La región minera destacó por sus cifras sobre el desempleo, el cual creció 3 puntos porcentuales para ubicarse en un 10,9%. Lo que contrasta con las enormes riquezas que se producen en la región.

Daniel Vargas Antofagasta, Chile
Viernes 4 de mayo de 2018
Según información que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadísticas, en la región de Antofagasta, el desempleo alcanzó un 10,9%, mientras que la ciudad de Antofagasta apuntó un 11,9%. Cifra que no se condice con las importantes riquezas que se producen en la región.
Sin embargo esta cifra esconde una situación más crítica. Por un lado a aumentado el desempleo alcanzando esta cifra que prensa como El Mercurio de Antofagasta catalogó de histórica, detrás se esconde una enorme cifra de pérdida de trabajos.
Según el Observatorio Laboral de la Universidad Católica del Norte entre el 2016 y el 2018 la cifra de trabajadores “conmutados”, es decir aquellos que viven en otra regiones pero que laboran en Antofagasta, y que son principalmente trabajadores contratistas de la minería, bajó de un 45,6% a un 36,3% en el primer trimestre del 2018, lo que significó una disminución de 4.468 trabajadores.
Pero 4.468 trabajadores hayan dejado de trabajar en la región no significó que, para los trabajadores de Antofagasta, se crearan 4.468 plazas de trabajo, en tal caso las cifras de desempleo serían distintas. De tras de esto se esconde que la crisis de la minería la terminaron pagando los trabajadores de todo el país, mientras que las empresas mineras mantuvieron innegables ganancias.
Sin embargo las cámaras empresariales y sus políticos como la diputada Paulina Nuñez, del partido de gobierno Renovación Nacional, tras un discurso regionalista persisten en culpar a los trabajadores “conmutados”, lo que no busca más que profundizar una separación entre los trabajadores que laboran en la región.
Por ejemplo, el Seremi del Trabajo de Antofagasta, Álvaro Le Blanc, comentó que por un lado estas cifras se debían a la paralización de proyectos y la reducción de dotaciones - producto de la caída del precio del cobre-, pero por otro contra los trabajadores “conmutados”, “es de vital importancia, toda vez que los puestos de trabajo están siendo ocupados por trabajadores de otras zonas”.
Fernando Cortez, gerente general de la Asociación de Industriales de Antofagasta, manifestó que apuesta que el desarrollo de una relación público-privada permita “promover la inversión y priorizar la contratación de mano de obra y empresas locales”, es decir crear trabajo exclusivo para trabajadores locales y en contra de los "conmutados" y de paso mantener sus ganancias sobre una mayor explotación.
Los empresarios velan por sus negocios jugando con el sustento de miles de familias trabajadoras, mientras que en una de las regiones más ricas del país, que concentra importante enclave minero del cono sur, Antofagasta, la llamada capital minera del país, esté inundada en precariedad.
Con crisis hospitalarias, sanitarias, conviviendo con diversos focos contaminantes, falencias en los establecimientos educacionales y despidos, crisis de vivienda (con campamentos, hacinamiento y altos arriendos que contrastan con el jugoso negocio que han hecho las grandes inmobiliarias). Toda una serie de sacrificios que debe soportar la población por vivir en la "Perla del Norte".
Esto solo se entiende por la enorme ambición que concentran los empresarios en la región, por lo mismo la forma en que durante este periodo respondan los trabajadores a cualquier intento de ataque del gobierno y los empresarios será clave, y esto es lo que busca la Coordinadora contra los despidos y en Defensa de la Lucha de las y los Trabajadores, la que ha intentado juntar y dar cuerpo a esta resistencia.