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Red Internacional
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San Nicolás. Arranca el juicio al cura Matiussi y sus cómplices por los abusos en el Jardín Belén de San Pedro

El lunes en los Tribunales de San Nicolás comienza el proceso contra el sacerdote que tenía a cargo el jardín de infantes, el exportero y la expreceptora. Se los acusa de “abuso sexual agravado” cometido en 2017 contra niñas y niños de entre 3 y 5 años. El cura llegará libre desde la sede del Obispado de San Nicolás, donde vive al amparo del obispo Hugo Santiago. Para las familias de las víctimas, “con todas las pruebas que hay en la causa sólo cabe que los condenen. Nuestros hijos no mienten”.

Daniel Satur

Daniel Satur @saturnetroc

Viernes 6 de mayo de 2022 00:50

El próximo lunes 9 de mayo a las 8:30 comenzará la primera de cinco audiencias del juicio oral y público contra el cura Tulio Matiussi y el exportero y la expreceptora del Jardín Belén de San Pedro, Anselmo Ojeda y María Rubíes. A los tres se los acusa del delito de “abuso sexual agravado” en perjuicio de cinco niñas y niños de entre tres y cinco años.

El proceso estará a cargo del Tribunal Oral Criminal 2 de San Nicolás, integrado por la jueza María Elena Baquedano y el juez Alejandro López. Alrededor de 60 testigos desfilarán frente a los jueces durante las cinco audiencias a desarrollarse en los tribunales ubicados en la calle Guardias Nacionales 47 de esa ciudad del norte de la provincia de Buenos Aires.

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Tal como ya lo relataron las familias denunciantes a La Izquierda Diario, los hechos ocurrieron en 2017. Y además del accionar de los abusadores contra les niñes, el caso es otro claro ejemplo de encubrimiento por parte de la jerarquía eclesiástica. Aquí es el obispo de San Nicolás, Hugo Santiago, quien ha quedado en evidencia como garante de la protección de Matiussi, al punto que desde hace años lo aloja en la sede del Obispado bajo la mirada atenta de Hugo Prieto, rector del Santuario. Así logran, por un lado, alejar a Matiussi de la sociedad indignada por las acusaciones que pesan sobre él y, por otro, controlarlo mejor en pos de evitar nuevos escándalos.

Hace poco más de una semana la defensa del cura, encabezada por el doctor Gustavo Moreno, hizo un último intento por truncar el inicio del juicio. Primero presentó ante el TOC 2 un pedido de anulación del juicio y sobreseimiento de su cliente por considerar que toda la causa en realidad fue “armada” por Carla Vitale, madre de una de las víctimas, por una supuesta “animosidad contra el cura y una campaña de desprestigio” la institución católica.

El Tribunal rechazó el pedido. El abogado de Matiussi respondió recusando a los jueces y pidiendo que el proceso lo realice otro tribunal. Baquedano y López rechazaron la recusación. Y en un juego que parece planificado, Moreno terminó elevando sus plegarias a la Cámara de Apelaciones de San Nicolás, cuyo vicepresidente es nada menos que el juez Alberto Antonio Moreno, su padre. Pese a toda la movida, el TOC 2 avanzará desde el lunes con el juicio.

Para las familias querellantes esa jugada de último momento por parte de la defensa de Matiussi tiene varias lecturas. Una es que les resulta llamativo que el pedido de sobreseimiento sea sólo para el cura y no también para al exportero y la expreceptora, cuyas defensas no actuaron en común con el doctor Moreno. Otra, que la arremetida fue una reacción a la difusión masiva de un video en el que el obispo Santiago “se saca” y maltrata a dos madres y un padre de las víctimas de los abusos en el jardín de su diócesis. En un hecho sin precedentes, el juez de Paz de San Pedro, José Macchia, dictó una restricción perimetral para el obispo, prohibiéndole todo contacto con las familias de las víctimas.

Tulio Matiussi | Jardín Belén
Tulio Matiussi | Jardín Belén

Según lo anticipado a este diario, los denunciantes buscarán que en el juicio se amplíen los cargos por los que se juzga a Matiussi, Ojeda y Rubíes. Pretenden que se agregue a la figura de "abuso sexual agravado" el hecho de que fue con "acceso carnal agravado y corrupción de menores", tal como se los imputó al abrirse la investigación judicial.

