Dirigida por Adrián Caetano y Alejandro Ciancio, con libros de Guillermo Salmerón y Silvina Olschansky, la ficción tumbera vuelve a la TV Pública.
Lunes 16 de julio de 2018 13:48
Este martes a las 22 h se entrena la segunda temporada de la serie El Marginal por la pantalla de la TV Pública. Se trata de la precuela de la primera temporada que ganó el Martin Fierro de Oro en 2017.
A cargo de la productora de Sebastián Ortega, Underground, la ficción cuenta con la participación de la mayoría de los actores principales de la primera temporada. Nicolás Furtado encarna a Diosito, hermano menor Mario Borges (Claudio Rissi), líder de la banda más poderosa de San Onofre (penal donde transcurre la historia). Martina Gusmán interpreta a Emma, una trabajadora social que asiste a los hombres recluidos en San Onofre. Gerardo Romano le pone rostro a uno de los villanos en el papel de Antín, director corrupto del penal que negocia con las bandas que conviven dentro. El joven Abel Ayala interpreta a César, uno de los presos de “la sub 21”, banda que desafía a los Borges en la primera temporada. Federico Portaluppi también da cuerpo a un enemigo de los Borges.
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"La precuela busca encontrar la explicación a muchos sucesos. Contar realmente cómo los hermanos Borges toman el mando de la cárcel", adelantó a los medios el productor Pablo Culell.
Dirigida por Adrián Caetano y Alejandro Ciancio, con libros de Guillermo Salmerón y Silvina Olschansky, la precuela cuenta la llegada de Diosito y Mario Borges a San Onofre. Por entonces inicia una disputa por el control del penal con el Sapo Quiroga, personaje que será interpretado por Roly Serrano. Al elenco también se suma Esteban Lamothe que encarnará al “Doc”, hombre privado de su libertad en San Onofre por un crimen que no cometió. Otra de las figuras que se incorpora al elenco es Verónica Llinás como asistente social.
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Con una trama policial protagonizada por Juan Minujín, la primera entrega de la serie recreó la violencia extrema y el hacinamiento que se vive dentro de cualquier cárcel de la vida real en Argentina. La serie estrenada en 2016, tuvo como eje de conflicto el enfrentamiento entre el clan de los Borges que sometían a los presos de la sub 21, sector que vivía en una villa a la intemperie en el patio de San Onofre. El rodaje tuvo como escenario principal las instalaciones de la ex cárcel de Caseros, mismo lugar donde se rodó la mítica Tumberos (2000).