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Red Internacional
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PAN Y ROSAS. Así hemos marchado Pan y Rosas en las masivas manifestaciones del 8 de Marzo de Madrid

Pan y Rosas aparece en las movilizaciones por el 8M de Madrid con grandes cortejos, y planteando un feminismo socialista, revolucionario, transinclusivo, antirracista, contra la extrema derecha y el gobierno de PSOE-UP que le abre camino y contra la guerra en Ucrania.

Jueves 9 de marzo de 2023

Las movilizaciones ya empezaron ayer por la mañana en la huelga estudiantil, convocada por agrupaciones como Pan y Rosas, Contracorriente o el Sindicato de Estudiantes. La huelga ha sido casi total en muchos institutos y ha tenido un fuerte impacto en los principales campus universitarios de la capital. La movilización, que empezaba a las 12h e iba desde Sol hasta el Ministerio de Justicia, pasando por Callao y Gran Vía, agrupaba ayer a miles de estudiantes.

El cortejo de Pan y Rosas y la agrupación juvenil Contracorriente ha sido el más numeroso de la jornada, y, en la cuna del ayusismo, golpearon fuertemente a la derecha y la extrema derecha, al igual que al “gobierno progresista”, que en palabras de Bera, una de sus portavoces y estudiante de la UCM, “se dice feminista a la vez que mantiene lo esencial de las reformas laborales precarizadas y se embarca en una escalada guerrerista que tiene como pieza clave los presupuestos militares”.

Tras la agitadísima marcha y la lectura de un comunicado, Pan y Rosas abrió un espacio de micro abierto, en el que todes les manifestantes que quisieron pudieron tomar la palabra. Hubo numerosas intervenciones con múltiples reivindicaciones. Algunas de ellas denunciaron el punitivismo de la ley “solo sí es sí”, apoyaron la huelga de sanidad en la Comunidad de Madrid y el resto del estado, a la vez que pidieron una huelga general de sanidad y denunciaron la brutal represión que está sufriendo el pueblo peruano por parte del gobierno golpista de Dina Boluarte.

La manifestación de la tarde en Madrid fue multitudinaria. Durante varias horas oleadas de manifestantes desbordaron el tramo desde Atocha a Plaza de España, pasando por la Gran Vía. Acudieron en torno a 700,000 personas según las organizadoras, 17,000 según la desacertadísima estimación que dió Delegación de Gobierno. Más allá de los números, lo que es un hecho es que la de ayer fue de las movilizaciones más grandes que se recuerdan los últimos años, asemejándose en participación a las de antes de la pandemia. La jornada estuvo dividida, entre la convocatoria del feminismo más afín al PSOE -tránsfobo y abolicionista- por un lado y la convocatoria del movimiento de mujeres transinclusivo, por otro. Esta última fue, por mucho, la más mayoritaria.

Cabe recordar que el día anterior, el 7 de marzo por la tarde, dos activistas del movimiento de mujeres fueron detenidas en Lavapiés durante una performance pacífica en un supermercado, acusadas de “atentado contra la autoridad”.

La manifestación arrancó a las 19h desde Atocha, siguiendo por el Paseo del Prado a Cibeles, y de ahí hasta Plaza de España a través de Gran Vía. Durante toda la marcha, Pan y Rosas no paró de cantar y animar. Su cortejo fue aproximadamente de unas 500 personas a lo largo de la tarde, con una muy marcada presencia de juventud. Se llevaron reivindicaciones contra la derecha y extrema derecha, que rutinariamente llevan adelante políticas neoliberales de privatización de los servicios públicos y que continuamente ponen en tela de juicio los derechos conquistados por las mujeres con durísimas luchas.

Pero también contra el gobierno del PSOE y UP, que se dice el más progresista de la historia de nuestro país, pero que a lo largo de su mandato no ha derogado ninguna de las leyes que prometió. Ni la de extranjería ni la ley mordaza. Que también ha aprobado una reforma laboral aplaudida por Ana Botín, que no ha tocado una sola coma a las reformas del PP, una ley de violencia de género, la famosa “solo sí es sí”, que pretende desviar toda la fuerza del movimiento de mujeres hacia las instituciones y hacia el empoderamiento de una casta judicial completamente reaccionaria, es decir, una ley punitivista. Que ha aprobado una ley trans, que si bien es una conquista ganada a través de la lucha del colectivo LGTB, es totalmente insuficiente, dejando fuera a la personas no binarias y a las migrantes. El gobierno que ha aumentado el gasto militar un 26% en plena escalada armamentística en Europa, mientras las subidas en sanidad y educación se las come la inflación. Es decir, un gobierno que de progresista tiene poco.

Pan y Rosas también ha reivindicado las importantísimas luchas lideradas por mujeres que ha habido en el Estado Español durante el último año. Especialmente la huelga de sanidad, pero también la muy importante lucha de las trabajadoras de Inditex que en A Coruña y en Madrid han conseguido una subida salarial histórica del 20 al 40%, o la lucha de las trabajadoras del Servicio de Atención a Domicilio, un servicio compuesto casi exclusivamente por mujeres y en gran parte por mujeres migrantes, que cuenta con unas condiciones laborales totalmente precarias.

También han habido reivindicaciones internacionales, en apoyo a la lucha popular en Perú contra el gobierno golpista de Dina Boluarte, protagonizada también por mujeres de pueblos originarios que están siendo duramente reprimidas junto al resto del pueblo peruano. O a las trabajadoras y trabajadores franceses, que este 7 y 8 de marzo han continuado su huelga en contra de la reforma de las pensiones que quiere sacar adelante el gobierno de Emmanuel Macron y en contra de la actual crisis inflacionaria que se come los sueldos de la clase trabajadora.

La movilización terminó a eso de las 11h después de un largo pero ilusionante día de lucha. Pan y rosas volverá a reunirse este sábado 11 de marzo a las 18h en el centro social La Ferroviaria de Madrid, para seguir organizándose en contra del capitalismo patriarcal y por una vida que merezca la pena ser vivida, pero también para apoyar a la ferro, un centro social el cual están intentando desalojar.