Ante el cierre del anexo de la FHyCS (Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales), ubicado en el centro capitalino por calle San Martín; los estudiantes de la carrera de historia cursaron en el patio, a modo de protesta.
Jueves 21 de marzo de 2024 18:24
Durante la mañana los estudiantes de la Licenciatura y Profesorado de Historia de la FHyCS (Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales) tuvieron clase en el patio. Ante el cierre del anexo de calle San Martín, el aula que les dieron tenia capacidad de 15 alumnos siendo 50. Entonces, alumnos y docentes tomaron la clase en el patio, a modo de protesta.
La complicidad con el ajuste
Inició un nuevo año lectivo y con el reclamo de la comunidad educativa de las universidades que denunció el congelamiento del presupuesto universitario, que de mantenerse el mismo presupuesto de 2023 sólo alcanzaría hasta el mes de abril; en este contexto de ajuste, el rector de la UNJu (Universidad Nacional de Jujuy), Mario Bonillo, sostenía en los medios universitarios, que el crecimiento en la universidad era de 5 mil estudiantes, más, por año.
Y sobre el presupuesto 2024, lo comparó al de años anteriores naturalizando la situación.
“el presupuesto reconducido en valor nominal alcanza hasta mayo, y normalmente hay ampliación de presupuesto tomando el valor de ejecución de ese mes hasta cubrir el año”.
Frente a la inflación, afirmó, que se iban a suspender construcciones, además de “complicaciones” en los gastos de funcionamiento, tales como: becas, servicios, reparaciones, insumos, etc.
Mientras, que sobre el espacio disponible para el funcionamiento sostuvo que no se podía alquilar, se tenían que rescindir de algunos alquileres, en sus palabras, “acomodarse en el espacio que tenemos”. Aduciendo que las clases se iban a dictar igual y la universidad iba a seguir funcionando. Así, sin ánimos de pelear por una universidad de calidad sino una universidad de resignación, ante el gobierno libertario, que se ha propuesto destruir la educación pública y transformarla en privada.
Por parte del decano de Humanidades, Cesar Arrueta, no se pronunció ante el ajuste presupuestario, sino que en la misma línea que el rector, planea administrar la miseria de lo posible, pintando de colores la facultad y plantando, uno que otro arbusto
Llamando a un individualismo marcado por el “sálvese quien pueda”, comenzaron las clases con el cierre del anexo de calle San Martin sin mediar explicaciones al estudiantado, explotando las aulas del anexo de Ingeniería y las de calle Otero. Además, de aplicar la virtualidad como método para paliar la falta de espacio, siendo que Jujuy demostró durante la pandemia, que el acceso a internet es limitado, excluyente y de baja calidad para las cátedras prácticas.
Unidad entre estudiantes, docentes y no docentes
Cómo ya lo anunció Milei, la motosierra no es para “la casta” sino para los derechos de la clase trabajadora, estudiantes, mujeres y disidencias. Solo ofrece más miseria y precarización.
Las autoridades peronistas de la UNJu, con panza llena, quieren apaciguar los reclamos inevitables que van a traer el detrimento de la infraestructura universitaria, alegando que van a hacer los “planteos que se tengan que hacer”; abocando a una normalidad y espera; cuando tenemos que elegir entre comprar una cartilla o comer o pagar tarifazos de luz, agua y transporte. Y cursar sin becas, ni espacios físicos, etc.
Ante esto, los estudiantes, docentes y no docentes no podemos esperar que desde arriba, se decida tomar alguna acción. Sino que la fuerza está en la autoorganización de forma independiente y democrática, desde abajo. Es la comunidad educativa universitaria, la interesada en luchar por una universidad pública científica y de calidad, para decir basta, en una asamblea de manera urgente.
