese norte de combate: apuntar en cada zona a buscar los lugares donde se presenten oportunidades para organizar la resistencia contra los ataques patronales o gubernamentales, sean de carácter económico, o de avasallamiento de las libertades democráticas, como la represión o la criminalización de la protesta social. La actividad de los diputados del PTS en el Frente de Izquierda, como siempre lo ha sido, será codo a codo en cada pelea, y donando gran parte de sus dietas a los fondos de lucha, cobrando ellos y ellas un salario equivalente al de una maestra.
En este marco, están comenzando las paritarias (prestaremos en lo inmediato especial atención al gremio docente), cuando ya el ataque al salario ha tomado una magnitud importante, y la inflación promete continuar. Los efectos de los tarifazos y el consecuente descontento popular comenzarán a sentirse pronto. A los dirigentes de las centrales sindicales, que siguen en la tregua y algunos se reunieron con Macri para preparar la entrega del salario a cambio de modificaciones en el mal llamado impuesto a las ganancias y prebendas millonarias para los dirigentes, les exigimos paro nacional para enfrentar el ajuste, ya que solo un plan de lucha nacional unificado del movimiento obrero puede pararle la mano a los ataques, abriendo una nueva situación.
Independientemente de los procesos que haya en cada gremio, sobre los cuales nos proponemos intervenir ofensivamente, es probable que las luchas más duras sean aquellas que enfrenten los despidos. En esas batalles se forjará la verdadera resistencia, y se templará un partido de combate. Por eso el PTS, en el próximo período, se propone darle especial importancia a las luchas contra despidos. La apuesta es a intentar transformar cada gran conflicto en una gran batalla de clase, que influya de alguna manera en la relación de fuerzas más general entre las clases sociales, y conquistar así nuevos “emblemas”, como en su momento lo han sido fábricas ocupadas como Zanon y Brukman, luego Donnelley, o luchas ejemplares contra despidos como Kraft o Lear que hacen a las patronales pensar dos veces antes de despedir masivamente.
Posiblemente, la mayor parte de estas peleas no sean en las grandes empresas multinacionales (aunque también puede haberlas), sino en las de la burguesía no monopolista, donde se sentirán más fuerte los efectos de la recesión. La construcción en los sectores medios y bajos de la clase obrera, que no sólo serán los que más sufran los despidos sino también el ataque al salario (al no ser alcanzados por los cambios en ganancias), será prioridad desde cada uno de los locales.
Estas perspectivas las llevaremos al encuentro del sindicalismo combativo y la izquierda, que por estos días se está terminando de organizar para el 5 de marzo.
También nos proponemos construir una gran juventud estudiantil y obrera, con nuevas camadas de jóvenes trabajadores que, después de la etapa del llamado “sindicalismo de base”, combinen directamente la actividad política y la sindical, y con nuevas generaciones que también en el movimiento estudiantil empalmen con procesos de ruptura de jóvenes con el kirchnerismo, proceso que molecularmente ya ha comenzado por la escasa resistencia del ex oficialismo en el comienzo del gobierno de Macri, o a veces complicidad directa con los ataques.
Junto con estas reflexiones, el PTS ha tomado otras resoluciones, sobre las cuales profundizaremos en próximas notas: dar un nuevo impulso a la agrupación de Mujeres Pan y Rosas; lanzar programas de TV por internet; aprovechar al máximo la potencialidad de las redes sociales y la revista Ideas de Izquierda; desarrollar las campañas sindicales de la Alimentación, Gráficos, Jaboneros y Neumáticos; difundir el nuevo número de la revista Estrategia Internacional y desarrollar nuevos cursos de propaganda marxista. Sobre estos temas profundizaremos en nuevas entregas de “Apuntes Militantes”.

Fernando Scolnik
Nacido en Buenos Aires allá por agosto de 1981. Sociólogo - UBA. Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001.