Sergio Maldonado, su hermano, y la abogada Verónica Heredia reflexionan sobre los 730 días que pasaron desde la represión de Gendarmería en la Pu Lof de Cushamen
Daniel Satur @saturnetroc
Jueves 1ro de agosto de 2019 00:00
Hace exactamente dos años en la Ruta 40 a la altura del departamento chubutense de Cushamen, en la patagonia Argentina, las balas de la Gandermería Nacional comenzaban a escribir un nuevo y nefasto capítulo de su historia criminal. A partir de ese mediodía y por 78 días Santiago Maldonado estaría desaparecido, forzadamente, luego del ingreso ilegal de la fuerza represiva a la Pu Lof de la comunidad mapuche.
Primero el Gobierno, en la voz de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, negó la represión. Luego negó que Santiago hubiera estado allí. Luego negó que hubiera desaparecido. Y después, cuando apareció su cuerpo en las aguas del Río Chubut, en el mismo lugar de los hechos, terminó definiendo todo como un simple ahogamiento autoinfligido.
Pasaron 730 días de aquella jornada de terror estatal. Como una provocación pensada a conciencia, Bullrich inaugura en Bariloche la flamante “escuelita” del Servicio Cívico Voluntario a cargo de la misma Gendarmería.
A horas de una nueva movilización a Plaza de Mayo por verdad y justicia para Santiago, La Izquierda Diario habla con Sergio Maldonado, su hermano, y con su abogada Verónica Heredia. Una reflexión sobre estos dos años, sobre el Gobierno represor, sobre el Poder Judicial cómplice y sobre la siempre necesaria movilización popular.
Dos años de injusticia
Para Sergio “estos dos años pasaron muy rápido”. Mirando hacia atrás, afirma que nunca pensó que, “con todas las pruebas que había, con tanta gente en la calle apoyando y queriendo saber qué pasó, el caso no se fuera a resolver pronto”. Para él “quedó expuesto, una vez más, que la Justicia actúa en complicidad con el poder político y con el gobierno de turno”.
Maldonado ejemplifica lo que dice con dos hechos claros. Por un lado recuerda que el cuerpo de Santiago apareció el 17 de octubre de 2017, “muy pocos días antes de las elecciones” del domingo 22. Por el otro, “desde hace seis meses esperamos que la Cámara de Comodoro Rivadavia se expida sobre nuestro pedido de que se desarchive la causa. ¿Están esperando a después de las elecciones primarias de agosto a ver si les conviene continuar con la causa o cerrarla en segunda instancia?”
Su abogada, Verónica Heredia, coincide en que el Poder Judicial es “parte del problema” y no de la solución. “A mí no me sorprende, no es una situación extraña en casos de desapariciones forzadas en democracia, que pasen los meses y sigamos esperando que una cámara de apelaciones confirme o no el archivo de la causa. Lo deberían haber resuelto en marzo y seguimos esperando”.
La letrada, de larga trayectoria en la temática, asegura que “el Poder Ejecutivo se encargó siempre de negar que hubiera existido una desaparición forzada. Incluso llegaron a negar la represión, ilegal, de Gendarmería el 1° de agosto. Obviamente, si el Poder Judicial no los para, son ilimitados en la violencia. Y el Poder Judicial, como todo el mundo sabe, maneja sus propios tiempos políticos”.
Un Gobierno represor y mentiroso
En estos dos años, como lo vino informando este diario cotidianamente, Mauricio Macri y su ministra de “Seguridad” Patricia Bullrich demostraron tanto su decisión de mantener impunes los crímenes de Santiago y del Rafael Nahuel (un joven mapuche asesinado meses más tarde, por la espalda, cerca la ciudad de Bariloche), como sus ganas de avanzar aún más en las políticas represivas y criminalizadoras de la protesta social.
Para conservar la impunidad es fundamental la mentira. Sergio lo sabe y tanto él como su entorno lo sufren en carne propia. “Durante estos dos años se la pasaron mintiéndonos, entreteniéndonos sin hacer absolutamente nada para saber qué pasó ese 1° de agosto. Y mientras tanto nuestras vidas quedaron ahí, detenidas en un impasse”, dice.
Desde hace tiempo el hermano de Santiago recorre ciudades y hasta fue invitado de otros países para contar su historia y conocer otras experiencias. “Intercambiamos mucho sobre cómo se manejó el caso de Santiago en términos de espionaje ilegal, así como las noticias falsas a través del accionar de cierto periodismo y de las redes sociales, influyendo en deslegitimar la lucha y atacar a las víctimas. Eso pasa a nivel mundial y habrá que ponerle un corte”, sentencia.
Para él “no está bueno que se naturalice la desaparición forzada, la muerte, la injusticia, que cualquier pueda decir cualquier cosa, que mientan, que hagan falsas denuncias, y encima que todo eso parezca legal”.
Canalladas del Ejecutivo
Si bien todo el Gobierno de Macri cerró filas para defender a la Gendarmería y a sus jefes políticos ante este crimen de Estado, para la familia Maldonado y su abogada hay dos funcionarios del Ejecutivo nacional que cumplieron un rol clave: la ministra Bullrich y el secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj.
El caso de Bullrich es más que claro. Fue la que justificó públicamente la brutal represión a la comunidad mapuche de la Pu Lof en Resistencia de Cushamen (Chubut), la que armó, junto a sus alfiles Pablo Noceti y Gonzalo Cané, la coartada para lavarle las culpas a los gendarmes asesinos y la que intentó de mil maneras dar vuelta la cosa y criminalizar a quienes exigían verdad y justicia.