Convicción y esperanza

Ana Froman y Carla Vitale, dos de las madres querellantes, hablaron con La Izquierda Diario a horas de que el cura y dos de sus cómplices se sienten en el banquillo de los acusados.

Consultadas sobre cómo llegan a este juicio tras cinco años de lucha, Froman dijo que tiene “una mezcla de emociones, sentimientos y cansancio. Quiero que esto se termine, que llegue el juicio y se condene a los tres. Con todas las pruebas que hay, no se me ocurre que el resultado pueda ser otro que ése. Así estamos, preparándonos para afrontarlo. Somos la voz de nuestros hijos y vamos con la verdad”.

Vitale agregó que todas las familias transitan algo parecido. “De ahí que nos compensamos entre todos, si alguien se pone más nervioso hay otro que está más tranquilo, después es el revés, y así. Yo estoy muy revuelta, emocional y hasta físicamente. Igual que Anita, yo también estoy esperanzada y confío en que todo lo que los chicos pudieron expresar y lo que se pudo ir haciendo durante estos años es suficiente como para que haya justicia. Lo que estaba oscuro se hizo luz”.

“No se puede tapar el sol con un dedo, todo está a la vista. Si pasa algo diferente a una condena es porque no quieren ver lo que tienen delante de sus narices”, afirma convencida Froman. “Nosotros no hicimos más que reproducir lo que nos dijeron nuestros hijos y luego reiteraron en Cámara Gesell, acá no hay ni una mentira, ni nada dado vuelta. Lo que queremos es que se condenen los actos que no son correctos y que puedan lastimar a otros. Mínimamente exigimos una reparación simbólica por todo lo que les hicieron a los chicos”, suma Vitale.

Anselmo Ojeda y María Rubíes
Anselmo Ojeda y María Rubíes

Para Carla “no se puede volver atrás y evitar las heridas que se convierten en cicatriz. Pero sí es importante que el día de mañana podamos mirar a nuestros hijos a los ojos y decirles que dimos e hicimos todo lo que pudimos para que se hiciera justicia y ayudar a que esto no pase más. O al menos que ellos no lo puedan volver a hacer, que los otros que vienen atrás tengan un poco más de miedo al hacerlo y que la jerarquía eclesiástica, la próxima vez, dude mucho antes de sostenerles tan alevosamente la mano”.

Ana recuerda que cuando empezaron a denunciar las familias estaban bastante solas. “Pero con el tiempo fuimos recibiendo mucho apoyo, tanto de la sociedad sampedrina como en San Nicolás y otros lugares. Tenemos que agradecer mucho a ACASe, la Agrupación Contra el Abuso Sexual. Desde el primer día Inés Zaidman en San Nicolás y Luciana Pereyra y Carolina Ocampo en San Pedro nos apoyaron y orientaron mucho”.

Carla complementa: “Además de esa soledad, al comienzo nos sentíamos como huérfanos de conocimientos sobre cómo actuar. Por eso fueron fundamentales los aportes de ACASe, de Julieta Añazco de Iglesias Sin Abuso, de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico, de Pablo Huck y de sobrevivientes del caso Provolo, entre otros”.

Después de que hicieron público el video de monseñor Santiago, “el apoyo fue mucho mayor, ya que se puso aún más en evidencia el encubrimiento del Obispado. Se contactaron con nosotros desde Estados Unidos, Italia, Uruguay, Chile y otros países. Y participamos de un grupo de Whatsapp donde hay madres y padres de niños de diferentes instituciones educativas de todo el país que pasaron por lo mismo. El apoyo que tenemos es enorme”, sentencia Carla. Y finaliza sugiriendo “que la gente se anime a denunciar”, confiada en que “es posible lograr que las denuncias por abuso no terminen sin condena”.

En un comunicado difundido a la prensa en las últimas horas, las familias afirman que son conscientes “de que este caso ha tocado los intereses del Obispado de San Nicolás”, por lo que consideran “doblemente importante contar con la cobertura periodística más amplia, a fin de prevenir maniobras u otro tipo de acciones tendientes a impedir o alterar el normal desarrollo del proceso”.


Daniel Satur

Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).

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