Este lunes, con 62 votos a favor, 41 en contra y dos abstenciones, la Cámara baja ratificó el proyecto educativo del gobierno de la Nueva Mayoría, que mantiene intacto el negocio y no otorga la gratuidad universal como un derecho social.
Martes 18 de julio de 2017
Este lunes, la Cámara de Diputados, con 62 votos a favor, 41 en contra y dos abstenciones, aprobó el proyecto de reforma a la educación superior, siendo despachado al Senado. En este particular, los votos en contra provinieron de la derecha y de los diputados del Frente Amplio, Giorgio Jackson y Gabriel Boric.
De esta manera, se ratificó la gratuidad al 60% de los estudiantes de educación superior más vulnerables, lo que representa a no más de 280 mil jóvenes, cuando son alrededor de 1.300.000 personas que se encuentran estudiando.
En el caso de los diputados del FA, las críticas apuntaron a la parcelación de la gratuidad y al artículo que establece que recién en noviembre de este año ingresaría un proyecto de ley que sustituya el Crédito con Aval del Estado; sin apuntar a cuestionar el sentido neoliberal y mercantil que mantiene el proyecto del gobierno de la Nueva Mayoría, donde cerca de 1 millón de jóvenes siguen sin tener derecho a estudiar.
Un golpe del gobierno y parlamento contra el movimiento estudiantil
El proyecto de educación superior del gobierno de la Nueva Mayoría- como un intento de desviar el cuestionamiento de cientos de miles de jóvenes y de cerrar el proceso que abrió el 2011-, ha sido ampliamente rechazado por sectores de las y los estudiantes, por no dar respuesta a la demanda de gratuidad universal, a la eliminación del CAE, entre otras.
“Hoy se aprobó la Reforma de Educación Superior en la Cámara de Diputados con el voto de la derecha, la Nueva Mayoría y el Partido Comunista en su interior. El Frente Amplio se jacta de que Boric y Jackson votaron en contra, pero hace meses aprobaron la misma reforma bajo la ilusión de que el gobierno eliminaría el CAE. Hace años sabemos que el único camino es el rechazo y el retiro de su reforma neoliberal”, denuncia la vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Bárbara Brito.
La dirigente estudiantil hizo una fuere crítica a la política de la “incidencia” que han impulsado durante años sectores hoy representados en el FA. “Hoy nos encontramos en un callejón sin salida, perdimos fuerza de movilización y recién hoy llaman a rechazar la reforma. Su estrategia de la incidencia fracasó (…) La única respuesta es la confianza en nuestras propias fuerzas y la imposición de nuestras demandas con lucha y en la calle; cualquier diputado sólo puede responder a nuestros intereses en tanto se ponga a disposición de nuestra lucha y demandas”, emplaza Brito.