“Ella siempre quedó en el centro de las miradas, con todas sus declaraciones y provocaciones, haciendo que todo el mundo siguiera las zanahorias que ella ponía y sigue poniendo”, reflexiona Sergio. Y afirma que mientras el Gobierno recorta en educación, en salud y en trabajo, “Bullrich desvía siempre la atención planteando que los problemas del país son el narcotráfico o la ‘inseguridad’ que el mismo Gobierno genera”.
El hermano de Santiago recuerda que cuando fue la marcha por justicia para los pibes asesinados en San Miguel del Monte, Bullrich “salió a decir que las desapariciones de Luciano Arruga y Santiago eran una construcción. Todo el tiempo provoca, en favor de las fuerzas de seguridad y contra la verdad. Hay que dejarla que siga su camino e ir por otro lado con nuestra lucha”, se enoja.
En el caso de Avruj, es Heredia quien detalla el rol pérfido que cumplió el secretario de Derechos Humanos. La abogada recuerda que el 29 de agosto de 2017, a casi un mes de la desaparición de Santiago, le presentaron al Ministerio de Justicia la propuesta de conformar un grupo de expertos independientes a quienes se les diera la tarea de investigar a fondo el caso. “Con aval del ministro empezamos a trabajar en convocar a algunos de los expertos, pero luego, por la negativa del secretario Avruj, se frenó todo”, dice la letrada.
La idea del grupo de expertos no salió de la nada. Heredia recuerda que un mecanismo de ese tipo se aplicó en México y permitió que se investigara el destino de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos el 27 de septiembre de 2014 en Iguala. “Junto con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de Derechos Humanos le propusimos al juez Gustavo Lleral la conformación de un grupo así, pero él también se negó sistemáticamente”.
El Servicio Cívico, otra provocación
Sergio Maldonado se enoja, y con razón, cuando este cronista le pregunta por la flamante iniciativa de Patricia Bullrich de montar el Servicio Cívico Voluntario en Valores. “¿Cómo no te va a enojar? Si así como el mismo día de la marcha por la masacre de Monte dijo que las desapariciones de Luciano y de Santiago eran ‘construcciones’, el mismo día en que se cumplen dos años de la desaparición de mi hermano Bullrich lanza este ‘servicio’ en Bariloche” (ciudad donde él mismo vive y donde la Prefectura asesinó a Rafita Nahuel).
“Lo del Servicio Cívico Voluntario no es otra cosa que agarrar a los sectores más vulnerables de la sociedad y, en vez de darles herramientas para estudiar y capacitarse, arrinconarlos en un lugar como la Gendarmería. Les quitan la obligatoriedad de formarse en la escuela secundaria y los integran a una fuerza de seguridad, llevándolos a ser parte de la militarización del país”, sentencia Maldonado.
Verónica Heredia coincide con Sergio al detallar que primero el Gobierno “negó la represión ilegal de Gendarmería, después negó la desaparición forzada de Santiago y ahora redobla la apuesta planteando que la misma Gendarmería nos puede educar en moral, buenas costumbres y valores”.
Nunca dejar de luchar y movilizarse
Hace tres semanas falleció la abuela de los hermanos Maldonado. “Había dicho que quería morirse para averiguar qué le había pasado a Santiago”, recuerda Sergio con pesar. Y asegura que “a medida que va pasando el tiempo ya no se llora tanto, aunque el dolor nunca deja de estar”.
Pero si se le pregunta qué lecciones sacó en estos dos duros años, Sergio retoma el tono firme aunque siempre sereno. “Valoro mucho la solidaridad de la gente, de todas las personas comprometidas que fuimos conociendo en este camino, hay toda una red de contención que se fue creando”, detalla. Y también cree que “más allá de no tener nosotros las respuestas que necesitamos, este caso sirvió al menos para ayudar a evitar futuras desapariciones. Si no hubiéramos hecho todo lo que hicimos en estos dos años, al Gobierno le hubiera resultado más sencillo llevar adelante todas sus políticas”.
Su abogada también reivindica la movilización en las calles como forma de avanzar hacia la verdad y la justicia. “Por la experiencia que tenemos en otros casos, podemos decir que la movilización de la gente, el reclamo permanente, el no permitir que Santiago permanezca desaparecido, obligó a que su cuerpo apareciera. Eso tenemos que tomarlo como una reacción del pueblo. Hoy podemos decir que encontramos a Santiago, que su madre tiene un lugar a donde ir a llorarlo y llevarle rosas, lo que es mucho en comparación a lo que les tocó y les sigue tocando vivir a Mirta Baravalle, Nora Cortiñas y demás Madres de Plaza de Mayo, que después de 42 años no saben qué pasó con sus hijos”, afirma la doctora Heredia.
Mientras esperan que la Cámara de Comodoro Rivadavia responda a la exigencia del desarchivo de la causa que cerró sin investigar el juez Gustavo Lleral, los Maldonado convocan este jueves a las 17 a concentrarse en Plaza de Mayo para gritar bien fuerte, una vez más, ¡Basta de impunidad! ¡El Estado es responsable! ¡Santiago Maldonado Presente! ¡Ahora y siempre!
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) | IG @saturdaniel X @saturnetroc