Una reapertura en tandas y 65 trabajadores con causas judiciales. Una trampa para quebrarlos y pisotear a los obreros. Con la fuerza que mostraron los trabajadores y el pueblo de Pérez Millán hay que derrotar a este empresario autoritario y explotador.
Jueves 1ro de abril de 2021 12:47
El anuncio de una reapertura en tandas luego de mas de un mes en conflicto es una trampa para derrotar a los trabajadores. Anuncian el despido de 65 trabajadores a quienes les abrirán causas judiciales. La patronal, con el aval del Ministerio de trabajo y el apoyo de la Federación de la carne quiere pisotear a los obreros. Con la fuerza que mostraron los trabajadores y el pueblo de Pérez Millán hay que derrotar a este empresario autoritario y explotador.
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Durante 40 años en Pérez Millán se escuchó el látigo de Borrel: con cada latigazo ese empresario se hizo millonario. Los trabajadores hartos del maltrato, levantaron la frente y en un lucha espectacular, ocuparon la planta, hicieron movilizaciones masivas con toda la población, bloqueos de portones, permanencia en el sidicato y resistieron la represión del gobierno. Reclamaban salario y reconocimiento de los representantes elegidos por los trabajadores, hartos del dirigente del sindicato, vendido a la patronal. Quieren arrodillar a los trabajadores con despidos. La única forma de garantizar que no queden compañeros en la calle es peleando por la unidad de todos los trabajadores. Volver a trabajar todos juntos para que nadie se quede afuera. El ingreso por tandas es el instrumento que tiene la patronal para dividir a los trabajadores y debilitarlos, no hay que aceptarlo.
La lucha es histórica. Se conquistó una fuerza enorme, pero Borrel quiere que vuelva el manoseo y el maltrato para todos. El acuerdo que la Federación de la Carne presenta como un triunfo es una entrega que busca aplastar la cabeza de los trabajadores que quisieron levantarla: no aumentan el sueldo, siguen los sindicalistas vendidos y anuncian despidos. Quieren que vuelva la esclavitud. ¿Hay que dejar que familias enteras pasen hambre por el capricho de la patronal? ¡No hay que permitirlo! ¡O Ingresan todos los trabajadores juntos o no puede haber ninguna negociación!
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Hugo Borrel, que diarios como La Nación presentan como una víctima de los trabajadores, es un personaje odiado en Perez Millán, donde generaciones de familias obreras sufrieron las condiciones laborales del frigorífico. Es dueño de una offshore en un paraíso fiscal en Panamá para evadir impuestos y fugar dólares: Mainland Properties Management SA. Mientras le niega un salario superior a los 20.000 pesos quincenales a sus trabajadores, en el 2020 exportó carne por 218 millones de dólares. Pero llora que no tiene plata para aumentar el sueldo de obreros que dejan la vida ahí adentro. Caradura y mentiroso.
Con el plan de reapertura en tandas, la patronal con el aval del Ministerio y la Federación de la Carne, tiende una trampa a los trabajadores para imponer los despidos y derrotarlos. Prometen que a principios de semana empiezan a ingresar trabajadores, pero los irá reincorporando de acuerdo a las necesidades productivas. ¿Quién garantiza que todos entrarán? Nadie: es claro que si pasan esos 65 despidos luego vendrán más despidos y ataques. Si quedan compañeros en la calle, adentro vuelve el maltrato a las obreras y obreros, vuelve el desprecio hacia los trabajadores. No hay que permitir que dividan a los laburantes; o entran todos sin que nigún compañero quede afuera o no hay ningún acuerdo.
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Además busca demonizar a los trabajadores amenazando con abrir causas judiciales a quienes participaron del reclamo. Y la Federación de la Carne, en vez de rechazarlo, lo acepta. “Quedaron 65 compañeros afectados con una denuncia penal por eso momentáneamente no van a poder retomar sus actividades en la empresa. Los dueños del frigorífico los denunciaron por tomar la empresa y desacato. No podemos defenderlos ya que cuentan con una denuncia penal y ellos tendrán que solucionar el problema individualmente”, declaró Elías Brica a la Radio Meta FM. Parece un vocero de la empresa.
Desde el inicio del conflicto, el rol de la Federación ha sido evitar que continúen las medidas de lucha favoreciendo el plan de la patronal. Se dejaron salir los animales que la empresa necesitaba para producir durante la ocupación del frigorífico, luego se impulsó abandonar la toma, levantar los bloqueos, empezar a procesar la carne ingresando un sector, levantar el acampe y terminar con la permanencia en el sindicato. Incluso, luego de la inmesa pueblada en apoyo a los obreros y sus familias tras la represión –movilización enorme de la cual la Federación ni participó-, el Secretario General de Salto Miguel Tapia le dijo a los obreros ‘basta de marchas y puebladas’. Ahora directamente firmaron un acuerdo que deja a al menos 65 familias en la calle.
Este acuerdo es un plan de guerra contra los trabajadores. Si se aceptan que queden 65 compañeros encausados por luchar serán muchos mas los despedidos. La patronal ha aprovechado cada oportunidad para avanzar y, si pasa el acuerdo, adentro de la planta vuelve el látigo de Borrel y empeorarán las condiciones de trabajo. Hay que poner un freno: rechazar el acuerdo y convocar a una reunión donde todos los trabajadores en unidad resuelvan entrar juntos y si no aceptan, qué medidas de lucha tomar. Hay que unir todos los sectores para decidir; divididos los trabajadores somos más débiles. La Federación tiene que dejar de acompañar el plan de la patronal y ponerse al frente de la lucha, garantizando que no haya despidos, que entren todos, que no haya causas penales e impulsando la lucha por el reclamo salarial.
La fuerza está en los trabajadores, que tienen el apoyo del pueblo de Pérez Millán. Ya va más de un mes con jornadas históricas, acciones impensadas tiempo atrás. Ahora toca derrotar a los despidos. Fuerzas hay.