Fue en horas de la noche de este viernes (hora Moscú). Como mínimo hasta ahora se registran 60 muertos y más de 100 heridos, fueron atacados por personas que ingresaron armadas a la sala de conciertos Crocus City Hall en Krasnogorsk, a las afueras de la capital rusa. Desde el gobierno de Putin acusan a Ucrania por por complicidad con el atentado, mientras el grupo ISIS se habría adjudicado el ataque.
Viernes 22 de marzo 20:10
La información que circula en las agencias de noticias internacionales habla de que las personas armadas y con capuchas dispararon tanto al interior de la sala donde iba a comenzar un recital del grupo Piknik, como hacia la fila de gente que estaba esperando para ingresar.
Los videos del lugar hasta hace unos momentos mostraban un incendio en una de las alas del edificio donde está el Crocus City Kall, aparentemente se debe a sillas y otros muebles incendiados por los mismos hombres que dispararon a la gente. Mientras el alcalde de Moscú suspendió todas las actividades previstas para este fin de semana.
A comienzos de marzo la embajada estadounidense y la del Reino Unido emitieron señales de alerta sobre posibles ataques en lugares de concurrencia masiva, aunque las mismas fueron desestimadas por Putin que en su momento afirmó que "todo esto se parece a un chantaje absoluto con la intención de intimidar y desestabilizar a nuestra sociedad”, contestando a esa alerta en una reunión con los jefes del Servicio Federal de Seguridad (FSB por sus siglas en inglés).
Frente a los dichos de personas cercanas a Putin que acusaron de complicidad con este crimen a Ucrania -y a la OTAN-, el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby afirmó que "no hay indicios de que Kiev esté involucrada en el ataque". A estas declaraciones respondió la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, dijo ante la prensa internacional: "¿en qué se basan los funcionarios de Washington para llegar a conclusiones en medio de la tragedia sobre la no implicación de nadie?". Y agregó: "si Estados Unidos tiene o tenía datos fiables sobre este asunto, debería entregarlos inmediatamente a la parte rusa; si no existen tales datos, entonces la Casa Blanca no tiene derecho a conceder indulgencias a nadie".
En los medios internacionales son varias las especulaciones, dado el trasfondo de la guerra de Rusia con Ucrania (que desde el comienzo está siendo apoyada por la OTAN), lo que aprovecha el gobierno ruso (no oficialmente todavía) para culpabilizar a ese país de estar involucrado.
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Otra de las especulaciones, basadas en un comunicado atribuido a ISIS donde reivindica la autoría, se centra en que un comando islámico de grupo armado habría actuado como parte de su ligazón con el separatismo, fundamentalmente islámico, checheno. Sin embargo, aún no se han confirmado los hechos exactos y todavía está todo en el terreno especulativo. Lo que es seguro es que este atentado, de una brutalidad que no se veía en Rusia desde hace dos décadas, puede tener importantes repercusiones tanto a nivel interno como externo.
Aunque Putin queda mal parado de momento con un ataque sangriento muy cerca de la capital rusa, los hechos pueden dar lugar a un nuevo salto represivo del régimen dentro de Rusia, al mismo tiempo que servir para justificar una escalada de la guerra en Ucrania.
Más de 17 horas después del atentado, Putin ha emitido un comunicado oficial. El jefe de Estado ruso anunció la detención de cuatro presuntos autores del atentado contra el Ayuntamiento de Crocus y de siete supuestos cómplices. Habló de una "ventana" preparada para que los asaltantes cruzaran la frontera ucraniana y prometió castigar a todos los implicados en el atentado "sean quienes sean, los haya dirigido quien los haya dirigido". Putin terminó su declaración afirmando que Rusia estaba dispuesta a unir fuerzas con otros Estados en la lucha contra el "terrorismo internacional".