Mucho ruido pero pocas decisiones y un final “inesperado”, muy esperado, en la última “asamblea” de petroleros en Neuquén.
Domingo 7 de agosto de 2016 22:53
Foto: gentileza
En la Ciudad de Rincón de los Sauces se desarrolló la asamblea a la que llamó el Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Rio Negro y la Pampa. La misma se desarrolló en medio de un clima de acusaciones cruzadas entre dos facciones que pelean por quedarse con la dirección de la organización gremial.
Los locales, seguidores del actual tesorero gremial e intendente de la ciudad Marcelo Rucci, movilizaron sus delegados durante la semana previa con una campaña en donde denunciaban traición de parte la línea rival liderada por el actual secretario adjunto del sindicato, Ricardo Astrada.
Astrada cerró en solitario las negociaciones paritarias en Buenos Aires cuando se desarrollaba el paro nacional de fines de junio que llevaban en conjunto los gremios petroleros, y aparentemente tomó decisiones en solitario que llevaron a cerrar en forma apresurada y sin observar la letra chica del acuerdo en la que se mencionaban una serie de ítems que pusieron en riesgo logros históricos del sindicato relativos a salud laboral, seguridad, carga horaria y productividad que fueron noticia en los medios regionales.
Las cámaras empresariales del sector hicieron valer este acuerdo, llegando a negar la primer cuota (18%) del aumento logrado en la paritaria hasta tanto no puedan aplicar estos cambios, produciendo asperezas que todavía no están resueltas.
Por este motivo el secretario adjunto recibió en la asamblea una lluvia de insultos y abucheos cuando se le dio la palabra en la misma. Cuando parecía que Rucci se llevaba todo el botín, la trama de esta novela dio otro giro “inesperado”, cuando un grupo de exaltados afiliados pidió que el actual Secretario General, Guillermo "el caballo" Pereira, volviera a postularse como candidato máximo de la organización. Una vez más el viejo dirigente, actual senador nacional por el MPN, que había dado señales de querer retirarse de la vida gremial, aceptó y dio por tierra con las aspiraciones de los otros candidatos. Así en esta asamblea se volvió a conformar la lista tradicional de la azul liderada por Pereyra y secundada por Rucci y Astrada, que de esta manera vieron dar por tierra sus aspiraciones.
Muchos compañeros que fueron convocados a la asamblea señalando el tema de la traición de Astrada se vieron sorprendidos al ver que la lista quedaba conformada por las mismas personas que supuestamente traicionaron a los afiliados.
Con respecto a los pasos a seguir, poco es lo que se habló al respecto. Pereyra resaltó que no se iba a despedir a nadie y que él personalmente se iba a encargar los puestos de trabajo a pesar de su “cargada agenda”, pero en su exaltada arenga poco habló de cuál iba a ser el plan para evitar que los empresarios del sector desistieran de aplicar el nuevo régimen laboral que atenta contra la calidad del empleo del obrero petrolero. El mismo día de la asamblea se pagaron los sueldos con el porcentaje aplicado, señal de buenas relaciones por venir. Ya veremos cómo sigue la novela...