Peter Navarro, asesor comercial del gobierno de Trump, declaró que sería porque tienen "la atención de México". Está prevista para este miércoles la reunión de la delegación mexicana con el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence y el secretario de Estado, Mike Pompeo.
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Miércoles 5 de junio de 2019
"Creemos que estos aranceles podrían no tener que entrar en vigencia precisamente porque tenemos la atención de los mexicanos", declaró Peter Navarro a CNN.
El presidente estadounidense amenazó con aplicar desde el 10 de junio, aranceles del 5% a todos los productos que se importan a EE.UU. desde México, y que gradualmente se incrementarían hasta llegar a 25% el 1 de octubre si México no impide el avance de migrantes hacia Estados Unidos desde su territorio.
Esto en el contexto de que el gobierno de López Obrador deportó hasta ahora a 80,500 migrantes desde diciembre, que huyeron de sus países de origen ante la miseria y la violencia que imperan allí.
A las 14 horas de la Ciudad de México tendrá lugar la reunión entre Mike Pence, Mike Pompeo y los representantes comerciales de Estados Unidos con los negociadores mexicanos en Washington.
Por parte de la delegación mexicana se cuentan Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, Graciela Márquez, secretaria de Economía y Víctor Villalobos, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, así como Jesús Seade, mano derecha de López Obrador en la negociación del nuevo tratado comercial norteamericano (T-MEC) y hoy número dos de Exteriores para América del Norte. No obstante, no todo el equipo participará de la reunión.
A su vez, senadores y diputados se encuentran haciendo cabildeos con sus pares estadounidenses. Mario Delgado, el líder de la bancada de diputados de Morena, está en Washington desde el martes. El senador Héctor Vasconcelos también tendrá reuniones con sus contrapartes estadounidenses, varios de los cuales, incluyendo republicanos se pronunciaron públicamente contra los aranceles y están buscando formas de bloquearlos.
Oposición a los aranceles Trump en EE.UU.
Temen más a nada en el mundo que se vean afectados los negocios capitalistas de los magnates estadounidenses. En reuniones previas de los enviados mexicanos, tanto funcionarios como empresarios, se explicó que un impuesto de 5% de su principal socio comercial podría traer como consecuencia un encarecimiento de bienes importados por 17.000 millones de dólares, de acuerdo con cálculos de la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
Entre los estados más afectados está Texas, por ejemplo, ya que la aplicación de los aranceles provocaría una carga de 5.300 millones de dólares que pagarían los consumidores estadounidenses, es decir los trabajadores y los sectores populares. Si se llegara al 25% de aranceles, el golpe sería de 26.700 millones. Saldrían heridos de esta crisis entre los socios, también Michigan (2.800 millones), California (2.200 millones), Illinois (657 millones), Ohio (459 millones) y Arizona (452 millones). Nada positivo para los partidos de las grandes corporaciones que se aprestan a entrar en la carrera electoral hacia los comicios presidenciales de 2020.
¿As bajo la manga?
Según dio a conocer el diario El País, México estudia a qué condados de EE.UU. golpear si Trump cumple su amenaza de imponer aranceles. Los funcionarios del gobierno de López Obrador están analizando los productos terminados de mayor impacto en términos políticos para aplicarles un arancel en respuesta. Y esto además contempla buscar las vías para evitar daños colaterales en las cadenas de producción.
“Tenemos claro dónde hay que golpear: en los Estados políticamente más sensibles para Trump para su reelección”, declararon desde cámaras empresariales de México.
Rob Jobson, senador republicano de Wisconsin, declaró “La Casa Blanca debería estar preocupada por el resultado de ese voto, por que los republicanos realmente no gustan de cobrar impuestos a los consumidores y empresas estadounidenses”. Expresa la preocupación real de su partido de cara al próximo proceso electoral.
Prima la tensión. López Obrador, el conciliador, está ante su desafío más importante en lo que lleva de gobierno. Negociar con el magnate voluble e imprevisible que habita en la Casa Blanca.
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