Hoy se cumplen 9 décadas del clásico rioplatense que disputó la primera Copa del Mundo, la de Uruguay 1930. El día en que el fútbol tuvo su “vamo´ arriba”.

Augusto Dorado @AugustoDorado
Jueves 30 de julio de 2020 00:00
El fútbol era un deporte cada vez más popular en la década de los años ´20, pero en sus primeros años de existencia la Federación Internacional del Fútbol Asociado (fundada en 1904) todavía no tenía la capacidad organizativa como para implementar un mundial. Empezó a tomar forma la idea cuando la entidad le pidió al Comité Olímpico Internacional que incluyera al fútbol como disciplina olímpica. Desde 1914, el fútbol empezó a competir en Juegos Olímpicos y la FIFA estableció considerar al campeón olímpico en fútbol como campeón del mundo. Pero en 1928 la FIFA se decidió y votó organizar un Mundial para 1930. Varios países europeos presentaron candidatura para ser sede, pero el presidente de la FIFA Jules Rimet, que era francés, se inclinó por una salida “salomónica” y prefirió aceptar la única candidatura no europea: la de Uruguay, país que además se disponía a celebrar el centenario de su independencia y quería coronar los festejos con un gran evento deportivo.
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Se estableció que fuera un mundial con 15 selecciones invitadas junto a la del país anfitrión. Pero la mayoría de las selecciones europeas desistió de participar, un poco por “despecho” y otro poco por los costos y los tiempos de viaje para llegar a Sudamérica… en barco, podían demorar más de un mes en esa época. Y el contexto internacional tampoco era el más propicio: en 1929 comenzó una profunda crisis económica mundial, abierta por el período conocido como la “gran depresión”.
Finalmente participaron 13 países: por Europa solamente Francia (que no podía quedar mal con Jules Rimet), Yugoslavia, Bélgica y Rumania, que tenía un rey llamado Carlos II de buenas relaciones con el presidente de FIFA y para no fallarle seleccionó él mismo a los jugadores rumanos, eligiendo entre empleados de una empresa petrolera estatal. La mayoría eran selecciones de América: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú, México y Estados Unidos, además de los locales del seleccionado celeste.

El primer gol en la historia de un Mundial lo hizo un francés: Lucien Laurent, en el partido disputado en la fecha inaugural (el 13 de julio de 1930) que Francia le ganó 4 a 1 a México en el Estadio Pocitos. Hay una placa y un “Monumento al arco” en la calle Alegre que recuerda ese primer gol y ese estadio que ya no existe desde 1937. Las otras sedes de ese mundial fueron el Estadio Gran Parque Central y el mítico Estadio Centenario, construido para la ocasión de ese mundial y del centenario de la independencia uruguaya.
Se armaron 4 grupos: los equipos que clasificaban primeros de su grupo se ganaban el derecho a disputar las semifinales. La selección argentina de Stábile, Peucelle y Pancho Varallo (el último sobreviviente de esa final, que falleció en 2010), le ganó 6 a 1 a Estados Unidos. Por su parte, Uruguay también goleó 6 a 1 a Yugoslavia.
La final prometía ser un duelo de titanes porque los uruguayos eran una potencia: habían sido campeones olímpicos en 1924 y 1928, año en que la final olímpica de los Juegos de Amsterdam también fue el clásico rioplatense con Argentina. Cuenta una leyenda que Gardel cantó en la previa de la final de 1930 para los miembros de los dos planteles finalistas.
El 30 de julio ante 68 mil espectadores Uruguay arrancó ganando con gol de Pablo Dorado (son ningún parentesco con el autor de esta nota, ni en lo familiar ni -lamentablemente- en lo deportivo). Argentina logró dar vuelta el resultado con goles de Peucelle y Guillermo Stábile. Terminó el primer tiempo ganando 2 a 1.
Pero en el segundo tiempo se impuso la garra charrúa: primero empató José Pedro Cea y después marcó Santos Iriarte. El cuarto gol uruguayo vino de un ídolo de Nacional de Montevideo: el Divino manco Héctor Castro, a quien apodaban así porque efectivamente tenía una discapacidad, había perdido su antebrazo en un accidente laboral a los 13 años.
El goleador del primer Mundial de la historia fue un argentino, Guillermo Stábile. Pero la Celeste fue la selección campeona con ese resultado 4 a 2 final.
Hoy se cumple un importante aniversario de cuando el fútbol se empezó a transformar en el “deporte rey”: el deporte creado en ciudades y suburbios británicos y que de su mano llegó al Río de la Plata, tomó la expresión de aquellos primeros campeones y dijo “vamo´ arriba” hace 90 años.