Una de las mayores operaciones contra la inmigración se dio este miércoles. Más que nunca es fundamental que los trabajadores se movilicen para liberar a los inmigrantes detenidos, cerrar los campos de concentración y abrir las fronteras.
Jueves 8 de agosto de 2019 14:26
En lo que se describe como la mayor redada contra la inmigración en un solo Estado, en la historia de los Estados Unidos, este miércoles por la tarde agentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por según sus siglas en inglés) arrestaron a 680 trabajadores inmigrantes en cuatro plantas diferentes de procesamiento de carne en Mississippi.
Los testigos dicen que cientos de sus compañeros de trabajo fueron atados y cargados en autobuses, donde muchos fueron llevados a la base local de la Guardia Nacional para su procesamiento.
Estos inmigrantes fueron detenidos, dejando a sus hijos sin noticias sobre ellos. Como resultado, varios niños regresaron de la escuela para encontrar sus casas cerradas y sus familiares desaparecidos. El sitio WJTV, de Mississippi, informó que los niños deambulaban por las calles llorando, y los vecinos los llevaron a un gimnasio cercano donde algunos pasaron la noche y otros esperaron a que amigos los ayudaran.
Insisto: ayer EEUU deportó 680 personas mientras trabajaban. Cuando sus hijxs salieron de la escuela, nadie lxs esperaba. Esta inhumanidad confirma la frase que Marx le robó a Rousseau: esto no es una sociedad, es un desierto poblado por fieras salvajes https://t.co/JhF0eC5T4Z pic.twitter.com/L49o9aYqOq
— Celeste Murillo (@rompe_teclas) 8 de agosto de 2019
HAPPENING NOW: In Forrest, Mississippi where one of the #ICE raids happened nearby Children of those who were arrested are left alone in the streets crying for help. Strangers and neighbors are taking them to a local gym to be put up for the night. FULL STORY TONIGHT ON @WJTV. pic.twitter.com/s2zuTTRYfM
— Alex Love (@AlexLoveWJTV) 8 de agosto de 2019
Mientras tanto, Trump viajó a El Paso, Texas, donde tan solo unos días atrás, un hombre blanco, armado y declarado supremacista atacó a varias personas de origen hispano en un Walmart local, matando a 22 de ellas. Gracias a una masiva protesta pública, Trump se vio obligado a reconocer que el odio racial provocó este tiroteo. Pero sus acciones cuentan otra historia que Trump ni siquiera está tratando de ocultar. Tanto en política como en retórica, el Presidente apoya la noción de que hay una "invasión hispana" en los Estados Unidos: una emergencia nacional que debería ser detenida por un muro fronterizo, separando familias, deteniendo niños y niñas en verdaderos campos de concentración, con redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE según su sigla en inglés) y por terror.
La coordinación de las redadas, la gran cantidad de migrantes arrestados, el uso de la fuerza empleada por el DHS (los informes aseguran que participaron más de 600 agentes) y los increíbles recursos estatales y nacionales utilizados equivalen a lo que solo puede describirse como una campaña de terror, autorizada desde el Estado para asustar e intimidar a los millones de trabajadores indocumentados que actualmente viven en los EE. UU..
Si bien Trump se vio obligado a decir algunas palabras contra el racismo, sus acciones son un intento de envalentonar y alimentar el nacionalismo blanco. En este sentido, el tirador de El Paso es una extensión de las políticas y retórica del presidente, políticas y retórica que ha decidido redoblar. Debido a esto, las redadas solo envalentonarán más violencia y abrirán el odio y la discriminación contra los inmigrantes, los latinos, los afroamericanos y las personas LGBTQ.
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En los últimos meses, millones de personas se han dado cuenta de que Estados Unidos está administrando campos de concentración, algunos incluso se han dado cuenta de que estos campamentos fueron financiados, apoyados y establecidos por los partidos Demócrata y Republicano. En estos campamentos, los niños son separados de sus padres y las personas son detenidas en habitaciones superpobladas y sobrecalentadas. Las agresiones sexuales por parte de las fuerzas de seguridad son frecuentes y varios inmigrantes han muerto allí.
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Saber que hay campos de concentración no es suficiente. Necesitamos luchar para acabar con ellos. Necesitamos una movilización nacional para ir esos centros de detención, exigiendo la liberación inmediata de todos los detenidos y el cierre de esos campos de concentración. Siguiendo el ejemplo de los trabajadores de Wayfair, debemos reclamar a los sindicatos para que se declaren en huelga y organicen acciones hasta que se cierren todos esos lugares.
Pero sabemos que estos centros de detención, las redadas y la campaña de terror digitada desde el Estado son el resultado de las "fronteras fuertes" que los republicanos y demócratas, incluido Bernie Sanders, apoyan. La única solución real al terror estatal de los centros de detención y las redadas es la abolición de ICE y todos los organismos destinados a reprimir a los migrantes. Es abrir las fronteras y permitir el paso libre de todas las personas.
Left Voice
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