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Red Internacional
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Burocracia Sindical. Asociación ilícita y lavado: detienen a Hermes Juárez, sindicalista aliado de Macri

En la casa del dirigente (que junto a las patronales maneja los puertos de Santa Fe) hallaron una fortuna. También en lo de su hermano. El Gobierno lo bancó hasta hace días y ahora usa el caso para su demagogia contra las “mafias sindicales”.

Juana Galarraga @Juana_Galarraga

Viernes 2 de agosto de 2019 00:19

Imagen: la100bragado

Este jueves por la mañana detuvieron al secretario general del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA), Oscar Orlando Herme Juárez. El hombre fue apresado en su mansión, en uno de los 30 operativos que realizaron la Policía Federal y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), en las localidades de San Lorenzo, provincia de Santa Fe, y en Puerto San Martín.

Juárez, conocido como “Vino Caliente”, está acusado de integrar una asociación ilícita, lavado de dinero y estafas. Junto con él fueron detenidas otras nueve personas de su entorno. En los allanamientos que realizaron en su lujosa casa y en la de su hermano, hallaron un verdadero botín. Joyas, fichas de casinos, dólares.

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¿Cómo hizo Juárez, todo ese dinero? Según la acusación de la Justicia, este hombre de 78 años, que hace 40 conduce el sindicato, lo obtuvo gracias al poder que construyó en los puertos de Santa Fe desde dos lugares clave: la conducción del SUPA y de la Cooperativa de Trabajadores Portuarios de Puerto San Martín. Según el información periodística, esta cooperativa tuvo durante 30 años el monopolio de la estiba de los barcos que cargan soja y cereales en las terminales portuarias del Gran Rosario.

Ahora el juez federal de Campana, Adrián González Charvay, investiga la fortuna que habría generado con todo tipo de negociado gracias a este poderío.

Los principales medios de comunicación se hicieron eco rápidamente de la noticia. Contaron quién es Juárez, lo que la policía halló en los allanamientos, la trama de negociados que habría tenido el dirigente sindical.

La denuncia y las imágenes de Juárez saliendo esposado de su mansión, trascendieron en un momento conveniente para el Gobierno. Las últimas semanas, en plena campaña electoral, vimos a empresarios como Marcos Galperín, creador de Mercado Libre, protestar contra las leyes laborales argentinas. El empresariado de conjunto, viene presionando para instalar en la agenda la necesidad de una reforma laboral. La modificación de las leyes laborales además, es una de las medidas que impulsa el FMI.

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La misma discusión estuvo como trasfondo en la disputa que enfrentó a Moyano y a Palazzo con Galperín y a los gremios aeronáuticos con la patronal de Aerolíneas Argentinas, también en las últimas semanas.

A Juárez se le imputa algo así como “estar de los dos lados del mostrador”, como dirigente sindical y como empresario o cooperativista, algo que sucede en muchas actividades. Es lo que quedó demostrado con la lucha de los tercerizados del tren Roca, en 2010, donde se vio cómo la dirigencia sindical de la Unión Ferroviaria con José Pedraza a la cabeza, era parte del negocio de las tercerizadas en el ferrocarril. Recordemos que esta fue la lucha en la que una patota de Pedraza asesinó al militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, mientras se retiraba de un corte de vías por el pase a planta permanente de los trabajadores trercerizados.

Lo que se vio este jueves es un clásico: los empresarios, la Justicia y el Gobierno, suelen "avivarse" de que ciertos dirigentes de los gremios son corruptos, cuando preparan un ataque. Si vienen por las condiciones laborales y los sueldos de trabajadores y trabajadoras, lógicamente lo primero que intentan desprestigiar son sus métodos y herramientas de lucha. Como los sindicatos.

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Qué mejor que sacar a relucir el prontuario y hacer evidente el estilo de vida de algún dirigente sindical, como Juárez. Lo que quieren hacer es deslegitimar las organizaciones de la clase trabajadora y el derecho a huelga. Los papeles flojos de dirigentes como Juárez, que se apropiaron de los sindicatos y los usan para enriquecerse, es algo que hacen cuando les conviene.

El Gobierno intenta mostrar esto como parte de su supuesta "lucha contra las mafias". "Dentro del sindicalismo hay gente valiosa y honesta, y gente que no lo es. La diferencia es que antes a los que no son honestos los invitaban a los actos" , dijo la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. Sin embargo, este mismo jueves circuló una foto donde se ve a Vino Caliente, sonriendo al lado de funcionarios cambiemitas como Dietrich.

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En febrero de 2018 una denuncia involucró a quien fuera el mismísimo ministro de Trabajo, Jorge Triaca. Luego del escándalo que el funcionario protagonizó al insultar a su empleada doméstica, Sandra Heredia, saltó a la luz que la mujer estaba nombrada como personal del SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos), intervenido por la cartera laboral. Luego, saltó la ficha de que la mujer no era la única: había alrededor de 50 personas cercanas o vinculadas a Triaca, nombradas en cargos en el sindicato luego de la intervención.

Qué decir del sindicalista modelo de Cambiemos, el fallecido Momo Venegas, quien directamente era cómplice del trabajo casi esclavo de los trabajadores rurales de la UATRE, uno de los sectores de la economía más precarizados.

Eso que el Gobierno quiere mostrar como parte del pasado, también se mostró como parte de su presente cuando trascendió la foto del sindicalista de la carne, Alberto- Fantini, junto a Triaca y otros funcionarios. Fantini estuvo detrás del enfrentamiento a los tiros que hubo en la puerta del frigorífico Eco Carne. Este hecho también fue usado por el Gobierno para poner en el blanco de su discurso a las “mafias sindicales”. Horacio Rodríguez Larreta por ejemplo, aprovechó el hecho para “pegar” esta clase de sindicalista al kirchnerismo y el peronismo en general, en un acto de campaña.