A pesar que a Audiencia Nacional descarta que haya incitado a la sedición. La represión del Estado no cesa.
Pere Ametller @pereametller
Lunes 3 de abril de 2017
Finalmente, la ridícula acusación de incitar a la sedición por pronunciar la frase “para hacer una tortilla hay que romper los huevos”, durante un pleno municipal de Vic, ha sido archivada. La Audiencia Nacional ha argumentado que Coma ha mostrado "una tenaz voluntad de desobediencia a la legislación del Estado con el fin de crear un Estado catalán independiente a través de un procedimiento no previsto en la legislación vigente", pero concluye que no ha incitado a que hubiese un "alzamiento público y tumultuoso para impedir la aplicación de las leyes".
Hem desobeït, hem guanyat. L'AN arxiva la causa. Gràcies a tothom pel suport, en especial el @Moviment3003 i tothom qui ha lluitat. Seguim.
— Joan #DefensemDDHH (@joancomaroura) 3 d’abril de 2017
Coma ha declarado que "han intentado introducir un elemento de violencia en nuestro discurso que no existe en absoluto" y ha defendido el ejercicio del derecho de autodeterminación unilateral. Cabe recordar que el fiscal argumentó que romper huevos implica violencia porque los huevos "no se rompen solos".
No obstante la ofensiva del Estado Español no ha cesado. Los fiscales de la Audiencia Nacional han contactado con empresas que hayan podido tener contratos con la Generalitat que tuviesen que ver con la creación de futuras estructuras de Estado.
Por otro lado, el Tribunal Constitucional tiene previsto reunirse hoy mismo para dirimir sobre el recurso de inconstitucionalidad que ha presentado el Gobierno contra los presupuestos de la Generalitat. Si se admite a tramite el recurso, automáticamente los presupuestos quedan suspendidos. El recurso se ha presentado porque el Gobierno considera que las partidas presupuestarias para realizar el referéndum son anticonstitucionales.
Carles Mundó, el Consejero de justicia de la Generalitat ha declarado que es bueno que la Audiencia Nacional “deje de hacer el ridículo investigando esta cuestión”. Mientras tanto el President Puigdemont sigue explicando el “Procés” en el exterior y ha señalado tres posibles preguntas para el referéndum. Pero a solo seis meses de la fecha límite en la que se ha de celebrar el referéndum sigue sin haber fijado la pregunta y la fecha.
Puigdemont argumenta que se han de esperar los resultados del “Pacte Nacional pel Dret a Decidir” que pretende conseguir un referéndum pactado. Sin duda es una muestra de la poca fiabilidad y determinación que tiene el Govern de la Generalitat para llevar el ejercicio de la autodeterminación hasta el final. Que a día de hoy se siga pretendiendo alcanzar un referéndum pactado es solo la enésima muestra del procesismo que busca evitar a toda costa una situación desbordamiento institucional.
Es absurdo esperar un referéndum pactado con toda la represión que esta ejerciendo el Estado antes incluso de haber convocado el dicho referéndum. Parece que el PdeCAT y ERC están pensando más en como salir al máximo de favorecidos de esta situación de cara a unas próximas elecciones autonómicas, que en realmente hacer realidad el referéndum. La razón es que no están dispuestos a asumir todas la consecuencias que puede acarrear una autentica desobediencia al Estado.
Por ello es necesario activar la movilización independiente de los partidos en la calle. Para imponer que se realice el referéndum y que no se pacte un desvío. El ex-presidente Mas ya se ha ofrecido más de una vez para consensuar una tercera vía. Si el Govern de la Generalitat no ha aceptado esta opción ha sido más bien porque el inmovilismo del Gobierno español ha sido total, no por falta de ganas.