En un partido que comenzó muy cerrado, sólo la magia de Messi logró destrabarlo y abrir el marcador. Con un golazo de Enzo Fernández, la scaloneta selló un triunfo que le da respiro de cara al encuentro del miércoles ante Polonia. Todavía hay posibilidades incluso de clasificar en el primer puesto.
Sábado 26 de noviembre de 2022 18:03
Después de perder frente a Arabia Saudita, la Selección Argentina logró un triunfo por 2 a 0 en el partido de este sábado con México.
En un encuentro con mucha tensión, durante el primer tiempo ambas selecciones mantuvieron la paridad 0 a 0 hasta que en el segundo tiempo Leo Messi rompió la paridad con un gol para Argentina logrando la ventaja. Enzo Fernández convirtió el segundo gol a los 87 minutos logrando consolidar el triunfo de Argentina frente a México. Con este resultado la selección tiene 3 puntos y revive la ilusión de clasificar a octavos de final.
Más temprano, Polonia le ganó 2 a 0 a Arabia Saudita. De esta manera, queda muy parejo el grupo C y está abierta la definición. Polonia encabeza con 4 puntos y le siguen Argentina y Arabia Saudita con 3, México cierra con 1 punto y todavía los 4 seleccionados tienen posibilidades de clasificar. La ventaja para el equipo de Scaloni está en que un triunfo frente a Polonia le aseguraría la clasificación, con lo que el panorama es mucho más alentador a partir de este triunfo ante la selección azteca.
El próximo partido de la Selección Argentina será el miércoles a las 16hs con el seleccionado polaco para definir la clasificación del Grupo C a octavos de final.
Un partido muy cerrado que sólo pudo abrir la magia de Messi
Argentina jugaba contra sus propios nervios y durante todo el primer tiempo no lograba encontrarle la vuelta. La scaloneta no tuvo ninguna aproximación al arco de Memo Ochoa, salvo un cabezazo muy desviado de Lautaro Martínez, y México tampoco inquietó demasiado al Dibu Martínez hasta los 44 minutos cuando el arquero argentino contuvo un remate de tiro libre de Alexis Vega, única ocasión de peligro en esa primera etapa en la que ambos equipos se midieron más de lo que jugaron.
Con un De Paul muy errático (hasta el momento un bajón importante en el rendimiento del equipo porque el ex Racing fue una pieza fundamental en el plantel de la Copa América), para el segundo tiempo arrancó mejor Di María que tuvo destellos de explosión y empujó un poco a buscar el área mexicana. Pero la sensación que primaba era de una impotencia de un reloj triturando minutos y un equipo argentino que no llegaba. Hasta que el genio frotó la lámpara: a los 16 minutos de la segunda etapa, de un toqueteo del equipo buscando espacios, recibió la pelota Messi a las puertas de la medialuna del área grande y disparó un remate inatajable para el arquero mexicano. Un golazo con la marca de Messi para un partido que no daba esperanzas de gol, salvo alguna pelota parada o una genialidad como esa. Ahí cambió el trámite del encuentro porque el partido se hacía más abierto y Argentina ganaba en tranquilidad.
El ingreso de Julián Álvarez le aportó frescura a la selección y también fue un acierto la entrada de Enzo Fernández que selló con un golazo al ángulo el resultado, de una jugada de tiro de esquina en la que el volante se acomodó para su mejor perfil y buscó el segundo palo de Ochoa.
Ahora comienza una nueva historia, es borrón y cuenta nueva. El triunfo le da un respiro al equipo de Scaloni para barajar y dar de nuevo tras una caída que puso en peligro la clasificación a octavos. Todavía no está nada dicho pero a partir de reconocer debilidades, ser un equipo vulnerable que ya no defiende un invicto y teniendo en cuenta que algunos jugadores no están en su plenitud física, el DT tiene algunos días para rearmar la idea y encarar el partido ante Polonia con mejores argumentos. Mientras tanto, disfrutemos el alivio.