Los bombardeos del régimen sirio sobre Guta y la ofensiva turca en Afrin han causado verdaderas masacres contra la población civil, tensando aún más la situación regional.
Diego Sacchi @sac_diego
Martes 20 de febrero de 2018
Una nueva ofensiva del gobierno sirio de al-Assad ha dejado el trágico saldo de casi 200 personas muertas, entre ellos unos 60 niños, y 470 han resultado heridas durante las últimas 48 horas. Los bombardeos de la aviación siria atacaron Guta Oriental, en la periferia de Damasco, y según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH, una organización con sede en el Reino Unido) deja como balance “el más mortífero [ataque] de los últimos tres años [en la periferia damascena]”.
Según el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, la ofensiva del gobierno sirio tendría como fin reproducir “La experiencia de la liberación de Alepo [que] puede ser aplicada en Guta Oriental contra los milicianos del Frente al Nusra [filial de Al Qaeda en Siria]”. La recuperación de Alepo por las tropas de Assad y fuerzas aliadas se saldó con el desplazamiento de más de 100.000 civiles y la evacuación de 7.000 combatientes y sus familiares a la provincia de Idlib, al oeste del país y última en manos de grupos de la oposición.
La situación también es crítica en el norte sirio. Al menos 112 civiles han muerto, entre ellos 23 menores y 17 mujeres, durante un mes de ofensiva de Turquía en el enclave kurdo de Afrín, según datos presentados este martes por el OSDH. Las fuerzas turcas han atacado infraestructuras vitales como el hospital de Afrín y una escuela de los alrededores, así como la presa de Maidanki, donde han ocasionado serios daños materiales.
Turquía ha lanzado una ofensiva contra este enclave kurdo muy próximo a su frontera. Desde el gobierno turco aseguraron este martes que asediarán próximamente la ciudad de Afrín. Para el gobierno de Erdogan la milicia kurdosiria, Unidades de Protección del Pueblo (YPG, en sus siglas en kurdo), es una organización terrorista por sus vínculos con la guerrilla kurda presente en territorio turco, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Los ataques turcos no son nuevos y buscan evitar cualquier intento de ganar mayor autonomía por parte de los kurdos en esos países. Siendo los kurdos la principal minoría dentro de Turquía, Erdogan quiere eliminar cualquier reclamo de mayor independencia en base a los avances territoriales y militares que han sostenido en Irak y Siria. Estos permanentes ataques turcos han causado fricciones con los Estados Unidos que ha actuado financiando y armando a sectores de las fuerzas kurdas.
Sumado a estos criminales avances de las fuerzas sirias y turcas, la región es un polvorín donde cualquier chispa puede generar una explosión mayor. Con intereses de varias potencias internacionales en juego, los enfrentamientos de unas semanas atrás entre las fuerzas sirias e iraníes, por un lado, y la aviación israelí, por el otro, son eslabones que hacen a la perspectiva de una guerra regional cada vez más probable.
Estados Unidos encuentra relativamente debilitada su hegemonía en esta región, mostrándose cada vez más reacio a comprometerse directamente en los conflictos actuales. Sin embargo las declaraciones de Donald Trump, reconociendo a Jerusalén como capital del estado sionista, parece haber alentado a actuar directamente a las fuerzas israelíes para evitar la instalación de Irán en Siria.
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Luego de casi 7 años de guerra hay alrededor de medio millón de muertos (se calcula que un tercio son niños), 8 millones de refugiados y ciudades enteras destruidas. Tanto Estados Unidos y el régimen de al-Assad, al que luego se sumó el apoyo ruso, son los responsables de la barbarie en Siria, de sus muertos y su destrucción.
La crisis en Siria está lejos de encontrar una solución. Estas nuevas masacres llevadas a cabo por el régimen sirio o el gobierno turco se dan en un contexto de creciente tensión entre Estados Unidos y al-Assad y sus aliados.
Sin un objetivo común, la derrota del Estado Islámico, las alianzas que se han dado hasta el momento, se vuelven cada vez más inestables y contradictorias abriendo la puerta a confrontaciones directas entre diferentes fuerzas estatales.
Diego Sacchi
Nacido en Buenos Aires en 1977, militante del Partido de Trabajadores Socialistas desde 1994. Periodista, editor en la sección Internacional de La Izquierda Diario y columnista de temas internacionales en el programa de radio El Círculo Rojo.