Mientras que la movilización estudiantil dentro de la UTA de Arica comienza a agudizarse, las autoridades universitarias buscan aplicar maniobras para lavar su imagen y contener la organización. Hay un debate abierto en el escenario: ¿A quiénes enfrentamos y quiénes son nuestros aliados?
Lunes 28 de mayo de 2018
El movimiento estudiantil en la Universidad de Tarapacá de Arica recién comienza a agudizarse. De un lado se encuentran las autoridades universitarias y el gobierno de Piñera, que hoy buscan medidas para contener y debilitar el ascenso de la movilización. Como el gobierno y su agenda de género que fortalece el aparato policial y engorda los bolsillos de los empresarios (con las isapres, por ejemplo). O dirección de asuntos estudiantiles (DAE) promoviendo la creación de un protocolo contra el acoso para la UTA, aunque evidentemente presionados por el ministerio de educación.
En la otra vereda está la orgánica estudiantil que comienza a fortalecer su organización y agudizar el movimiento. Como las distintas carreras que paralizaron sus actividades a lo largo de la semana pasada. Y también como la Facultad de Ciencias Sociales que votó el pasado viernes mantener el paro y la toma del aulario A de manera indefinida. Sin embargo hay un debate abierto dentro de la orgánica, y es un debate de estrategias. ¿Cuáles son nuestros objetivos y cómo los conquistamos? ¿A quién nos enfrentamos y quiénes son nuestros aliados?
Un cuestionamiento más profundo de lo que esperaban las autoridades.
La lucha de mujeres contra el machismo en las casas de estudio lleva años, y ya conquistó protocolos contra el acoso en otras universidades del país. Sin embargo estos protocolos fueron infértiles, debido a que seguían siendo las autoridades universitarias quienes tomaban las decisiones finales. Esto lleva al actual cuestionamiento que está surgiendo; ¿Quién elige a las autoridades universitarias? Por ejemplo al actual rector de la UTA, Emilio Rodríguez, que quitó las rejas para diluir las movilizaciones del 2011, y ahora busca quitar los espacios físicos de los centros de estudiantes de educación y humanidades, probablemente con el mismo objetivo.
Hoy en día las autoridades de la UTA buscan contener al movimiento levantando una mesa de género “triestamental con participación de estudiantiles, docentes y funcionarias/os”. Una mesa compuesta por decanaturas y DAE, con apenas una representante de la directiva del sindicato de funcionarias/os, y donde se niega que funcionarias/os a contrata tengan derecho a elegir democráticamente alguien que les represente. ¿Podemos acaso depositar confianza en lo que nos ofrecen aquellos que persiguen a estudiantes y trabajadores por organizarse?
Levantemos una organización férrea para conquistar nuestras demandas.
Durante largos años el movimiento estudiantil ha enfrentado a las autoridades universitarias y a los gobiernos de la derecha y la nueva mayoría para exigir sus demandas. Así ha comenzado a divisar quiénes son sus enemigos; las autoridades universitarias que han administrado la educación de mercado para sostener con ella sus privilegios.
Hoy el movimiento estudiantil en la UTA tiene el desafío de establecer la base de una organización férrea para la conquista de sus demandas. Sin embargo sabemos que la presión que puede ejercer el movimiento estudiantil por sí sólo es insuficiente, por eso debe discernir a sus aliados; los y las trabajadoras de la universidad, quienes sufren la doble opresión del machismo y la precariedad laboral, docentes y funcionarias/os que también conocen la persecución de las autoridades contra quienes nos organizamos por nuestros derechos.
Es por eso que debemos trabajar por la creación de un petitorio único de demandas por la educación no sexista, que contenga demandas de los estos tres estamentos; como el paso a planta de los y las trabajadoras a contrata para acabar con la precariedad e inestabilidad laboral. Para conquistar de conjunto un protocolo contra el acoso que sea independiente de las autoridades, donde docentes, funcionarias/os y estudiantes decidan, mediante comisiones de investigación, qué resolución tomar contra los casos de acoso.
Fortalezcamos el debate de estrategias en la Universidad, llenemos las asambleas de carrera, facultad y plenos estudiantiles donde compañeras y compañeros, hombres, mujeres y diversidades sexuales, discutamos en conjunto cómo unificar demandas con los y las trabajadoras de la universidad, para conquistar una educación no sexista, y un co-gobierno triestamental de elección democrática de las autoridades universitarias.
¡Este 1ro de junio seamos miles nuevamente en las calles, enfrentando la nefasta agenda de género del gobierno y a los empresarios de la educación, en unidad con académicas/os y funcionarias/os!

Narcisa Calderón O.
Estudiante de Pedagogía en Inglés, activista trans y militante de la agrupación Vencer.