En medio del estallido social, el Gobierno de Piñera y las autoridades de colegios y liceos se encuentran unidos contra las y los trabajadores. Este es el caso de los despidos arbitrarios a nueve docentes del Colegio Juan Pablo II en Arica. ¡Se hace urgente impulsar una gran campaña contra los despidos a nivel nacional!
Jueves 2 de enero de 2020
Quienes fueron despedidos, “casualmente” son docentes quienes estaban formando un sindicato. Una muestra muy clara de persecusión política que ha sido una constante por parte del gobierno y autoridades en medio del estallido social. Frente a esto, las y los trabajadores despedidos han mostrado disposición a pelear por su reincoporación. Además, han tenido un importante apoyo de los propios estudiantes del colegio.
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Cada año los despidos se repiten en el sistema educativo, volviendo permanente la inestabilidad y el agobio de las y los trabajadores de la educación. En donde les disminuyen las horas de trabajo y son reubicados en otros establecimientos en el caso de los municipales. Para llevar adelante estas prácticas, las autoridades usan el motivo de despido por "necesidades de la empresa", una clara herramienta para que las empresas puedan despedir a quien estimen conveniente. Una de las verdaderas razones que prima es deshacerse de trabajadores y trabajadoras que tienen diferentes opiniones y castigar la libertad de expresión.
Estas medidas autoritarias son amparadas bajo la ley 20.501, que otorga a los directores en complicidad de los sostenedores de los establecimientos la libertad de remover gente de sus puestos de trabajo, ya sea reubicando o derechamente despidiendo. Esto permite concretamente proponer anualmente al sostenedor el término de la relación laboral de hasta un 5% de los docentes del respectivo establecimiento. Bajo este argumento legal se perpetúa y profundiza la inestabilidad laboral, el agobio y las malas condiciones de enseñanza repercutiendo directamente en la calidad de la educación.
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Ante esta realidad, ¿cómo los profesores debemos defender nuestros puestos de trabajo?
Hay que partir destacando que las y los docentes no naturalizan los despidos de los cuales están siendo víctimas. Y esto es un ejemplo que deben tomar el conjunto de trabajadores. Las autoridades hacen ver estas acciones como algo común y que “debe suceder cada año”, pero no. Lo cierto es que por mantener sus privilegios o “resguardar el orden” en los establecimientos dejan a familias en la calle.
Otra manera de enfrentar estas prácticas es buscando la máxima unidad y alianza con las organizaciones de trabajadores, sindicales, estudiantiles, políticas, sociales y con una comunidad educativa del colegio articulada exigiendo el fin de los despidos y contra todo ataque a las y los trabajadores que buscan organizarse, como en este caso los docentes que estaban formando un sindicato. Además, es clave buscar la alianzas con otros profesores despedidos como viene sucediendo en el Colegio San Marcos, en donde no han renovado contratos a varios docentes o derechamente han echado a profesoras que por más de 15 años trabajaron en el lugar.
Si bien el Colegio de Profesores actualmente ha venido facilitando la sede para que se desarrolle la asamblea sindical del Juan Pablo II, como también en conversaciones con los dirigentes han discutido los atropellos a los trabajadores de la educación. Hoy es más importante que nunca sacar esta pelea del gremio e impulsar una gran campaña amplia contra los despidos y por la inmediata reincorporación de los docentes.
Esta organización y solidaridad no debe quedar solo en la ciudad de Arica, sino que se debe expandir a nivel nacional, ya que, por el momento, son diversos los despidos de este tipo que vienen ocurriendo en el país.
Para ello, también hay que tomar los mejores ejemplos de estas batallas para evitar los despidos, como es el caso de la profesora Patricia Romo, presidenta del comunal del colegio de profesores en Antofagasta, o Daniela Avilés, delegada sindical de la Escuela Patricio Cariola de la ciudad de Antofagasta, quien luego de más de siete meses de lucha, logró conquistar un fallo judicial favorable a su reincorporación. Este hecho fue posible gracias a la lucha coordinada de profesores, apoderados, trabajadores del Ferrocarril (FCAB), Orica (fábrica de explosivos), sindicatos mineros y estudiantes, que juntos levantaron una coordinadora contra los despidos.
Pese a que esta situación se repite todos los años, hoy estos despidos se enmarcan dentro de un contexto diferente, Chile cambio, y nuestras condiciones de trabajo también deben hacerlo, hay muchas posibilidades de ganar la reintegracion de los docentes a sus puestos de trabajo. Es necesario terminar con los contratos precarios, conquistar una ley antidespidos para que ninguna familia quede en la calle, incluso plantearse ir más allá para transformar la educación actual y que sean los profesores, funcionarios de los establecimientos, apoderados y estudiantes quienes tomen las decisiones del rumbo que tiene que tomar la educación en el país.
